Seguramente haya sido la lista de la selección femenina de fútbol más esperada de la historia. Desde hace cerca de un mes varias de las jugadoras del combinado nacional hicieron saltar todo por los aires al pedir la destitución del seleccionador Jorge Vilda. Ellas pusieron en duda su trabajo y manifestaron que no estaban a gusto con su presencia en el banquillo.
Aquello fue tan solo el inicio de un pulso que se ha disparado con las jugadoras en un bando y con Jorge Vilda y la Real Federación Española de Fútbol, que respalda de forma incondicional a su entrenador, en el otro. Los hechos se fueron sucediendo en cascada. Vilda habló y se mostró dolido el mismo día que las jugadoras se retractaron y dijeron que en ningún momento habían pedido la destitución del seleccionador.
Después, el famoso correo electrónico de un grupo de 15 futbolistas al buzón de la Federación, cada una por su parte pero con la misma redacción, y la renuncia a volver a vestir la camiseta de España si Vilda seguía en el banquillo. Alexia Putellas, posteriormente se sumó a esta reivindicación. Y de aquellos barros, los lodos de la última convocatoria del seleccionador español en la que, como era previsible, hay un vuelco total porque han desaparecido estas jugadoras rebeldes.
Fuera de la lista
Ninguna de ellas está convocada para jugar los dos próximos compromisos de España. Ainhoa Moraza, Patri Guijarro, Leila Ouahabi, Lucía García, Mapi León, Ona Batlle, Laia Aleixandri, Claudia Pina, Aitana Bonmatí, Andrea Pereira, Mariona Caldentey, Sandra Paños, Lola Gallardo, Nerea Izaguirre y Amaiur Sarriegi son las quince sacrificadas en la convocatoria. Salvo que pidan perdón, no volverán a vestir la camiseta del combinado nacional. Tampoco aparecen Jenni Hermoso, que respaldó la renuncia de las 15 compañeras, ni Irene Paredes.
España se concentra el próximo lunes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para preparar sus próximos partidos ante Suecia y Estados Unidos. Ambos duelos son amistosos, pero en el horizonte no muy lejano aparece ya el próximo Mundial de Australia y Nueva Zelanda que se disputará el verano que viene.
La revolución en la lista era, por lo tanto, prácticamente obligada. La situación con estas jugadoras que han mostrado su malestar de manera pública es insostenible y llamarlas a filas hubiera supuesto un nuevo episodio de esta historia. "Es un ridículo a nivel mundial", dijo en su última comparecencia pública Jorge Vilda.
El seleccionador dio la cara y durante prácticamente una hora contestó, una tras otra, las preguntas de los periodistas presentes en este acto. Vilda habló de "respeto" y también defendió su trabajo al frente de la Selección, unos métodos que han sido criticados: "Nosotros solo hemos trabajado con honestidad y nos hemos dejado la piel por el fútbol femenino".
Mala comunicación de las jugadoras
La manera de manejar los tiempos y las formas en las que este grupo de jugadoras han lanzado los mensajes seguramente no hayan sido las más acertadas. De hecho, todavía muchos siguen reclamando que expongan, de forma clara y precisa, cuáles son los motivos reales que han llevado a esta situación tan tensa y sin precedentes.
Incluso el propio seleccionador volvió a invitar a las jugadoras a que hablaran sin ambigüedades: "Me gustaría que dijeran a la cara cuál es el desacuerdo y cuál es la decisión que las ha llevado a quedarse fuera por decisión propia".
Es cierto que los bandazos a la hora de dar nuevos pasos por parte de las futbolistas han sido importantes. El día después de que todo estallara, salieron al paso a desmentir que hubieran pedido la destitución de Vilda. "Es un malestar general del equipo", dijeron las capitanas, algo que no coincidía con las informaciones que se manejaban apenas unas horas antes.
Después, el famoso correo electrónico por separado de cada una de las 15 jugadoras sembró todavía más dudas. Se les reclamaba más claridad a la hora de exponer los motivos y de nuevo fueron ambiguas y poco transparentes. Perdieron otra gran oportunidad para explicar al gran público sus motivos.
El origen de todo parece situarse en los momentos previos a la pasada Eurocopa. Vilda admitió que el ambiente durante los primeros quince días de concentración fue magnífico pero que, cuando dio la lista definitiva y tuvo además que hacer cambios por ausencias forzadas, todo se enrareció. "Cuando decidimos esas 23, a partir de ahí, van cambiando las cosas, no me lo explico", apuntó Jorge Vilda.
Mirada al futuro
La puerta del regreso no está completamente cerrada para estas jugadoras. Si deciden pedir disculpas después de todo lo ocurrido, su vuelta a la Selección podría darse en el caso de que su rendimiento deportivo también fuera el adecuado. Pero España mira hacia el futuro y hay 23 nuevas jugadoras que defenderán el escudo nacional en los próximos dos compromisos.
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Las dudas, como es inevitable, se ciernen sobre este nuevo equipo. Ha perdido a dos terceras partes de su núcleo duro y ahora aparecen otras futbolistas en acción casi de manera forzosa. La actuación deportiva en la pasada Eurocopa fue sobresaliente y se presagiaba un nuevo éxito en el Mundial aunque ahora casi haya que empezar de cero. Hay mucho trabajo de reconstrucción por delante.
Ahora, las nuevas convocadas van a tener mucha responsabilidad sobre sus hombros. Van a ser miradas con lupa y la presión por alcanzar o mantener el nivel de las jugadoras que ya no están va a ser importante. Todas las partes deberán aprender a gestionar este ingrediente extra en los próximos dos partidos amistosos.
Diez jugadoras del Real Madrid
Ahora hay 23 nuevas jugadoras de confianza para Jorge Vilda. Han sido elegidas para formar en la primera convocatoria después de todo el revuelo que se ha levantado en torno a la Selección y la configuración es de claro dominio madridista.
Hasta diez jugadoras de esta nueva lista de convocadas militan en el Real Madrid. Ellas son Misa Rodríguez, Lucía Rodríguez, Ivana Andrés, Rocío Gálvez, Olga Carmona, Tere Abelleira, Maite Oroz, Claudia Zornoza, Esther González y Athenea del Castillo. En segundo lugar, aparecen el Atlético de Madrid y el Athletic Club con tres representadas, Maitane López, Irene Guerrero y Marta Cardona por parte de las colchoneras, y Ane Azkona, Oihane Hernández y Mariasun Quiñones por las de San Mamés.
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El Valencia, con Enith Salón y Anna Torrodà, y el Levante UD, con María Méndez y Alba Redondo, aportan dos futbolistas cada uno mientras que por parte de la Real Sociedad aparece en la lista Ana Tejada, el Barcelona aporta a Nuria Rábano y el América a Andrea Sánchez.
Ahora, sin las grandes referencias del equipo como Alexia Putellas o Jenni Hermoso aparece una nueva duda en el horizonte de la Selección. Cuál de todas estas jugadoras tendrá los suficientes galones como para convertirse en la líder del vestuario y portar el brazalete de capitana.
Algunas de ellas repiten convocatoria desde la última Eurocopa y pueden ser las llamadas a dar un paso al frente. Misa Rodríguez, Ivana Andrés, Olga Carmona, Tere Abelleira, Irene Guerrero, Esther González, Marta Cardona o Athenea del Castillo son las ocho jugadoras que disputaron el Europeo y que pueden tomar la voz cantante. De hecho, su papel también será fundamental para la cohesión del nuevo grupo.
Por el momento, la selección española se enfrenta a un horizonte con muchas dudas y en el que no parece que vaya a aparecer de nuevo el grupo de jugadoras rebeldes.