El juicio contra Ryan Giggs por supuestamente agredir y chantajear a su expareja, Kate Greville, de 38 años, sigue su curso. La vista avanza a su tercer día, en el que el exfutbolista del Manchester United se defiende de la dura declaración de la presunta víctima en su contra.
Greville acusó a Giggs, diez años mayor que ella, de haberla agredido en diversas ocasiones. La mujer relató algunos episodios en los que recibió un cabezazo por parte del exseleccionador galés y fue echada de su habitación de hotel totalmente desnuda. El turno de palabra es ahora de los abogados del acusado.
La defensa de Ryan Giggs compareció en el Tribunal de la Corona de Mánchester y aseguró que los hematomas presentados como prueba por Greville se dieron tras practicar ambos "sexo duro". La supuesta agresión ocurrió en Dubái en 2017 y, según el abogado Chris Daw, se dio inocentemente por el uso de una vara con fines sexuales.
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El relato de Greville dice que se hizo daño en el brazo después de que Giggs la arrastrara desnuda de la cama del hotel al suelo, y de ahí al otro lado de la habitación antes de arrojar sus pertenencias al pasillo.
Giggs habría comprado en su día una vara Agent Provocateur por deseo de su pareja, que le pedía que "fuese más asertivo" durante la práctica del sexo. "Fue un moretón causado por el sexo duro del que ustedes dos disfrutaron mucho... La verdad es que de vez en cuando te salen moretones por el sexo", declaró Daw hacia Greville.
La mujer aseguró que "ese moratón no fue causado por sexo duro". La defensa de Giggs presentó algunos mensajes intercambiados tras la supuesta agresión en los que Greville describía los hematomas como "moratones sexuales".
Daw insistió en la petición de la pareja del exfutbolista a este de ser "más rudo" en la cama. Según la declaración del abogado ante el juez, fue la mujer la que instó a Giggs a comprar y utilizar juguetes sexuales durante el acto.
Los mensajes íntimos
Varios de los mensajes íntimos presentados por la defensa de Giggs decían lo siguiente: "¿Cómo estás? Tengo miedo a lastimarte", decía el ex del Manchester United. "Quiero que duela, no de una manera extraña. Quiero que me sorprendas y me escandalices", contestaba su expareja.
"Es una línea muy fina", dijo Giggs a Greville, a lo que ella respondió: "Entonces tendremos que divertirnos para encontrar esa línea". Los mensajes siguen con el exfutbolista mandando una foto de la vara y un par de esposas para utilizarlas en la cama. "Increíble", responde en los mensajes su ex.
Greville defiende que se sentía "esclava de todas las necesidades y demandas [de Giggs]" y cuando "Ryan dijo que hiciera algo, lo haría". Por su parte, el ahora entrenador se sigue declarando inocente de los cargos de agresión y conducta coercitiva que se presentan en su contra.