El fútbol ha dicho basta ante los casos de violencia machista. Europa ha atendido esta misma semana al rechazo en España al entrenador del Rayo femenino, quien jaleó en un grupo de whatsApp una violación grupal, y a la condena en Inglaterra contra Mason Greenwood, futbolista del Manchester United que presuntamente pegó y violó a su pareja. En Escocia, David Goodwillie es protagonista de historia similar.

Futbolista que llegó a la Premier League y fue internacional con la selección de Escocia, David Goodwillie resultó ser una persona capaz de cometer un delito como la violación. En 2011 forzó a una chica y aquel episodio, 11 años después, ha 'obligado' a un club por el que acababa de fichar a forzar su despido por la presión social. 

Goodwillie fichó el pasado 31 de enero por el Raith Rovers, equipo de la Segunda división escocesa que ha dado marcha atrás. El delantero, al que algún día llegaron a comparar en los terrenos de juego con Wayne Rooney, fue acusado en el pasado por una mujer junto a otro jugador del Dundee United, David Robertson, de abusar de ella después de una noche de fiesta.

Aquello fue un escándalo en el Reino Unido, habiendo jugado Goodwillie en la Premier League con el Blackburn Rovers y pasado por las filas de otros equipos como el Crystal Palace. Además, iba a la selección de Escocia. Sin embargo, la única condena a la que tuvo que hacer frente fue a un castigo de 100.000 libras (120.000 euros) a pagar a la mujer por los daños ocasionados.

David Goodwillie, en 2018

Goodwillie y Robertson admitieron haber mantenido relaciones sexuales con la denunciante, pero sostuvieron que fueron consentidas. El juez determinó que la cantidad de alcohol consumida por la chica influyó en su toma de decisiones y que en ese estado "no pudo dar su consentimiento", por lo que decretó que ambos futbolistas la violaron. Aún así, la falta de más pruebas evitó que la pena fuera mayor.

La carrera de Goodwillie nunca fue la misma y su llegada a un nuevo equipo se lo ha vuelto a recordar. El Raith Rovers tardó poco tiempo en sufrir las consecuencias de fichar a un condenado por violación, hasta el punto de ver cómo perdía patrocinadores del club.

Rechazo total de la afición

La escritora Val McDermind, conocida por sus obras novelescas de intriga y crimen, era la principal del club. Aficionada desde niña al equipo, daba su nombre las camisetas del club y para una de las tribunas del estadio del conjunto escocés. Pero la firma de Goodwillie le llevó a tomar la decisión de retirar todo su apoyo a la entidad.

"He cancelado mi patrocinio de la camiseta del club para la próxima temporada tras este asqueroso movimiento. Esto echa por tierra cualquier intención de ser una comunidad o una familia en el club", decía McDermid en un comunicado.

"Goodwillie nunca ha mostrado ni un gramo de arrepentimiento por la violación que cometió. Su presencia en Starks Park es una mancha para el club. También voy a romper mi abono de temporada. Esto es descorazonador para mí y para otros aficionados", añadió la escritora. "Solo de pensar en el violador David Goodwillie corriendo por el campo con mi nombre en su camiseta me pone enferma", sentenciaba McDermid.

Las críticas no se quedaron ahí y a ella se sumaron cientos de aficionados. Entre ellos estaba Gordon Brown, exprimer ministro del Reino Unido y también seguidor del Raith Rovers. Los aficionados dejaron de ir al campo (apenas 100 asistieron al primer partido con Goodwillie en el equipo) y el conjunto femenino renunció al escudo y pidió cambiar su nombre e irse a otro campo si no se revertía la decisión. También la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, se opuso a la contratación del futbolista.

La decisión del Raith Rovers de fichar a Goodwillie llegó tras someterse la cúpula de la directiva a una votación. La mayoría decidió que el jugador merecía una segunda oportunidad y se cerró su contratación. Uno de los que votó en contra, Bill Clark, quien también presidente del club en el pasado, dejó su cargo tras el fichaje.

El Raith Rovers ha dado marcha atrás viendo la repercusión del caso y el rechazo social. En un primer momento refrendó su fichaje, pero ha acabado cediendo y ahora busca la manera de terminar su contrato ya firmado. Por lo pronto, el jugador no volverá a entrar en la convocatoria del equipo para ningún partido.

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