"El jugador del primer equipo Ansu Fati seguirá tratamiento conservador para recuperarse de la lesión en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo. La evolución marcará su disponibilidad", anunciaba el Fútbol Club Barcelona en el mediodía de este martes 25 de enero. El futbolista ya explicaba ayer en sus redes sociales que no se rendiría en un mensaje de optimismo para una afición que quedó muy preocupada con su último problema físico. No pasará por el quirófano.
De esta manera, Fati pasará aproximadamente dos meses de baja. Su regreso, aunque será con mucha cautela, no se espera hasta la parte final de la temporada del Barça. Después de mostrar muchas dudas sobre pasar otra vez por el quirófano, un calvario por el que ya ha pasado y que no quiere volver a sufrir. Esta nueva lesión del jugador al que ven en la institución como el heredero de Leo Messi vuelve a estancar su progresión.
La postura de no operarse es la que ya advirtió después de la reunión que mantuvo junto a su familia con los servicios médicos del FC Barcelona el lunes. El delantero azulgrana sufrió mucho con su lesión de rodilla, de la que fue operado en varias ocasiones, y prefiere no volver a ser intervenido. En este sentido, profesionales que le han tratado últimamente también prefieren que haga un tratamiento conservador y que evite la mesa de operaciones.
El club le instaba el quirófano como la mejor solución para evitar futuras recaídas. Además, le ponían al mejor especialista del mundo, el finés Lasse Lempainen, para mayor tranquilidad, asegurándole incluso que el tiempo de baja no se alargaría más de tres meses. Sin embargo, todos estos argumentos no han sido suficientes para convencer a Fati, que desde el primer momento se mostró muy reacio a aceptar la vía del quirófano.
El fisio, clave
Fati buscó varias opiniones externas en contra de la intervención. Fue su fisioterapeuta de confianza, Joaquín Juan, el que desde el primer momento se mostró partidario de este método conservador. Ansu está igualmente muy afectado. La temporada pasada prácticamente se la pasó en blanco, sólo participó en diez partidos. El jugador no levanta cabeza desde el 7 de noviembre de 2020.
Una acción con Mandi en el partido contra el Betis le provocó la rotura del menisco interno de la rodilla izquierda que le obligó a pasar, en varias ocasiones, por el quirófano. Casi once meses después, regresó al equipo, y lo hizo de forma triunfal: marcó contra el Levante. Participó en seis partidos más, pero causó baja en Vallecas por unas molestias en la rodilla derecha. Tampoco estuvo contra el Alavés. Se recuperó a tiempo para el cruce de Champions contra el Dinamo de Kiev. Pero cuatro días después, el 6 de noviembre, en el choque contra el Celta, de nuevo tuvo que retirarse. Tenía molestias en el bíceps femoral del muslo izquierdo. Estuvo fuera dos meses.
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