El fútbol francés quedó conmocionado el pasado 10 de noviembre de 2021. Una jugadora del Paris Saint-Germain había sido agredida por dos encapuchados después de una cena de equipo. El ataque estuvo perfectamente organizado y tenía como objetivo lesionar a la futbolista. La fecha parece lejana, pero desde entonces no se ha podido determinar quién planeó la ofensiva ni por qué. Keira Hamraoui, la gran víctima de todo este caso, volverá a los terrenos de juego sin conocer la identificación del cerebro de su ataque.
La jugadora francesa ha entrado en la lista de convocadas para el duelo de este domingo ante el Saint Etienne. En esa lista también está Diallo, la compañera de vestuario que fue detenida durante un día como posible impulsora del ataque. "Puede que incluso en el campo, en función del último entrenamiento y del partido", ha detallado el entrenador del equipo parisino.
La expectación será máxima. Hamraoui ya ha estado entrenando, pero lleva sin jugar desde el mes de noviembre del año pasado y el estrés al que ha estado sometida no se lo ha puesto nada fácil. A ello hay que sumarle las lesiones ocasionadas. Además, el hecho de que su compañera Diallo vaya a estar también presente no hace más que aumentar el interés en capturar la imagen de ambas compañeras juntas sobre el césped.
Diallo, cabe recordar, ya tuvo sus minutos el pasado 9 de enero ante el Dijon. En un primer momento se esperaba que Hamraoui también acudiera en esa convocatoria, pero el técnico decidió retrasar su reaparición en los terrenos de juego. Ambas jugadoras no han vuelto a hablar públicamente de tema. Tampoco han lanzado ninguna indirecta en sus redes. Y, por si fuera poco, siguen sin conocer los detalles de una investigación que no termina de avanzar.
Una ofensiva organizada
El ataque se produjo el 4 de noviembre. Las jugadoras del PSG habían realizado una cena de equipo y Hamraoui se marchó en un coche con Diallo y otra compañera. En un momento del trayecto, esta tercera jugadora abandona el vehículo. Quedan las dos protagonistas de esta historia, que ven poco después como dos encapuchados paran el coche, sacan a Hamraoui y la golpean con una barra de metal en las piernas. Poco después se supo que le habían echado en cara tener relaciones con hombres casados.
En un primer momento, Diallo fue detenida por posible instigadora del ataque. Un familiar que estaba encarcelado por delitos de este estilo habría sido el cebrero. Pasaron horas y las teorías se dispararon. Sin embargo, poco después quedó en libretad y se descartó su participación. El daño ya estaba hecho.
La sorpresa se produciría el 15 de noviembre con el nombre de Éric Abidal. El exjugador del Barça entró en acción. Y es ahora por ahí por donde se desarrolla la investigación. El francés tuvo una relación extramatrimonial con Hamraoui cuando coincidieron en el Barça, él como director deportivo y ella como jugadora. Días antes del ataque tuvieron una discusión.
Las vías estudiadas por las autoridades hablaron de dos opciones. Una, la de que la esposa de Abidal se tomara la justicia por su mano y planeara el ataque. La otra, que pudiera ser Abidal el cerebro de todo. Desde entonces no se han filtrado nuevos datos a la prensa, pero medios como L'Équipe aseguran que no se ha podido detectar quién planeó la agresión a Hamraoui.
Lo único que hay claro a estas alturas es que Abidal y su mujer ya han iniciado los trámites para el divorcio y que Hamraoui y Diallo quieren volver a jugar. Ninguna tiene claro su futuro en el PSG. Y las autoridades continuarán citando a testigos para resolver el caso.
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