La liga femenina de fútbol profesional podrá ver la luz este 2022. El cambio de año ha acelerado las negociaciones entre los clubes y después de semanas de conversaciones se ha alcanzado un acuerdo para unos estatutos apoyados por unanimidal, tal y como pudo confirmar EL ESPAÑOL. El hecho de que todos los clubes estuvieran de acuerdo era uno de los requisitos del Consejo Superior de Deportes y, pese a que parecía imposible, finalmente se ha alcanzado el objetivo.
Las partes consultadas por este periódico han celebrado el acuerdo, pues en las últimas semanas apenas se habían vivido avances y la crispación entre jugadoras y clubes estaba yendo a más. Sin embargo, el acuerdo ha acabado llegando justo a tiempo tras esquivar el escollo de los derechos audiovisuales, principal factor divisorio entre las entidades de la liga y que había marcado dos bandos en las negociaciones.
Este conflicto de los derechos de televisión estaba tensando la situación financiera de más de un club, pues cabe recordar que Mediapro, a la vista de la falta de consenso que había, se desligó de la competición nacional. Una situación que ha mermado las cuentas de los equipos y que no hizo más que meter presión para que se alcanzara un acuerdo cuanto antes.
Sin ingresos, el temor que había entre las jugadoras era el de poder quedarse sin cobrar y, de esta manera, tener que irse a la huelga. Un escenario que tras este último avance pierde posibilidades y que genera cierta tranquilidad en el sector más de un año después de la promesa realizada por Irene Lozano, por entonces Secretaria de Estado para el Deporte e impulsora de la primera liga femenina profesional de España.
El CSD, ahora presidido por José Manuel Franco, será quien gestione la liga profesional en sus primeros tiempos. Por delante todavía quedan numerosos pasos, pero el hecho de acordar unos estatutos por unanimidad ya es motivo de celebración. El texto ha sido recibido por el CSD y también está en posesión de la RFEF para ser analizado.
Ahora, como trasladan a este periódico, es tiempo de cautela dado que las negociaciones siguen su curso. El texto único de estatutos pasará por la Comisión Directiva para que sea aprobado y, posteriormente, se deberá crear la nueva liga, con una junta directiva determinada y una presidencia que dé consistencia a la competición. Asuntos nada sencillos de cerrar y menos a la vista de las complicaciones de todos estos meses.
El primer paso en 2020
La promesa de que habría una liga profesional femenina se produjo en 2020. Irene Lozano era presidenta del CSD y aseguró que se iba a llevar a cabo esta reforma histórica con el Consejo como organismo impulsor. Sin embargo, el paso de los meses no mostró ningún avance más allá de la nomenclatura de 'Liga Ellas' o la inclusión de la competición en los fondos europeos.
Irene Lozano dejó el cargo y José Manuel Franco tomó las riendas. De nuevo, bien por el calendario del deporte español (con los Juegos Olímpicos como principal evento) o por las tensiones políticas, la liga femenina continuó sin grandes avances en su formación. Por si fuera poco, la tensión en el fútbol femenino con el asunto de CVC también pasó factura al fútbol femenino. Los dos bandos (Athletic, Barça y Real Madrid por un lado, el resto por otro) se alejaron aún más.
El mes de noviembre constató que las dificultades estaban siendo notables. El Gobierno, por medio del ministro Iceta, volvió a incidir en que habría Liga. Y desde el CSD se recalcó que debía haber unos estatutos que salieran de un acuerdo común entre todos los clubes. Un escenario que parecía imposible y que los clubes reclamaron cambiar a una mayoría simple.
Tras varias reuniones, momentos de ningún avance y un cambio de año, finalmente se ha llegado a ese acuerdo común. Todo un éxito para los clubes y también para el propio Consejo Superior de Deportes, que ha logrado obtener ese texto único de los estatutos con todos los clubes de acuerdo a pesar de que se calificó de imposible en más de una ocasión. El camino de la liga de fútbol femenino profesional acaba de empezar.