1.461 días. O lo que es lo mismo: cuatro años justos. Ese es el tiempo que ha pasado desde que Philippe Coutinho (Rio de Janeiro, 1992) fichara por el FC Barcelona. Un 8 de enero de 2018 se anunciaba su aterrizaje a la ciudad condal desde el Liverpool como el fichaje más caro de la historia azulgrana. Un 7 de enero de 2022 puso rumbo de vuelta a Inglaterra para jugar en el Aston Villa cedido hasta final de temporada.
Lo fichó Josep María Bartomeu por 135 millones de euros fijos, a los que se han ido sumando los pagos de algunas cláusulas. Aquel 2018 su valor de mercado llegó a estar en 150 'kilos', según la web especializada Transfermarkt. En ese mismo punto empezó su declive hasta tener un valor de tan solo 18 millones. Las cifras hablan por sí solas y el brasileño es la mayor ruina del mercado de fichajes.
El Barça repartió lo ingresado por la venta de Neymar Jr. entre los fichajes de Ousmane Dembélé y Coutinho. El primero está a punto de dejar tirado al club catalán en verano, cuando acaba contrato, y el segundo suma su segundo préstamo, ya que la temporada 2019/2020 la jugó completa en el Bayern Múnich.
El club bávaro pagó 8,5 millones, pero cinco acabaron yendo para el Liverpool después de ganar aquel curso la Champions League con el Bayern. Y no solo eso, Cou también participó en el horroroso 2-8 encajado por el club al que pertenecía y pertenece. Lo de aquel año fue un desastre, aunque en la temporada y media que jugó antes en el Barça fue muy decepcionante.
El drama de nunca acabar. El Barça ha tratado sumar a la causa a Coutinho innumerables veces con tal de salvar algo de aquel derroche de millones. A su vuelta del Bayern lo intentó Ronald Koeman y luego Xavi Hernández, ambos en vano. Con el técnico de Tarrassa ha durado poco, puesto que el club se terminó de rendir y acabó buscándole una salida en este mercado de invierno.
Coutinho ha pasado en cuatro años de ser el fichaje estrella del Barça a solo un descarte para poder inscribir a otros jugadores. Aunque ni siquiera ha sido eso. Su marcha no asegura directamente la inscripción de Ferran Torres. La acerca, claro está, pero ha de salir más gente para concretarla. Lo que se quita Joan Laporta de encima es el 65% del sueldo de Coutinho, lo que pagará el Aston Villa hasta verano, que vienen a ser 10,4 de los 16 'kilos' anuales que firmó en 2018 hasta 2023.
Decir que el Barça tampoco ha recibido compensación económica por la cesión de Coutinho, lo que supone que todavía debe contabilizar el total de su amortización, alrededor de 20 millones. Pero sí que se incluye una opción de compra (no obligatoria) que podrá ejecutar el Aston Villa en verano si el jugador convence a Steven Gerrard, con quien compartió vestuario en el Liverpool. El brasileño, por el momento, ni siquiera ha pasado el reconocimiento médico porque se recupera de la Covid.
El hecho de que el Barça superara esta temporada en 372,1 millones su límite salarial, establecido en 97,9 por los 470 que tiene que hacer cargo, obliga al club a regirse bajo la norma del cuatro por uno: para inscribir un euro tienen que liberarse cuatro. Por eso deshacerse de esos millones que pagará el Aston Villa a Cou no son suficientes.
¿Y ahora?
El Barça, que ya contaba con la salida del Kun Agüero por su retirada, acordó con Ferran Torres un salario de aproximádamente 11 millones que ahora trata de encajar en sus cuentas, además de su amortización (otros 10 'kilos'). La salida de Coutinho tiene que venir acompañada de alguna rebaja salarial, que no será la de Dembélé, u otra salida.
Las cartas que hay sobre la mesa son varias: Yusuf Demir (que si juega otro partido será propiedad del Barça por 10M), Sergiño Dest, Luuk de Jong y, la principal baza, Samuel Umtiti. Ninguno de los otros casos se puede compañarar al del central francés, que no solo no cuenta para Xavi sino que además está entre los mejores pagados de la plantilla: 20 millones brutos por temporada.
Encontrar destino a Umtiti, con contrato hasta 2023, permitiría inscribir a Ferran y, si van saliendo más, ayudaría a valorar también la incorporación de Álvaro Morata. El problema que el jugador no parece estar motivado para cambiar de aires y tampoco hay clubes que estén dispuestos a hacerse con él bajo las condiciones de su contrato. Tocará hacer caja con otros. Coutinho ha abierto las compuertas de salida de Can Barça.
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