Una llamada. Un mensaje. Un duro golpe personal. Es lo que le pasó a Luis Suárez hace algo más de un año cuando Ronald Koeman le llamó por teléfono para decirle que no contaba con él en su FC Barcelona. Se confirmaba la marcha del uruguayo, a quien la cúpula azulgrana ya había señalado como una salida necesaria. Tiempo después, y con un Wanda volcado con el atacante, fue el delantero quien tuvo un mensaje para todos los que le expulsaron del conjunto catalán.
Luis Suárez sentenció el encuentro antes del descanso. Se plantó solo ante Ter Stegen y no perdonó en el mano a mano. Suárez celebró a lo grande, pidió perdón a los aficionados del Barcelona por respeto y simuló una llamada de teléfono. Este último gesto fue el más llamativo. ¿Iba para Koeman, presente en el palco? ¿Iba para los directivos azulgranas que le echaron del equipo? El propio goleador explicó al término del encuentro, entre risas y gritos de los hinchas del Atlético, para quién iba su mensaje.
"Contento por la victoria del equipo. Estoy defendiendo la camiseta del Atlético. El rival es especial por los momentos que viví, pero me debo dedicar 100% al Atlético", comenzó asegurando en los micrófonos de Movistar Plus. "Sabía que iba a pedir perdón, por el respeto, por el cariño, por el momento que están pasando los compañeros y los hinchas", explicó sobre los primeros gestos de su celebración.
Sin embargo, también indicó para quién iba ese detalle del teléfono. "Para la gente que sabe que tengo el mismo número y que sigo utilizando. Si Koeman se lo quiere tomar a pecho...", afirmó un Luis Suárez algo dubitativo. "Había quedado con mis hijos en que iba a ser así", intentó concluir con su respuesta.
Suárez se marchó del Wanda sin despejar dudas sobre a quién iba el gesto tras su gol. Pese a ello, es evidente la mala relación que ha quedado del delantero con parte de la directiva culé. Dado que quienes gestionaron su marcha ya no están, pues dimitieron junto a Bartomeu, todas las miradas apuntan al entrenador neerlandés.
Apoyo del público
Suárez también tuvo un mensaje de agradecimiento a la afición, que se volcó con él en un partido tan especial. "La gente sufrió el año pasado de no poder disfrutar el título de Liga. Es una demostración del cariño de la gente. Uno trabaja duro para mantener al Atlético arriba", espetó Suárez.
Respecto a la lucha por minutos en punta de ataque, el uruguayo celebró la gran competencia que hay: "Obviamente que cuando hay jugadores de calidad a buen nivel, que marcan la diferencia, te sientes mucho más cómodo. El entrenador lo tiene difícil a la hora de decidir. Hay que aceptar a quién le toca jugar. Nos tenemos que aplaudir porque hicimos un partido perfecto", sentenció un Luis Suárez pletórico.
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