La cruzada del fútbol británico con la Superliga Europea continúa. La FA, que engloba a todos los clubes británicos, ha confirmado que aquellos equipos que no salgan de la nueva competición europea no podrán inscribir a jugadores extranjeros. Una medida tomada única y exclusivamente para que ningún equipo piense en sumarse a proyectos como el de la Superliga Europea.
Mark Bullingham, director ejecutivo del organismo, ha hecho oficial sus planes: "Podríamos ajustar algunos aspectos del sistema de visados para asegurarnos de que la gente solo obtiene visados para nuestras competiciones que nosotros acreditamos. Así, no podrán traer talentos del extranjero para jugar en competiciones que no autorizamos. No pueden traer jugadores extranjeros para jugar en esa competición".
La FA, en colaboración con el Gobierno británico, impediría dar licencias a aquellos jugadores extranjeros que fueran a equipos ligados a la Superliga, competición que al fin y al cabo no aceptan desde la Asociación Inglesa de Fútbol. Además, desde la FA también están negociando con la Premier League para obtener más poder en la gestión del fútbol británico.
Esta medida no es la única tomada por las autoridades británicas contra la Superliga Europea. Ya en un primer momento, el primer ministro Boris Johnson aseguró que estaban preparando una "bomba legislativa" para restar cualquier viabilidad presente y futura a una competición como la Superliga entre las que se planteaba intervenir en el precio de los derechos de retransmisión para reducir sus ingresos.
Sin embargo, más recientemente se confirmó un nuevo movimiento de los clubes de la Premier League contra la Superliga. Todos los integrantes firmaron un acuerdo donde se destacaban duras sanciones económicas para los equipos que no se desligaran de la nueva competición fundada. Un pacto que rubricaron los conjuntos británicos que fundaron la Superliga pese a no haberse desligado oficialmente hasta el momento.
A ello se suma el acuerdo alcanzado con la UEFA y que apoyaron el resto de clubes fundadores que acabaron arrepintiéndose. En él, se aceptaba una retención de ingresos por haber impulsado la Superliga y se fijaban sanciones millonarias en caso de volver apoyar la competición paralela a la Champions.
La UEFA no castiga
El organismo liderado por Aleksander Ceferin aseguró públicamente que estaban estudiando dejar fuera de la Champions League a los clubes que no se habían separado completamente de la Superliga. Una amenaza dirigida a Real Madrid, FC Barcelona y Juventus de Turín que, pese a todo, ha quedado en nada.
Los tres equipos han podido inscribirse en la Champions League de la temporada 2021/2022 y disputarán la competición europea como han hecho hasta ahora. Además, el caso de la Superliga ya está en los tribunales europeos a la espera de confirmar si la UEFA ejerce una actitud monopolística o no.
A lo largo de este 2021 se esperan novedades respecto a la competición, que pese a las 'bajas' continúa con vida. Desde la Superliga, de hecho, ya confirmaron que querían hablar con los diferentes organismos para poder reformar su proyecto y adaptarlo a las peticiones del fútbol continental.
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