La UEFA ha tardado un día en responder públicamente al revuelo que se ha formado con la polémica decisión de no dejar a Múnich lanzar un mensaje contra la homofobia en su estadio durante el partido de la Eurocopa entre Alemania y Hungría. El ente europeo ha reaccionado con una nota en la que ha cambiado el color de su símbolo por el arcoíris, pero donde ha seguido reafirmando su rechazo al gesto al considerarlo "político" por las circunstancias en las que se circunscribe. Eso sí, aclara que "el símbolo del arcoíris no es político". Por si fuera poco, este miércoles Aleksander Ceferin ha tachado de "populistas" estas iniciativas en favor de los derechos LGTB en unas declaraciones en el diario alemán Welt.
Todo comenzó cuando Dieter Reiter, alcalde de Múnich, aprobó en el Ayuntamiento una propuesta para mandar un mensaje al mundo contra la homofobia después de que Hungría esté sacando adelante una ley que restringe el derecho a la información de los jóvenes con respecto a la homosexualidad y la transexualidad. Para la UEFA, esto convertía el gesto en "una decisión política" y el organismo decidió rechazar la iniciativa para mantener su posición "política y religiosamente neutral" que recoge en sus estatutos.
Durante todo el mes de junio, Manuel Neuer está llevando un brazalete arcoíris para mostrar su apoyo al movimiento LGTB durante el conocido como mes del orgullo. La UEFA también abrió una investigación contra el portero alemán por lucir este símbolo, una causa que finalmente cerró sin sanción pero que sirvió de aviso. La noticia generó duras reacciones en Alemania. "Querida UEFA, ¡¿es en serio?!", escribió en sus redes sociales el exinternacional Thomas Hitzslperger, quien al concluir su carrera hizo pública su homosexualidad. El brazalete, según la argumentación para archivar la demanda, responde a una "buena causa".
Aunque hoy la UEFA podía haber dado su brazo a torcer y haber mandado un gesto al mundo de que el organismo condena cualquier actitud de la empresa o el gobierno que sea que atente contra los derechos de las personas, finalmente solo ha decidido cambiar su logo en las redes sociales. El rechazo ha vuelto a ser similar al que recibieron cuando determinaron que el Arena de Múnich no se iba a poder iluminar con los colores del arcoíris. Sí que lo harán otros muchos estadios alemanes en una iniciativa a la que se han sumado prácticamente todos.
Comunicado
Hoy, UEFA está orgullosa de llevar los colores del arcoíris. Es un símbolo que encarna nuestros valores fundamentales, promocionando todo en lo que creemos -una sociedad más justa, igualitaria, tolerante, sin importar su trasfondo, creencia o género. Mucha gente ha interpretado la decisión de UEFA de echar abajo la propuesta de Múnich de iluminar el estadio con los colores del arcoíris para el partido de la Eurocopa como "política". Al contrario, la propuesta fue política por sí misma, unida a la presencia del equipo de Hungría en el estadio para el partido de esta noche contra Alemania. Para UEFA, el arcoíris no es un símbolo político, si no un símbolo de nuestro propósito de una sociedad más diversa e inclusiva.
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