Alemania se ha rebelado contra la medida de la UEFA por la que impide al alcalde de Múnich cambiar los colores del Arena de Múnich para exhibir la bandera del orgullo LGBT. Dieter Reiter, en nombre del ayuntamiento de la ciudad, quería tener este gesto en el partido de la tercera jornada de la fase de grupos entre la selección germana y Hungría después de que el el Gobierno húngaro esté sacando adelante una ley que restringe el derecho a la información de los jóvenes con respecto a la homosexualidad y la transexualidad.
Por ello, varios clubes de la Bundesliga están anunciando que cambiarán el color de sus estadios a la hora del partido como protesta por esta cuestión y también por la decisión de la UEFA, que explicó en una nota que todo está motivado por "una decisión política" y que este organismo tiene que mantener su posición "política y religiosamente neutral". Es la justificación que ha dado para rechazar la petición de Reiter, aunque les proponen hacerlo en otras horas.
El Wolfsburgo, el Colonia, el Eintracht de Frankfurt y el Ausburgo ya han anunciado de forma oficial que cambiarán los colores de sus estadios por la bandera arcoíris. Todo ello llega después de la queja formal que hizo el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó: "La propuesta de iluminar el estadio se detecta claramente la intención de mezclar la política con el deporte, porque todo el mundo sabe de qué se trata".
La UEFA propuso a Múnich "iluminar el estadio con los colores del arco iris el 28 de junio, el Día de la Liberación de Christopher Street, o entre el 3 y el 9 de julio, que es la semana del Christopher Street Day". El mismo organismo abrió una investigación contra Manuel Neuer después de que portase el brazalete de capitán con los colores de la bandera arcoíris, aunque finalmente decidieron no imponerle ningún tipo de sanción.
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