Luis Enrique hizo cuatro cambios para el partido frente a Eslovaquia con el propósito de cambiar la imagen de una Selección que había dejado con muy mal sabor de boca en las dos primeras jornadas de la fase de grupos de esta Eurocopa. Uno de ellos ha terminado siendo el jugador diferencial para que España haya goleado a Eslovaquia y, finalmente, se haya clasificado como segunda de grupo. Pablo Sarabia, un jugador que estaba en el ostracismo para la prensa de cara a la convocatoria para este torneo, ha terminado siendo importante.
El jugador del PSG fue uno de los nombres que rechinaba en la sala de la Ciudad del Fúbtol de Las Rozas cuando el seleccionador dio la lista. Aunque ha jugado 37 partidos esta temporada, era suplente en su equipo donde tiene a grandes figuras como Mbappé, Neymar o Draxler por delante. Sus números tampoco destacaban con siete goles y cuatro asistencias, todas ellas en partidos jugados en Francia. Ni el foco de un gran equipo como el parisino le había aupado entre la prensa.
Si sorprendió su convocatoria, también provocó dudas que fuera uno de los cambios por los que apostaba Luis Enrique en los partidos frente a Suecia y Polonia. El recurso del gol era el atacante del PSG, por ejemplo, en lugar de Morata antes de Gerard, como en el primer encuentro. En el segundo choque también saltó al campo, aunque tardó algo más. La insistencia del seleccionador ha tenido su premio y ha encontrado una llave para abrir los partidos que tanto le costaba.
El madrileño comenzó muy activo el partido ante Eslovaquia. Estuvo a punto de rematar un gran balón en profundidad de Pedri. Algunos ya estaban criticando esta apuesta del seleccionador, pero pronto los callaría. Sería con fortuna, pero también valen estos goles. Sarabia se sacó un zapatazo desde la frontal después de aprovechar un error en salida de Eslovaquia. El balón golpeaba en el larguero y, según bajaba, se encontraba con la palma blanda de Dubravka para que acabase dentro de la portería.
Gol y asistencia
Su empuje desde la banda derecha seguiría haciendo daño a una Eslovaquia que no sabía cómo pararle. España se fue al descanso con 0-2, pero quería más. El delantero del PSG quería llevarse un gol con su nombre y aprovecharía una gran jugada de Pedri para encontrar a Jordi Alba en el área. El jugador del Barça pondría un pase al centro del área que remataría Sarabia. El madrileño la empujaba para hacer el tercero del partido y redondear un partido de gran nivel.
El del PSG todavía tendría la oportunidad de ponerle un balón al área a Ferran Torres, que acababa de saltar al campo, para hacer el cuarto diez minutos después. Luis Enrique explicó en la previa que la botella de champán estaba a punto de descorcharse y que, cuando lo hiciera, no iba a parar de salir. Cinco goles lo demuestran. El canterano del Real Madrid que salió para despuntar en Getafe y Sevilla y ahora busca su sitio en Francia ha sido la estrella de España en este primer gran partido de la Selección.
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