"Chris, stay strong, I love you". Fue la celebración que realizó Lukaku cuando marcó en el inicio del Bélgica - Rusia. El delantero del Inter, compañero del danés, fue uno de los muchos jugadores que tenían la cabeza más fuera que dentro del terreno de juego. Su amigo estaba ingresado en el hospital tras un desvanecimiento en pleno partido. Aunque estable, era imposible no seguir pensando en él.
Lukaku comenzó fuerte ante Rusia y en un error defensivo batió al arquero. Nada más anotar, buscó una cámara y se fue hacia ella. Eligió la de uno de los laterales para, así, mandar un mensaje que tenía muy claro desde antes de saltar al terreno de juego. "Chris, estate fuerte, te quiero", gritó Lukaku ante el objetivo. Una celebración muy aplaudida y que no tardó en hacerse viral en redes sociales.
Ambos comparten equipo en Italia. Ambos, de hecho, se han proclamado campeones de la Serie A esta temporada. Por ello, como sucedió con los propios compañeros de Eriksen en Dinamarca, o con los cientos de jugadores que mandaron sus mensajes de apoyo en plataformas como Twitter, Lukaku tuvo su particular gesto.
Ya antes del partido, Lukaku fue serio protagonista a la llegada al estadio. El jugador, sin embargo, apenas dejó ver su rostro al llevar la mascarilla pertinente y una gorra que evitaba ver demasiado sus sensaciones de preocupación.
El duelo, además, estuvo en el aire hasta el último momento. Tras lo sucedido en el Dinamarca - Finlandia, eran muchas las dudas sobre si el encuentro de las 21:00 se iba a disputar como estaba previsto. La UEFA no dio detalles sobre qué podía ocurrir y el procedimiento fue el habitual entre los jugadores. Finalmente, después de reorganizarse el Dinamarca - Finlandia para las 20:30, se dio por hecho que a las 21:00 comenzaría el duelo de Bélgica.
El susto con Eriksen
El jugador danés estaba liderando a los suyos ante Finlandia. Sin embargo, antes de llegar al descanso, hizo saltar las alarmas al desplomarse en el terreno de juego. Eriksen perdió el conocimiento, los jugadores de ambas selecciones empezaron a saber que la cosa era seria y los servicios médicos saltaron al césped para intervenir lo más rápido posible.
Eriksen recibió un masaje cardiorrespiratorio durante cerca de diez minutos. Durante todo ese tiempo, las cámaras de la UEFA no se apartaron del jugador. Una decisión que no gustó a nadie, especialmente a los jugadores que se organizaron rápidamente para evitar que se grabara a Eriksen. Comandados por Delaney, la plantilla danesa se reunió en torno al jugador del Inter y le escoltaron hasta cuando fue trasladado en camilla al interior de las instalaciones.
Así, los compañeros y amigos de Eriksen consiguieron que no se grabaran más imágenes de la intervención médica. Además, ellos mismos se encargaron de intentar tranquilizar a la hermana del jugador, que bajó al campo preocupada por la situación.
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