El FC Barcelona está teniendo un mercado de fichajes bastante más complicado de lo que esperaba encontrarse. Sin dinero para fichar y solo atacando a jugadores sin contrato, todo parecía color de rosas aunque las piezas conseguidas no fueran precisamente caza mayor.
Aún así, el Barça está encontrando rebeldes en el mercado que quieren desestabilizar la buena línea marcada por Laporta y su junta con los movimientos de Agüero, Eric García y Emerson. El primero en bajarse del barco ha sido Gini Wijnaldum, que está muy cerca de cerrar un acuerdo por tres años con el PSG.
Quién también podría seguir sus pasos, aunque parece más improbable, es Memphis Depay. El futbolista, deseo expreso de Ronald Koeman, todavía no ha firmado con los azulgranas y cada vez que habla muestra su interés por equipo culé, pero también deja la puerta abierta al interés de algún grande más.
Sería extraño que Depay se le escapara al Barça, aunque Laporta también tiene varios asuntos que resolver en su propia plantilla. El más importante de todos es Leo Messi, pero no es el único. La renovación del argentino, aunque no está cerrada, va por buen camino si se compara con otros nombres de la plantilla.
El caso Dembélé
Uno que promete dar mucha guerra a Laporta es Ousmane Dembélé. El extremo francés termina contrato la próxima temporada y por eso ha llegado a un punto en el que tanto club como jugador deben tomar una decisión. El pasado verano, Dembélé era un jugador con el cartel de transferible colgado hasta de las zapatillas. Sin embargo, su aceptable temporada, con destellos a muy buen nivel y la imposibilidad de fichar a algún delantero de talla mundial provocan que ahora tanto Koeman como el club vean bien que se quede. Pero no a cualquier precio.
El Barça ya ha llamado a Dembélé para ampliar su vinculación con el club en varias ocasiones, pero de momento no ha recibido respuesta ni siquiera para sentarse a hablar. Tanto el extremo galo como sus agentes están dando largas al Barça de forma preocupante y en la entidad azulgrana se lo están empezando a pensar.
Tal y como informa Mundo Deportivo, Joan Laporta tiene serias sospechas de que este comportamiento se debe a la posibilidad de que Dembélé ya tenga un acuerdo con otro club para salir el próximo verano, y no este, gratis. Así, su salario sería mayor e incluso podría pedir una prima de fichaje.
El nuevo presidente no quiere llegar a la situación de perder a una de sus mayores ventas sin coste alguno y por eso quiere lanzarle un ultimátum que se hará efectivo tras la Eurocopa. Si no hay una respuesta antes, el máximo dirigente del Barça forzará ese encuentro para sellar una renovación definitiva o, de lo contrario, ponerle de nuevo el cartel de transferible este verano.
Lo que no es una opción para el FC Barcelona es que Dembélé pueda permanecer un año entero sin renovar y que a partir del próximo mes de enero, el jugador pueda firmar con otro equipo sin pedir cuentas a nadie. Laporta lo tiene claro, renovación o venta con respuesta inmediata, pero no dará continuidad a esta especie de 'juego sucio'.
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