La de Braithwaite, delantero del Barça, es la historia de un futbolista que pudo no serlo. Entre sus cinco y siete años, sufrió un trastorno de la cadera (la enfermedad Legg-Calvé-Perthes) que amenazaba con provocarle deformaciones en el fémur. Por entonces tuvo que ir en silla de ruedas y cuenta en la CNN su calvario:
"Pese a la dureza de lo vivido, Braithwaite habla sin tapujos del problema que padeció en su infancia: "No tengo muchos recuerdos porque es un momento muy triste. Estás mirando a todos los niños corriendo, sonriendo, jugando. Fue un período realmente difícil de mi vida. Recuerdo la sensación de no sé cómo decirlo... Vergüenza, por ser diferente. No quería ese tipo de atención".