El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado al Granada a abonar a su exjugador Guilherme Siqueira 200.000 euros pendientes de pago desde 2013, una cuantía pactada en concepto de indemnización por su cesión al Benfica portugués.
La sentencia de la Sala Social del alto tribunal, a la que ha tenido acceso EFE, confirma el fallo emitido por el Juzgado de lo Social 7 de Granada y desestima las alegaciones presentadas por el club rojiblanco contra las pretensiones del que fue su jugador.
La causa arranca en 2013 después de que el Granada Club de Fútbol acordara con el que era su jugador una cesión temporal al Benfica.
En virtud del contrato de trabajo de jugador profesional entre el demandante y el club, la cesión incluyó una indemnización a Siqueira en un acuerdo que rubricó como presidente Enrique Pina.
Un año después, en julio de 2014, la relación laboral de Siqueira y el club se acaba por su traspaso al Atlético de Madrid.
Según la sentencia, resulta "indudable" que este cambio de club tras la cesión no modifica los acuerdos anteriores.
Cuando el jugador se marcha definitivamente del Granada firma un contrato en el que dice estar al corriente de todos los pagos "a excepción de la cantidad de 240.000 euros netos en concepto de indemnización pagaderos", importe pendiente desde su cesión, un acuerdo que se registra además en la Liga Nacional de Fútbol Profesional.
Desde entonces, las reclamaciones del pago de la cuantía se han repetido, por lo que Siqueira presentó una reclamación ante la Asociación de Futbolistas españoles para exigir el pago, una actuación que retiró ante un plan de pagos del club que solo entregó los primeros 20.000 euros.
En octubre de 2016 y ante las reclamaciones del jugador, el Granada mandó un documento asegurando su "total desconocimiento" del documento de reconocimiento de la deuda con el jugador y argumentado que la titularidad del club había cambiado y que, la nueva, no daba validez a dicho documento.
Sin embargo, el TSJA ha confirmado que el club debe abonar al que fue su jugador los 200.000 euros adeudados en concepto de indemnización por la cesión.
La sentencia, contra la que cabe recurso de casación, también condena al club a perder los depósitos efectuados para poder recurrir y a abonar 600 euros al letrado del demandante.