¿Por qué en España hay aficionados que pueden entrar al campo y otros que no? ¿Cuándo volverán los seguidores a las gradas? ¿En manos de quién está la decisión final? Y todo por culpa de la Covid-19. Son algunas de las preguntas que se plantean los hinchas españoles de deportes tan extendidos como el fútbol o el baloncesto.
La división de competencias, y las diferentes posturas adoptadas por los estamentos pertinentes, han hecho que el panorama nacional sea toda una coctelera con medidas dispares en cada rincón. Para comprender el desbarajuste en el deporte nacional, EL ESPAÑOL detalla a qué se deben los diferentes accesos de los aficionados y a quién pertenecen las competencias de cada liga, así como las opiniones de los diferentes organismos implicados.
Todo ello partiendo de que el deporte profesional está en manos del Consejo Superior de Deportes, y por ende del Gobierno, y que el deporte no profesional está en manos de cada Comunidad Autónoma tras el último protocolo emitido por el CSD.
El CSD manda en La Liga y ACB
La postura del Consejo Superior de Deportes desde el inicio de la pandemia ha sido clara. No podía haber afición en los estadios deportivos. Ya lo sostuvo antes del verano, cuando se reanudaron las competiciones para finalizar la temporada, y repitió el mensaje después. Irene Lozano llegó a fechar en 2021 el regreso del público a las gradas de los estadios.
Sin embargo, las competencias del CSD son limitadas. Actualmente solo tienen mando sobre las ligas profesionales del país, es decir, La Liga y la ACB. Las dos principales competiciones del territorio nacional, la de fútbol y baloncesto, no admiten público. Ninguna de las dos y, además, no se espera que lo hagan a corto plazo.
Tanto Javier Tebas como Antonio Martín, presidentes de ambas asociaciones de clubes, saben de la importancia que tiene permitir la vuelta de público a sus gradas. Es un impulso económico para todos los clubes. Pero, a pesar de que en los dos casos querían abrir las puertas cuanto antes, sus conversaciones con el CSD han sido suficientes para saber que el organismo liderado por Irene Lozano no permitirá la vuelta de hinchas a los estadios y pabellones hasta, como mínimo, 2021.
UEFA y Euroliga abren las puertas
A diferencia de las dos principales ligas nacionales, en competiciones europeas como la Champions League, la Euroliga, la Eurocup y otras del mismo ámbito sí está permitida la asistencia de aficionados a los partidos. Son las propias organizadoras las que dan el visto bueno a que se juegue con gente en el encuentro y ya es cosa de cada club y autoridad local determinar si asisten aficionados o no.
La UEFA dio la noticia hace unos días de que aceptaría aficionados en las gradas en el inicio de la Champions League y Europa League. Eso sí, como máximo un 30% de aforo y siempre previo permiso de las autoridades locales. Aquí es donde reside el conflicto en España. El CSD no tiene competencias y su negativa no tiene efecto inmediato. Solo las Comunidades Autónomas, que son las que lo determinan, o la propia UEFA pueden actuar. Tal y como contó EL ESPAÑOL, el CSD se reunió con todas ellas para tratar el asunto. Días más tarde, una amplia mayoría respaldó al Consejo Superior de Deportes salvo algunas excepciones. Madrid y Cataluña, entre otras, se negaron a abrir las puertas.
En el caso del baloncesto, la Euroliga está permitiendo también la asistencia de público. Se han visto aficionados en Lituania, aglutinando a 5.000 hinchas, también en el pabellón del Baskonia, en el del Joventut de Eurocup... pero no en los del Real Madrid, por ejemplo. La razón no es otra que, al igual que en el fútbol, la responsabilidad recae en las Comunidades Autónomas. El ok de la competición europea no basta.
Recientemente la Real Sociedad publicó su plan para permitir la entrada de 1.000 aficionados en el partido ante el Nápoles. El CSD no puede hacer nada, la UEFA tiene dado el visto bueno y es el gobierno vasco el que debe determinar si se acaban cumpliendo las esperanzas del equipo. Sin embargo, las noticias publicadas sobre el rechazo de la Generalitat a la presencia de público en El Clásico de La Liga no tiene mayor alcance, pues es el CSD el que tiene competencias sobre el acceso de aficionados en la Primera División y no la Comunidad Autónoma.
El papel de las CCAA
Las Comunidades Autónomas no solo tienen potestad para determinar si se juega con público o sin él en competiciones europeas. También pueden hacerlo en todas aquellas ligas consideradas no profesionales como puede ser el fútbol sala, la Liga Iberdrola y demás disciplinas similares. El protocolo sanitario del CSD simplemente recomendó la no asistencia de aficionados, pero lo dejaba en manos de cada Comunidad Autónoma.
La principal explicación que se da a que en estos casos sí se juegue con público no es otra que la económica. Los clubes llevan meses sin ingresos, en una temporada más larga de lo habitual y con claras dificultades financieras para salir adelante. Además, dados los aforos con los que cuentan en sus campos y pabellones, en cantidad son menores que los del 30% permitidos por la UEFA.
Las negociaciones entre cada Comunidad Autónoma y cada club son las que acaban por determinar qué cantidad de público está permitido para entrar al partido.
Las críticas
Esta situación con diferentes normativas, decisiones y escenarios deportivos ha provocado cierto enfado en el mundo del deporte. ¿Es justo que un equipo juegue con público y que otro no? ¿Es justo que se produzcan diferencias entre competiciones?
Hay técnicos como Pablo Laso, entrenador del Real Madrid de Baloncesto, que ya señaló que lo más equitativo sería que o todos los equipos jugasen con público o ninguno. Y recientemente, otro técnico como Ataman ha defendido la misma postura.
En lo que respecta al fútbol, aún no hay una decisión definitiva. La UEFA, por el momento, no se ha mostrado muy optimista sobre cumplir su promesa en el territorio español. En su última entrevista dejó claro que si el gobierno español, conocedor de la situación sanitaria, no daba el visto bueno, la UEFA tampoco lo haría.
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