Carlos Rodríguez se ha convertido en uno de los nombres propios del ciclismo con su actuación en el Tour de Francia. El corredor español sorprendió a los dos favoritos de la carrera, Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, para arrebatarles la victoria en la 14ª etapa de la ronda francesa.

Esto supuso un hito para España, ya que no se lograban tres victorias en la misma ronda desde 2009. En aquel año, Alberto Contador, Juanma Gárate y Luis León Sánchez consiguieron el triplete para nuestro país. 14 años más tarde, se ha vuelto a alcanzar esa cifra gracias a los triunfos parciales de Pello Bilbao, Ion Izagirre y el propio Carlos Rodríguez.

"Es increíble, es algo que cuesta creer, el Tour de Francia es la principal carrera del mundo, todo un sueño", explicaba en primera estancia tras cruzar la línea de meta el primero en Morzine. Es como "vivir un sueño, algo increíble, en la mejor carrera del mundo", añadía un exultante Carlos Rodríguez.

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Lo cierto es el corredor del Ineos sacó a relucir todo su talento tras dejar atrás a Vingegaard y Pogacar en el descenso del Joux Plane. Una demostración feroz de un ciclista que cuenta solo con 22 años y que ya está luchando con los mejores por alcanzar el podio, ya que ahora mismo ocupa la tercera plaza tras arrebatársela a Hindley.

"Fui a hacer la mejor etapa posible, podio o no, no sé cuanto le habrá afectado la caída a Hindley, pero es algo que no me gusta. Si le he sacado tiempo porque estaba tocado no me gusta. Ojalá tengamos una buena lucha hasta París. Estoy muy contento y espero que siga así", resaltó el de Almuñécar.

Agradecido a su equipo

Pese a que su exhibición en los últimos kilómetros camino de Morzine fue completamente en solitario. El corredor español quiso acordarse del trabajo realizado por Ineos a lo largo de la etapa y de todo el Tour de Francia, donde le han apoyado como principal baza.

"Solo puedo decir gracias al equipo, por su ayuda y por creer en mí, para mí eso es muy importante", resaltó ante los medios. Por otro lado, hizo referencia a su gran subida a la Joux Plane, donde se quedó de inicio pero fue recortando poco a poco la diferencia hasta enlazar. 

"Subí lo mejor que pude, y luego en el descenso cuando los alcancé tiré a fondo hasta el final, asumí riesgos, e incluso pasé miedo en alguna curva", agregó Carlos Rodríguez.