Es el hombre que lo centra casi todo en el ciclismo actual, ese joven prodigio del deporte que, con tan sólo 24 años, ya puede ser catalogado sin miedo al error como uno de los mejores ciclistas de toda la Historia. Tadej Pogacar ha puesto patas arriba desde su irrupción el mundo de la bicicleta y ha regalado al espectador los momentos más brillantes de las últimas décadas gracias a su manera de entender la competición.
El esloveno estaba dispuesto a firmar una nueva proeza el pasado fin de semana. Se plantó en la línea de salida de la Lieja-Bastoña-Lieja, el cuarto Monumento de la temporada, dispuesto a completar con victorias el famoso Tríptico de las Ardenas, es decir, Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja. La primera la ganó a lo grande y desde lejos, la segunda como es habitual en la subida final, y quería repetir hazaña en la última.
Sus opciones se truncaron sin embargo en los primeros compases del día. Ni siquiera había cubierto 100 kilómetros del recorrido cuando se produjo una de esas habituales caídas en el pelotón. No es uno de los que se suela ver involucrado de forma asidua en este tipo de incidentes, pero salvar siempre la papeleta es muy complicado y esta vez le tocó a él.
Se esperaba que no fuera nada, que pudiera levantarse, subir a la bici y seguir pedaleando como si nada, pero la preocupación fue en aumento y enseguida saltaron las alarmas pensando en el Tour de Francia. Pogacar tan sólo se levantó para montarse en el coche del equipo e ir directamente al hospital. "Sufrió fracturas en el escafoides izquierdo y los huesos semilunares. El escafoides requerirá cirugía a la que se someterá esta tarde con un cirujano especialista en Genk", comentó el equipo sobre el alcance de la lesión que le había forzado a abandonar.
Todo salió bien de ese paso por el quirófano. Tadej tuvo "una fractura de escafoides conminuta que requirió un pequeño tornillo para realinear los fragmentos óseos", dijo el doctor del equipo, así que ahora se espera una recuperación de unas seis semanas. Eso sí, comenzará con la rehabilitación de manera casi inmediata y en pocos días estará haciendo rodillo para no perder la condición física.
La cuenta atrás
Restan 66 días para que dé comienzo el Tour de Francia con esa Grand Départ en el País Vasco. El 1 de julio Bilbao dará el pistoletazo de salida a la edición número 110 de la ronda gala en la que hay muchísimas esperanzas depositadas por los espectadores. El espectáculo que el año pasado brindaron Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard es de esos que se ven muy de vez en cuando, pero se esperaba otra batalla de tú a tú entre los dos grandes favoritos.
"Sí, voy a tener algo de vacaciones después de la Lieja-Bastoña-Lieja, pero primero estoy completamente centrado en la línea de meta", decía el corredor del UAE Team antes de montarse en la bici en Bélgica. No llegó a la línea de meta y tuvo que retirarse antes de tiempo como consecuencia de una dura caída que le dejó la muñeca rota.
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En realidad, los planes en cuanto a la pura competición se refiere no han cambiado demasiado para el doble ganador del Tour de Francia. No tenía previsto correr ninguna carrera en las próximas fechas y, después del gran esfuerzo que ha realizado en este primer tramo de la temporada, quería tomarse un pequeño descanso y comenzar a focalizarse por completo en la Grande Boucle.
Sin embargo, esta lesión en la muñeca sí que alterará la forma de encarar los momentos previos al Tour de Francia. Las cerca de seis semanas que tardará en recuperarse alterarán su calendario de entrenamientos y también de concentraciones. Para empezar, el esloveno no podrá estar en el próximo stage de su equipo en Sierra Nevada, una de esas excursiones que se hacen a menudo para entrenar en altura.
Los plazos dicen que Pogacar llegaría justo para disputar el Tour de Eslovenia, la carrera de casa a la que no ha faltado en los dos últimos años. Arranca el 14 de junio, unos 10 días después de su recuperación definitiva, aunque él ya ha demostrado en más de una ocasión que no necesita demasiado rodaje previo para ganar a quien sea. Lo que sí parece totalmente descartado es Dauphiné, que arranca el 4 de junio.
El gran favorito
Todo el mundo se sobrecogió cuando conoció el alcance de la lesión de Tadej Pogacar. La gran cita de la temporada se acerca y cualquier percance puede ser definitivo, pero hasta para caerse es bueno el esloveno. Dentro de la gravedad que reviste el hecho de tener que pasar por el quirófano, su recuperación puede ser sencilla.
Pese a este contratiempo, nadie duda de que el esloveno sigue siendo seguramente el favorito número 1 para ganar su tercer Tour de Francia por mucho que Jonas Vingegaard defienda el título. El corredor del Jumbo también ha arrasado allá por donde ha pisado, pero la espectacularidad de las victorias de Tadej seguramente esté varios pasos por encima.
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Sus registros son espectaculares. 10 victorias en 19 días de competición, eso sin sumar los títulos en las clasificaciones generales. Comenzó la temporada ganando a lo grande en la Clásica Jaén Paraíso Interior, siguió en la Vuelta a Andalucía, posteriormente en la París Niza y a partir de ahí se centró en las Clásicas y en los Monumentos. Ganó el Tour de Flandes, la Amstel Gold Race y la Flecha Valona. Quedará para siempre la incógnita de qué hubiera pasado en Lieja.
Ahora Pogacar tiene otro reto por delante, el de recuperarse de la mejor forma posible, no correr en los plazos y evitar que le queden secuelas en su muñeca. Se trata de una zona muy sensible que amortigua los golpes y que puede dar muchos quebraderos de cabeza. Llegará al Tour, quiere hacerlo en perfectas condiciones y sueña con su tercer título en París.