No hay manera de que España supere su mal fario en las grandes vueltas. Ni metiendo en la escapada a la mitad de los corredores que el país tiene en el Tour de Francia 2022 se logró este domingo. Los equipos de Jonathan Castroviejo, Carlos Verona, Ion Izagirre y Luis León Sánchez decidieron que estuvieran en la dura fuga del día. Los dos primeros se quedaron cerca de dar caza a Bob Jungels. Quedaron segundo y tercero respectivamente, prolongando la racha negativa de etapas sin victoria hasta las 105.
La crisis del ciclismo español también se ejemplifica en el número de representantes en la carrera. En un principio iban a ser diez, pero la baja de última hora de Cristian Rodríguez, del TotalEnergies, reduce todavía más la nómina de participantes patrios a nueve. 2022 es la edición con la presencia numérica más baja de este siglo, muy lejos de cuando en 2003 iban 43, en 2007, 41, y en 2005, 35. Son pocos, aunque con calidad. Lo demostraron este domingo Castroviejo y Verona, a pesar de quedarse con la miel en los labios.
Por lo menos se rozó la victoria para abrir la esperanza de que se volverá a ganar una etapa después de cuatro años de sequía en la Grande Boucle. Los españoles están ahí cuando llega la montaña. Se dejan ver, luchan por la victoria y demuestran que hay calidad en las piernas de todos aquellos formados al sur de los Pirineos. Fue en los Alpes donde sucedió este primer conato de rebelión nacional. Mientras, la gran esperanza para la general, Enric Mas, no pudo mostrarse ante los favoritos.
Castroviejo destacaba como contrarrelojista hasta que se convirtió en uno de los mejores gregarios del pelotón. El de Ineos se ha pasado los últimos días protegiendo a los Geraint Thomas, Adam Yates y Daniel Felipe Martínez del viento y todas las inclemencias. Pero este domingo tuvo la libertad para irse por delante. Sin movimientos entre los favoritos, el español sabía que no tendrá muchas más opciones para verse en una así.
Verona está en un estado de forma formidable. Lo demostró en el Dauphiné ganando la etapa reina. El de Movistar contó con el beneplácito del equipo para dejar solo a Mas, que fue asistido este domingo por un Matteo Jorgenson que también gana enteros en el cuadro telefónico. Su equipo necesita recabar puntos UCI para no sufrir en la parte final de la temporada con un descenso de categoría que planea en el ambiente. Ese es el consuelo que le queda al madrileño de su tercer puesto.
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Omar Fraile fue el último en ganar en el Tour de Francia para el país. Lo hizo en el aeródromo de Mende en 2018. Desde entonces han pasado 79 etapas. España cuenta con ciclistas consumados por su historial, pero tras Alejandro Valverde sigue sin haber relevo de una gran estrella. Ni los Mikel Landa o Pello Bilbao (ausentes en la cita francesa), Enric Mas, Marc Soler o los Izagirre están consiguiendo que el ciclismo nacional se lleve alegrías en las grandes vueltas.
El 25 de octubre de 2020 ganó Ion Izagirre en Aramón Formigal la sexta etapa de La Vuelta. Esa fue la última victoria de un ciclista español en una gran vuelta. Desde entonces, el ciclismo nacional vive inmerso en una crisis de resultados en las que los españoles han conseguido algún podio, como Landa en el Giro de Italia 2022, o se han quedado cerca de un triunfo parcial. Ninguno ha copado la atención que requiere el ganador de una etapa de un Tour de Francia o de las rondas española e italiana.