Pese a la tranquilidad relativa hasta Lavelanet, la llegada a los Pirineos será toda una montaña rusa a partir de Montségur: los escaladores saciarán su apego por la altura en la ciudadela del vértigo y sus pendientes pronunciadas y, después, en los puertos de la Croix des Morts y Saint-Louis, a los que se accederá atravesando el espectacular viaducto de l'Escargot.
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