Chris Froome no se rinde. Ese es el mensaje que ha querido mandar a todos sus aficionados a través de las redes sociales. El ciclista británico, a pesar de los duros reveses que se ha llevado en los últimos años, sigue con su ánimo y con sus ganas casi intactas de volver a pelear con los más grandes del pelotón internacional.
De momento, no ha conseguido hacerlo y eso que ya han pasado cerca de dos años de su terrible caída en el Dauphiné que le tuvo más de seis meses parados y que dejó a un Froome completamente nuevo y desconocido. Ahora, el Froome que deambula por el pelotón el es el humano y el que sufre por cubrir etapas agarrado al gran grupo.
Sin embargo, el excorredor del equipo INEOS quiere dar la vuelta a la situación y por ello se ha fijado el Tour de Francia como su gran objetivo. Lleva varios años soñando con entrar en el club de los ganadores en cinco ocasiones de la ronda gala, pero su caída ha dado al traste con esa histórica aspiración.
A pesar de ello, Froome no se rinde y quiere volver a intentarlo este año después de que el pasado curso, INEOS Grenadiers le sacara de la lista definitiva para la carrera francesa. La realidad era que en las pruebas que había participado, no había dado el nivel, no solo para pelear por un puesto en la general, sino ni siquiera para aguantar entre un grupo de corredores bastante amplio.
Esta temporada se ha podido comprobar de nuevo como la forma de Froome está a años luz de la que exhibía antes de su caída. Ni siquiera el cambio de equipo y su llegada a un entorno más calmado como el de Israel le han servido para espantar todos los fantasmas. De momento, no quiere hablar de retirada, pero carrera tras carrera está recibiendo palos muy duros de encajar.
Aún así, Froome sigue con su buen humor habitual y con su humildad de siempre, esa que le llevan a machacarse siempre al máximo para pelear por los grandes objetivos que se fija. En este caso, Chris Froome sigue soñando con reinar en el Tour de Francia o, al menos, para poder pelear por ello y volver a batirse contra los mejores.
Lo cierto es que para la afición al ciclismo sería increíble poder ver a Chris Froome, uno de los mejores ciclistas de la última década, pelearse contra las nuevas generaciones, esas que amenazan con superar su legado. Ver al británico batallar en las montañas del Tour contra los Pogacar, Roglic y compañía podría ser un magnífico y Froome quiere que sea ya este año.
Froome en el Teide
Por ello, ha llevado en las últimas semanas su preparación a otro nivel con una concentración en altura. Semanas de entrenamientos exigentes en el Teide para ponerse a punto, exprimir al máximo su cuerpo y su peso, y poner sus piernas fuertes como cuando era el capo absoluto del pelotón. Los resultados podrán empezar a verse a partir de la próxima semana con su participación en el Dauphiné.
Con esa ambición que siempre le ha caracterizado, ha regalado para todos sus aficionados unas impresionantes imágenes entrenando en unas rampas de lo más exigentes y bautizadas como 'la subida más dura y empinada del mundo'. El líder del Israel aparece agarrado a su Factor y retorciéndose con gran sufrimiento para superar las tremendas pendientes.
Froome se ha convertido en uno de los ciclistas más activos en redes sociales con su propio canal de YouTube y, al menos, está poniendo todo de su parte para volver a lo más alto tal y como muestra en sus vídeos. Pelear por el Tour de Francia será otra historia diferente, pero al menos el británico disfruta de la bicicleta y sueña con que su preparación vaya por el camino más correcto y próspero posible.
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