Impresionante etapa la vivida en la última jornada de la Vuelta al País Vasco que ha dejado un importante cambio en la clasificación general. La valentía, el talento y la fuerza de Primoz Roglic dieron sus frutos tras un ataque en el descenso del Gorla tras un sorprendente movimiento del equipo Astana.
El esloveno se lanzó sin miedo pillando desprevenidos tanto a McNulty como a Pogacar para formar el grupo de los elegidos. Después, fue rompiendo uno a uno a todos los rivales que se pusieron en su camino hasta abrir un hueco considerable y dejar sellada la clasificación general. La victoria de etapa fue para David Gaudu, que consiguió hacer tándem con el esloveno para llegar a meta y poder levantar los brazos en una etapa histórica.
La última etapa de esta Itzulia 2021 estaba preparada a conciencia para convertirse en una jornada para el recuerdo y vaya si lo ha sido. Además, no ha hecho falta esperar hasta la dura ascensión a Arrate para que la carrera saltara por los aires. Primoz Roglic, merecido campeón de la carrera, fue el principal agitador. Tras su caída en la Paris-Nice que le privó de llevarse también la general en aquella, ha vuelto a dar una auténtica exhibición demostrando que no solo sabe cimentar sus victorias en las metros finales y en las contrarrelojs.
El día comenzó a gran velocidad con un pelotón que no estuvo por la labor en ningún momento de permitir la formación de escapadas. A palos y a base de mucha raza, algunos corredores consiguieron lanzarse por delante del gran grupo en una aventura que estaba marcada con el calificativo de suicida para el resto del día. El ritmo durante toda la jornada fue absolutamente infernal.
Sin embargo, ya en la mitad de esta corta etapa de apenas 112 kilómetros se consiguió formar un grupo delantero formado por corredores de la talla de Enric Mas, Richard Carapaz, Carthy, Tolhoek, Bevin y Fraile. Sin duda, un grupo que tenía mucha calidad y que quería tener aspiraciones de triunfo de etapa, pero que se vio engullido por la enorme exhibición del doble ganador de La Vuelta.
Las diferencias empezaron a sobrepasar los 30 segundos cuando en el grupo de los favoritos, Valverde desató las primeras hostilidades con un aviso a falta de 75 kilómetros para meta. Fue en el puerto de Gorla, que empezó a ser el primer juez de la carrera al ser la ascensión más larga de la jornada. Sin embargo, la carrera se jugó en el descenso.
Empieza la fiesta
El Astana agitó la coctelera y lanzó a dos corredores en la bajada y a su rueda se soldó un inteligente Primoz Roglic. Valverde también vio el órdago lanzado y decidió apretar hasta que se formó un pequeño grupo con casi todos los favoritos. Por detrás, el equipo UAE se había quedado a por uvas y Pogacar y McNulty se vieron obligados a emprender una extenuante persecución en solitario.
Diferentes corredores se fueron uniendo a ellos, pero sin pasar al relevo. El líder la carrera y el actual ganador del Tour de Francia estaban contra las cuerdas. Mientras tanto, Roglic y el Movistar hacían la carrera por delante. Los UAE consiguieron el apoyo por el camino de Marc Hirschi, pero su guerra había sido otra y su empuje duró poco. A su vez, el grupo de Roglic cazaba a los escapados y permitía que tanto Carapaz como O'Connor saltaran hacia delante llevándose también a Bevin. La carrera era un auténtico zafarrancho. Por si eso fuera poco, Enric Mas, que venía de la fuga, se puso también a tirar en favor del 'Bala'.
Los kilómetros fueron pasando y la carrera se rompió aún más. Brandon McNulty, líder de la general, explotaba por completo y se descolgaba del grupo de su compañero, al igual que Pello Bilbao, que perdía unos metros. Por delante, Roglic se enteró de lo sucedido y decidió tensar aún más la cuerda soltando de su rueda a Landa y Valverde. Quería mantener un pulso con Pogacar, frente a frente, y salir victorioso.
El corredor del UAE seguía avanzando hacia delante recogiendo cadáveres una vez que su compañero McNulty se hundió definitivamente. Capturó a los dos españoles que habían perdido comba con Roglic y se lanzó en su búsqueda formando un gran grupo en el que también estaban Adam Yates o Esteban Chaves. Todos contra el general del Jumbo. Hasta Vingegaard, compañero de Roglic, se soldó a la rueda de un desesperado Pogacar que tenía una contrarreloj en solitario hasta meta.
Roglic se lanza
Las diferencias, que habían sido hasta de un minuto en favor de Roglic, empezarona caer incluso por debajo de los 40 segundos. Parecía la explosión del líder del Jumbo, pero solo se trató de un parón para seguir cogiendo fuerzas. Cuando Primoz ya rodaba en cabeza junto a Gaudu y Carthy, se alió con el francés para dar el estacazo definitivo al ciclista del Education First que había estado en la fuga durante todo el día. "Para ti la etapa y para mí la gloria", le dijo a Gaudu, y juntos se marcharon a falta de 6 kilómetros para meta quemando la subida a Arrate y dejando a Pogacar sin margen de actuación.
Al final, y a pesar de que Gaudu le pidió algún relevo al esloveno, terminó comprando la oferta de Roglic y comandó los últimos kilómetros de la prueba hasta levantar los brazos ante un Primoz que animó la llegada con gestos de victoria. Una victoria imperial ante el rival que le había arrebatado el Tour hace ya casi un año. Por detrás, Valverde entró tercero en meta y Vingegaard selló su sorprendente segundo puesto en la clasificación por delante de un Pogacar derrotado, pero que lo dio todo.
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