Espectacular exhibición de poderío, calidad y táctica la exhibida por el equipo Deceuninck Quick Step en la quinta etapa de la Vuelta al País Vasco que concluyó con una sensacional victoria de Mikkel Honoré. El ciclista de la escuadra belga pasó primero por la línea de meta, aunque lo hizo junto a su compañero equipo Cerny. Día de mucha alegría para la 'manada' de lobos de Patrick Lefévère.
Por detrás, fue un día sin diferencias entre los grandes favoritos a la clasificación general a pesar de que el equipo Astana intentó poner en jaque al grupo con un movimiento final de Omar Fraile y Álex Aramburu, que por un momento soñaron con sacar diferencias y apuntarse la tercera victoria del equipo kazajo. McNulty continúa de líder por delante de Roglic.
Quinta etapa de esta Itzulia 2021 y quinto día de mucho espectáculo en una jornada más que fue como disputar una clásica muy especial por las carreteras del País Vasco con final en Ondarroa. Terreno siempre escarpado, con subidas cortas y exigentes y mucho ritmo tanto en la parte delantera como en el pelotón, que soñó con pelear por la victoria hasta los kilómetros finales, pero la ofensiva del Deceuninck Quick Step fue realmente imparable.
Se forma la fuga
Desde el comienzo de la jornada se formó un grupo delantero que manejó rentas por encima del minuto. Entre ellos se encontraban corredores de la talla de Bernard, del equipo Trek, o Andrey Amador, del Team INEOS. Junto a ellos rodaban Schelling y la dupla de la 'wolfpack' Cerny y Honoré. Poco después, atacando desde el pelotón saltó Leknessund, que consiguió llegar hasta el grupo de cabeza para soldarse a la rueda de los más rápidos y comenzar a hacer camino. La renta creció incluso por encima de los dos minutos.
Sin embargo, el pulso iba a ser intenso hasta el final ya que el pelotón, con varios equipos entrando a colaborar, rodaba a un ritmo infernal, por encima de los 45 kilómetros por hora de media. Duelo muy disputado entre punta de carrera y gran grupo que se traducía en nervios, tensión y mucho ritmo. Todos los componentes de una gran clásica, pero en la Vuelta al País Vasco.
Con la fuga completamente lanzada por delante con la clara misión de jugarse la etapa, por detrás empezaron a surgir movimientos ciertamente peligrosos. Astana quiso jugar desde lejos y puso unos kilómetros de tensión que serían la previa del gran final. Omar Fraile y Álex Aramburu salieron en busca de la fuga e intentando abrir diferencias con el grupo que crecieron hasta los 50 segundos. Lástima que no consiguieran animar a nombres como Pello Bilbao, Landa o Valverde para que la escabechina hubiese sido mucho más dañina. Al final, y a pesar del empuje de Aramburu, no consiguieron hacer el camino deseado y tras haber rozado rentas de un minuto, fueron engullidos por la velocidad de un pelotón incansable.
Lanzados al triunfo
Mientras Astana había movido el avispero por detrás, en la cabeza de carrera los pupilos de Patrick Lefévère daban el estacazo definitivo. Uno por un lado y otro por otro, Cerny y Honoré saltaban dejando a su ya único compañero de fuga Bernard en la estacada. El del Trek, que ya soñaba con jugarse la victoria al sprint, vio como las dos balas azules le pasaban como una exhalación en cuestión de segundos.
Finalmente, Honoré y Cerny se marchaban juntos, en amor y compañía, degustando los últimos kilómetros de una etapa sensacional y sumando una victoria más para la 'manada' de lobos insaciable. Bernard fue tercero y en el grupo, Impey se impuso en un sprint masivo sin diferencias entre los favoritos y con Roglic y Pogacar en los puestos cabeceros.
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