Musa busca la canasta ante la oposición de los jugadores del Olympiacos.

Musa busca la canasta ante la oposición de los jugadores del Olympiacos. EFE

Baloncesto REAL MADRID 87 - 76 OLYMPIACOS

El Real Madrid supera al Olympiacos y se cita con el Panathinaikos en la final de la Euroliga

Los blancos mandaron con claridad durante casi todo el partido y se verán las caras en la final con el Panathinaikos.

24 mayo, 2024 23:13

El campeón ha dicho "aquí estoy yo". El Real Madrid dio un nuevo golpe encima de la mesa y se plantó con autoridad en la final de la Euroliga después de derrotar al Olympiacos. Allí se citará el próximo domingo con el Panathinaikos en busca de su segunda Euroliga consecutiva, la duodécima en su incomparable historia. [Así vivimos el Real Madrid 87-76 Olympiacos: resultados y estadísticas] 

Los de Chus Mateo firmaron una primera parte perfecta. Es complicado que en una Final Four a la que tan sólo llegan los mejores haya tantas diferencias, pero en los primeros 20 minutos tan sólo existió un único equipo sobre la pista. Los blancos borraron del mapa a un Olympiacos desnortado e impotente ante el vendaval que tenían por delante.

Una exhibición de 6 aciertos sobre 8 intentos en los lanzamientos de triple en el primer cuarto empezó a allanar el camino de los merengues hacia la final. Una muestra de poderío que iba a alcanzar muchos más registros en el segundo parcial para cerrar la primera mitad con un claro 56-37.

Tavares defiende en el partido ante el Olympiacos.

Tavares defiende en el partido ante el Olympiacos. REUTERS

Se las prometía muy felices el Real Madrid, pero el escenario cambió de manera drástica en la segunda mitad. Todo lo que antes caía del lado blanco, comenzó a decantarse para el bando griego, y las diferencias empezaron a menguar rápidamente.

En el último cuarto Williams Goss quiso reivindicarse y mandó la renta por debajo de los 10 puntos. El Real Madrid llegó a temer por la remontada, o al menos rondaron los nervios, pero el esfuerzo le pasó factura al Olympiacos y la balanza terminó decantándose del lado del equipo blanco, que fue por delante durante casi todo el partido.

Sin oposición

Tres minutos. Quizás incluso algo menos. Eso es lo que duró vivo el Olympiacos en esta semifinal de la Final Four ante el empuje tan intenso y temprano al que fue sometido por parte del Real Madrid. 

Los blancos salieron de los vestuarios como si estuvieran tocados por una varita mágica, con la flechita para arriba y dispuestos a hacer virguerías. De repente, comenzaron a encadenar triples con una facilidad pasmosa, una racha en la que mucho tuvo que ver la inspiración de Mario Hezonja. Hasta tres triples clavó de forma consecutiva el croata, una fiesta a la que también se sumaron Musa y Yabusele. 

Pero no sólo a base de triples vivió el equipo de Chus Mateo. Tavares, fiel a su cita con los momentos importantes de la temporada, cerró el primer cuarto con 6 puntos, demostrando que el dominio en la pintura era suyo y de nadie más. El resultado de todo este cóctel fue un 28-10 favorable a los blancos que empezaba a dar buena cuenta de lo que iba a suceder en el resto del encuentro.

El segundo cuarto comenzó con un tapón impresionante de Tavares para cerrar la puerta al ataque de Olympiacos. Era todavía muy pronto, pero los griegos ya empezaban a dejar muestras de su desesperación. No sabían cómo meterle mano al Real Madrid, mientras que los blancos habían cerrado el primer parcial con un 6 de 8 en triples. 

En este tramo del partido El Chacho entró en acción, y si el canario está inspirado eso significa que va a haber espectáculo sobre la cancha. Con un alley oop con Poirier levantó al público de sus asientos, y más tarde repitió la acción en pleno festival del conjunto blanco.

El Real Madrid, mientras tanto, empezaba a doblar en el marcador a un rival que no sabía a qué agarrarse para revertir la situación. Chus Mateo no tuvo que utilizar ni siquiera a Llull hasta que apenas quedaron 4 minutos para llegar al descanso, y el trabajo defensivo del de Mahón fue espectacular.

Campazzo, con sus 6 asistencias, hizo un trabajo tan sordo como espectacular para contribuir a la paliza de un Real Madrid que se marchó 56-37 arriba al término de la primera mitad.

La reacción griega

Aunque parecía que la alfombra roja ya estaba preparada para el pase del Real Madrid a la final, en una semifinal de la Final Four no hay ni un sólo minuto en el que un equipo se pueda relajar sin que eso le pase factura.

El regreso de los vestuarios arrojó una realidad completamente distinta, con un Olympiacos que pasó a creer en sus posibilidades, y con un Real Madrid mucho más fallón y desorientado. Todo lo contrario a lo que había sucedido en los primeros 20 minutos.

Los blancos cometieron demasiadas pérdidas absurdas que fueron aprovechadas por su rival. La renta, por lo tanto, empezó a menguar, y cuando más corta se quedaba mayor era la moral de los griegos. Musa fue el único que se puso el mono de trabajo y se echó al equipo a la espalda para salvar la situación, pero aún así el Olympiacos llegó a estar 10 puntos abajo (66-56).

Tavares y Peters pelean por un balón.

Tavares y Peters pelean por un balón. REUTERS

En ese punto tuvo que parar el partido Chus Mateo con un tiempo muerto, y la reacción surtió efecto porque Llull ejerció de capitán para jugarse una 'mandarina'. El triple entró limpio en el aro y eso le sirvió de alivio al Real Madrid, que logró recuperar los 13 de diferencia para entrar en el último cuarto (71-58).

El Olympiacos no se iba a dar por rendido así como así, y mucho menos Williams Goss, el ex del Real Madrid, que tenía ganas de reivindicarse. Se convirtió en una pesadilla para los blancos, y con un triple suyo los griegos bajaron la barrera de los 10 puntos cuando restaban aún 6 minutos para el final. 

Musa se cuelga del aro para machacar.

Musa se cuelga del aro para machacar. REUTERS

Sin embargo, el Olympiacos acusó el desgaste para llegar a este punto y, pese a que de nuevo Williams Goss acercó más a los suyos, llegó el bajón griego. Una técnica a Bartzokas le dio aire al Real Madrid y El Chacho se sumó a la maniobra de rescate con una canasta importante. Ni la eliminación de Tavares a falta de 2 minutos para el final por faltas personales fue suficiente para que el marcador se volteara.

El Real Madrid va a pelear por levantar la Euroliga por segundo año consecutivo. La cita ya está preparada, y el próximo domingo el duelo con el Panathinaikos promete emociones muy fuertes.

Real Madrid 87 - 76 Olympiacos

Real Madrid: Campazzo (3), Hezonja (12), Musa (20), Ndiaye (-), Tavares (9), -quinteto inicial-, Poirier (11), Rudy Fernández (-), Causeur (4), Llull (9), Sergio Rodríguez (8), y Abalde (-), y Yabusele (11).

Olympiacos: Canaan (7), Walkup (4), Papanikolau (3), Peters (23), Fall (2), -quinteto inicial-, Petrusev (5), McKissic (17), Bradzeikis (), Wright (-), Milutinov (-), Williams-Goss (15).

Árbitros: Sreten Radovic (Croacia), Damir Javor (Eslovenia) y Emin Mogulkoc (Turquía). Excluyeron por cinco faltas personales a Tavares (min.37).

Incidencias: Segunda semifinal de la Final a Cuatro de la Euroliga disputado en el Uber Arena de Berlín. El partido comenzó con 15 minutos de retraso con respecto a la hora prevista inicialmente por problemas en los accesos de los aficionados al pabellón durante la primera semifinal entre el Panathinaikos y el Fenerbahce, que provocaron que esta también empezase 28 minutos más tarde.