Kyrie Irving sigue siendo noticia en la NBA y no precisamente por sus actuaciones dentro de una cancha de baloncesto. El jugador australiano, que recientemente se vio envuelto en un escándalo relacionado con el antisemitismo, vuelve a ser noticia por una dudosa conducta que en este caso tiene que ver con su exentrenador Steve Nash.
El base de los Brooklyn Nets, cuyo rendimiento deportivo estaba muy por debajo de lo esperado, al igual que el resto del equipo, reflejó la desidia y el poco acuerdo con las ideas de Steve Nash. Lo hizo evidente en un partido ante los Indiana Pacers en el que el jugador llegó a desobedecer hasta en diez ocasiones las instrucciones que le daba su técnico desde el banquillo.
Una y otra vez, el jugador de los Nets decidió hacer oídos sordos a las órdenes del entrenador para ejecutar movimientos totalmente opuestos. Así lo asegura la última información del New York Post, que refleja los detalles de esta desobediencia y esta actitud que ya muchos le afean.
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Hacía lo contrario
En esta información del medio estadounidense, algunos expertos y habituales seguidores de la NBA reflejaron cómo vivieron ese momento en la cancha: "Steve Nash pedía algo e Irving hacía lo contrario. Nunca vi nada parecido a ello. Es el equipo más disfuncional que se vio en años", contaban.
La trayectoria del equipo y el rendimiento de muchos jugadores de la plantilla del equipo de Brooklyn, hacían presagiar que la estancia de Steve Nash en el banquillo no iba a durar mucho. La semana pasada, de hecho, la franquicia decidió prescindir de los servicios del entrenador, una leyenda como jugador, para tratar de buscar una reacción y darle un giro de timón al rumbo de la temporada.
Este episodio de desobediencia llega poco después del caso en el que se le relaciona con un acto de antisemitismo. Este tipo de conductas son intolerables para una entidad como la NBA y, por el momento, el base de los Nets se encuentra sancionado y sin poder volver saltar a la cancha hasta nuevo aviso.
Irving apoyó una película con marcados tintes contra los judíos y eso le ha costado caro también deportivamente. Desde que todo sucedió, muchos focos se pusieron en él y muchos dedos le señalaron, incluidas varias estrellas de la NBA que no daban crédito ante algo así. La marca que le patrocina, Nike, incluso emitió unas declaraciones en la que condenaba la actitud del jugador.
Charles Barkley, por ejemplo, fue uno de los que rápidamente salió al paso y criticó a Irving: "Creo que Kyrie Irving debería haber sido suspendido. Adam Silver debería haberlo suspendido. Cometieron un error. No puedo creer que no estemos hablando de baloncesto y estemos hablando de este idiota. Culpo a la NBA", dijo, antes de que llegara la sanción para el base.
Lo cierto es que después de este nuevo episodio de desobediencia ante su entrenador, la figura de Irving vuelve a sufrir un nuevo revés, demasiados ya en un corto periodo de tiempo.