Las dudas de España antes del EuroBasket: de la 'chapuza' de Lorenzo Brown a señalar a los NBA

Está claro que España ya no es lo que era. Y quizás lo mejor sea ir acostumbrándose porque vienen años difíciles por delante. En los últimos cursos, la selección nacional ha ido cerrando algunos de los capítulos más emblemáticos de su historia. Los últimos son los de jugadores como los hermanos Gasol o Felipe Reyes. Y antes se marcharon nombres como Jorge Garbajosa, José Manuel Calderón o Juan Carlos Navarro. 

Piezas claves de dos décadas de un baloncesto maravilloso y de éxitos que malacostumbraron a un país entero. Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y aunque siempre existe la necesidad imperiosa de mirar hacia delante, porque en eso consiste la vida, es imposible no echar la vista atrás y ver con nostalgia lo que había y lo que ahora puede ofrecer el equipo de Sergio Scariolo.

Es una España venida a menos que sin duda intentará luchar por las medallas en el Eurobasket, pero que no parte ni mucho menos entre las favoritas y que tendrá que esperar los fallos de equipos más potentes en el nombre por nombre. Las Francia, Eslovenia, Serbia, Grecia o Lituania parecen partir con una cierta ventaja respecto a una España que se encuentra en transición, en el limbo al que la han conducido ausencias como las de Sergio Rodríguez y Mirotic o lesiones como la de Ricky Rubio.

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Mientras el conjunto de Scariolo está cuajando una fase de preparación del próximo Campeonato de Europa bastante decepcionante, buena parte de la afición se pregunta si esto tiene arreglo antes del desastre o si es la triste realidad que espera cuando el reloj empiece a descontar segundos para conocer al nuevo rey del Viejo Continente. 

Sergio Scariolo dando indicaciones durante un partido AFP7 / Europa Press

Malos resultados, peores sensaciones

Las dudas con el equipo nacional han ido surgiendo durante los últimos meses. El simple hecho de ver las cuentas que se hacían para conocer qué jugadores formarían la Selección ya hacía presuponer que el nivel no sería ni mucho menos el visto en épocas anteriores cuando se ganaban Campeonatos del Mundo o cuando se peleaban medallas olímpicas contra la mismísima Estados Unidos. 

La margarita se iba deshojando mientras se aceptaba la renuncia de Sergio Rodríguez, la lesión de Ricky Rubio o las ausencias de Alex Abrines, Nikola Mirotic o Serge Ibaka. Jugadores todos ellos llamados a liderar este equipo en el pasado, pero que ahora no están para desgracia de todo un país. 

La dramática situación que atraviesa el puesto de base trajo consigo además el polémico caso de Lorenzo Brown. Su convocatoria, más allá de su rendimiento en estos partidos, no fue una buena noticia para el equipo nacional ni para la Federación de Baloncesto. Atacó la tranquilidad de la Selección y provocó que la animadversión hacia todo lo que tenía que ver con el equipo se disparase. Si los niveles de ilusión ya estaban por los suelos, esa dosis de crispación ha terminado de hundir las pequeñas expectativas que había. 

Hasta el momento, España ha disputado cuatro partidos de preparación para el Eurobasket que arranca a principios del mes de septiembre. Unos encuentros que han terminado de confirmar que, efectivamente, llueve y mucho en el panorama nacional. Además, se produce una circunstancia y es que la peor España en mucho tiempo tiene que medirse a selecciones que hacía muchos años que no tenían el nivel que tienen ahora.

La Eslovenia de Doncic, la Serbia de Jokic, la Grecia de Antetokounmpo o la Francia de Gobert se agigantan todavía más si la Selección que está enfrente es esta. Algo así como lo que le sucedía a los rivales de antaño cuando se medían a la España de los Gasol y compañía. 

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Luka Doncic durante un partido con Eslovenia Europa Press

De los cuatro partidos disputados, España solo ha ganado uno, el segundo de ellos. Empezó recibiendo una sonora paliza de Grecia por 86-70 para vengarse unos días después al ganar por 87-80. Eso sí, en ese segundo partido no estuvo Giannis Antetokounmpo, hecho muy reseñable teniendo en cuenta que en el primer duelo anotó 31 puntos y capturó 10 rebotes. 

Tras el doble enfrentamiento con los griegos llegó otra doble batalla con la Lituania de Domantas Sabonis. Dos derrotas más por 82-77 y 78-76 que sirvieron para firmar la peor fase de preparación del combinado nacional en mucho tiempo. Poco a poco, los de Scariolo han ido dando algo de forma a sus ideas y las cosas han ido saliendo mejor, pero lo cierto es que la imagen sigue siendo muy pobre. 

A España le restan todavía dos partidos por delante antes de comenzar el Eurobasket. Sin embargo, no serán amistosos, ya que serán partidos correspondientes a las Ventanas FIBA de clasificación para el Mundial del año 2023. Islandia y Países Bajos serán los rivales. Dos oponentes asequibles que deberían servir a España para llegar al Eurobasket sin saldo negativo en su preparación. El debut en el torneo continental llegará el 1 de septiembre ante Bulgaria. Georgia, Turquía, Bélgica y Montenegro son los otros rivales de la fase de grupos. 

Dudas y certezas de Scariolo

El camino de España hacia el Eurobasket ha preocupado por los resultados, pero sobre todo por las sensaciones. El juego de la Selección no ha sido bueno durante los cuatro partidos que ha realizado. Ha dejado destellos, algunos fogonazos, pero una irregularidad manifiesta que en un torneo de la exigencia del que se va a afrontar puede convertirse en una eliminación temprana. 

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El equipo de Sergio Scariolo ha dejado patentes muchos de sus problemas. El mayor de todos está en la dirección de juego. España no tiene un base de nivel que conozca al equipo y que le haga jugar. Confiar en Quino Colom es insuficiente y la chapuza de última hora de Lorenzo Brown solo parece brillar en el aspecto individual, pero no en el colectivo. Además, falta acierto desde más allá del perímetro y los problemas en la pintura son apabullantes. Tener enfrente a jugadores como Jokic o Gobert va a ser un calvario. 

Ya se ha podido ver cuando delante han estado, a buen nivel, jugadores como Giannis Antetokounmpo, Domantas Sabonis o Jonas Valanciunas. Faltan centímetros, fuerza, calidad y presencia. El agujero en el rebote amenaza con ser importante y es que desde la zona es desde donde más fácilmente se puede hacer daño a esta selección. 

Retomando el caso de Lorenzo Brown, la preparación ha demostrado lo que ya se criticó en el momento de la oficialización de su nacionalización. Es un jugador de un nivel aceptable en Europa que en un equipo como este podría destacar a chispazos, pero no era una solución para intentar competir por el Eurobasket. Por momentos ha brillado en el aspecto anotador, pero ha sido incapaz de dirigir al equipo y de ponerse al frente como director de orquesta. 

Lorenzo Brown, entre dos de los títulos de Eurobasket conseguidos por España. EFE

Ha ido aumentando sus minutos de juego progresivamente, llegando a los 26 contra Lituania en su mejor partido en el que anotó 18 puntos liderando las esperanzas de remontada. Sin embargo, necesita gozar de mucho balón y de muchos tiros para destacar. Si no se convierte en intrascendente. En uno más. En su debut contra Grecia anotó 7 puntos y repartió dos asistencias. En el segundo duelo con los helenos, 8 y 5. 

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Contra Lituania llegaron sus mejores actuaciones con 11 tantos y 5 pases de canasta y esos 18 puntos finales en su mejor partido. Sin embargo, abusó de las penetraciones, erró muchos tiros e hizo la guerra por su cuenta porque no es un base para poner al frente de un juego colectivo.

Al final, 11 puntos de media, 2 rebotes, 4,5 asistencias y 1,3 robos para 10,8 de valoración en 21 minutos sobre la cancha. Y la sensación de que sus mejores prestaciones están en el triple, por encima del 54% de acierto, y en sus combinaciones con Willy cuando este puede sacar ventajas de sus defensores. Fuera de ahí, poco más que rascar. Insuficiente para una Selección que bailado al son de los Calderón, Ricky o Sergio Rodríguez en los últimos tiempos. 

Otro de los problemas que tiene este equipo es la falta de brillo de sus teóricas estrellas. Ni siquiera los NBA están resultando decisivos. El mejor jugador de la gira ha sido Willy, promediando buenos números en los tres partidos disputados, ya que se perdió el cuarto como Llull y Rudy Fernández. Pero aún así, queda la sospecha de que antes pívots dominadores, seguirá sufriendo como le sucede en la NBA. 

Sin embargo, las sensaciones más preocupantes las han dejado jugadores como Juancho Hernangómez o Usman Garuba. De ellos se esperaba un paso hacia delante para ser los líderes de este equipo y ahora mismo, dado su pobre nivel, ni siquiera tienen garantizado un puesto en el torneo cuando debería ser una cuestión impensable. 

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"Algunos de los jugadores que han estado en la NBA este año todavía están lejos de volver a acostumbrarse a cómo se juega en Europa. Les esperamos, pero también necesitamos un sentido de urgencia porque hay que recuperar rápidamente el terreno perdido. Confío en que ellos lo puedan hacer". Este fue el mensaje que les dejó Scariolo tras el partido contra Lituania. No es descabellado que pueda llegar alguna sorpresa en forma de toque de atención para que todos aprieten los dientes camino del Eurobasket. 

Juancho Hernangómez, con la Selección AFP7 / Europa Press

La hoja de ruta marca que habrá dos descartes más antes de los partidos de las Ventanas y que después ya se ofrecerá la lista definitiva. Otros jugadores que deben andarse con cuidado a pesar de sus galones son Joel Parra o Xabi López-Arostegui. Nombres que parecían fijos y que no han convencido en absoluto a Scariolo. El nivel físico de Sergio Llull y Rudy Fernández también podría ser otra de las claves de la lista. 

Por último, España sí ha conseguido tener algunas certezas camino del Eurobasket. Willy Hernangómez, al contrario que su hermano, se ha destapado como el jugador más en forma del equipo. Él será la referencia, el hombre por el que pasen los sueños del combinado nacional. Y a su contribución tendrán que sumarse otros en línea ascendente como Darío Brizuela. 

El otro aspecto positivo que ha ido demostrando España, especialmente en el último partido contra Lituania, es la defensa. Desde ahí tendrán que construir los chicos de Scariolo sus victorias. Ante la falta de talento arriba, cerrar bien el aro propio como sucedió en la segunda mitad contra los lituanos será clave. Con un equipo aceptable en lo físico, ajustando bien las ayudas y cerrando el aro, la Selección puede ir dando pequeños pasos en positivo. Aunque se seguirá sufriendo a la hora de cerrar el rebote por la falta de centímetros. Muchas dudas y sensaciones extrañas de una España que ha perdido brillo camino al próximo Eurobasket.