¿Se imaginan que se revela que existe una cámara a 15 metros de la superficie con algunos de los documentos gráficos que son historia de Estados Unidos? Pues bien, The Wall Street Journal ha podido confirmar que la NBA dispone de ello a tan solo 80 kilómetros de Nueva York. Leyendas de la mejor liga de baloncesto del mundo como Larry Bird, Shaquille O'Neal, Michael Jordan, Kobe Bryant o LeBron James. Todos ellos están registrados ahí.
Los secretos mejor guardados de la NBA, el tesoro más preciado del baloncesto, se guardan en un búnker que, en su día, fue diseñado para resistir incluso un ataque nuclear. En la ciudad de Secaucus (Nueva Jersey), se encuentra escondida una bóveda subterránea que salvaguarda todos los archivos que comenzaron a recopilarse allá por la década de los años sesenta.
Hasta ahora no se había sabido de su existencia, pero desde Estados Unidos han publicado toda la información que se conoce sobre este búnker antinuclear. Eso sí, no se conoce la ubicación exacta del mismo, así como tampoco dónde se encuentra una réplica de todo el material, por si ocurriese algo con el primero, en un lugar de casi 12.000 metros cuadrados entre dos pisos subterráneos y que está a tan solo una hora del archivo principal de la NBA.
Más de 50.000 cintas en una fila de casilleros sin marcar. Así relata el medio estadounidense cómo se encuentran los documentos de la NBA. Miles y miles de archivos que ahora se convierten en imprescindibles con motivo de su 75 aniversario. Pasado y presente. Historia viva del baloncesto que incluye imágenes ya olvidadas para mucho, pero también otras que serían deleite puro para los amantes de este deporte.
Tesoro antibombas
Tal y como relata The Wall Street Journal: "En lo alto de una montaña, más allá de una puerta y a través de un laberinto de escaneos de iris, codificaciones de teclado y puntos de control de seguridad, hay un extraordinario secreto almacenado en un búnker diseñado para resistir una explosión nuclear". Esa bóveda subterránea que antes citábamos ha servido de almacén que se ha utilizado como refugio de activos electrónicos de algunas de las más importantes empresas. Una de ellas, la NBA.
¿Por qué guardar archivos en un búnker antinuclear? La respuesta se conoce: para que sobrevivan esos activos electrónicos cuando nada más lo haga. AT&T fue la encargada de construir la instalación y es Vital Records, Inc. (VRI) la que actúa de guardiana de todo el material que se encuentra en el búnker. El presidente de la empresa, Ron Riemann, afirma que "es un negocio aburrido" porque "todo lo demás aquí son hojas de cálculo, información legal e investigaciones de productos farmacéuticos".
Sin embargo, desde "imágenes de Bill Russell, Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar" a "los aspectos más destacados de hoy de LeBron James, Stephen Curry y Giannis Antetokounmpo" también se encuentran ahí. El último partido de Michael Jordan, también el de Kobe Bryant. Y los primeros en la NBA. Todo se encuentra bajo tierra, en un recinto hasta ahora secreto.
Ron Riemann asegura que esto no es un hecho único: "Todo el mundo lo está haciendo, es solo que nadie lo sabe". Más de 37 petabytes de datos -casi 39.000.000 de gigabytes- de colección de archivos de la NBA, esto es prácticamente el doble de tamaño de la colección digital de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América.
'El Archivo'
Así llaman a esta colección de la NBA. Los secretos mejor guardados. "Tenemos todos los momentos increíbles que existen al alcance de la mano", dice Paul Hirschheimer, el vicepresidente sénior de producción de contenido de la liga de baloncesto norteamericana. Cada partido se graba en alta definición desde 12 ángulos distintos. Esto significa que, aunque parezca una broma, cada una de las jugadas de cada uno de los encuentros se codifica de manera automática con estadísticas de cada acción, indexadas y con un par de toques de distancia.
Los documentos son tantos y tan importantes que "por si acaso" disponen de una copia de seguridad. El lugar está escondido "en la parte superior de un camino aislado que serpentea hacia una montaña". "La gente no tendría idea de que esto estaba aquí arriba", señala Brian Cassidy, un ejecutivo de cuentas de VRI.
Un secretismo mayúsculo y es que ni siquiera todos los dirigentes de la NBA han puesto un pie en el búnker. Allí no hay señal telefónica y los que han podido estar en ese recinto aseguran que es como entrar "en una máquina del tiempo". Destacan que la probabilidad de un ataque nuclear "es muy pequeña, pero es posible". "Si llega, sabemos que sus consecuencias serían terribles", afirman.
Sin logotipos. Sin etiquetas. Únicamente miles de casilleros apilados de manera ordenada en bastidores de almacenamiento y que se organizan a través de dígitos y códigos de barras. También se asegura que es imposible de piratear. Un lugar secreto y a prueba de desastres para guardar a buen recaudo la historia de la NBA.
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