Novak Djokovic lleva a la espera desde el lunes de una decisión que no llega. Su deportación sigue debatiéndose en el Gobierno de Australia, recayendo la responsabilidad sobre el ministro de Inmigración, pero el caso no tiene buena pinta para el tenista. Las contradicciones e irregularidades con su positivo le dejan en posición débil y bajo amenaza de varias penas de cárcel en Serbia y Australia por violar la ley.
Lo que se sabe a ciencia cierta es que Nole cometió "errores", según su juicio, al rellenar su formulario de entrada a Australia. Djokovic marcó 'no' en la casilla de la pregunta sobre si había realizado algún viaje en los 14 días previos a su llegada al país oceánico cuando entre el 25 y el 31 de diciembre se trasladó desde Belgrado hasta España, habiendo pruebas evidentes en las redes de que así fue. Esto podría salirle caro.
Djokovic podría enfrentarse a una pena de cárcel de hasta cinco años en virtud de la Ley de Delitos australiana por aportar pruebas falsas. Lo que se tendrá que valorar es si el serbio mintió de forma deliberada o fue un error como él defiende. Y no es su única contradicción, puesto que el número uno aseguró que recibió el test positivo la noche del 17 de diciembre cuando en su declaración jurada ante la corte dijo haber sido examinado y diagnósticado el mismo día 16.
Sobre las fechas y otras cosas que no cuadran de sus PCR realizadas en las semanas previas a su viaje a Australia debería responder ante la justicia serbia, que podría investigar si se falsificaron los resultados de las pruebas. Der Spiegel ya determinó que hay sospechas claras sobre la manipulación de los datos de los test, que de demostrarse que fue así podría suponerle un grave problema a Djokovic.
El problema del tenista en su país, de momento, está en el hecho de haberse saltado el confinamiento siendo positivo por Covid. Es algo que el propio Novak también ha confesado y que ha provocado que en Serbia empiecen a recular con el apoyo dado a su deportista en toda la polémica en territorio australiano. Lo que asegura Djokovic es que el día 18 acudió a una entrevista con el diario L'Équipe sabiendo que estaba contagiado.
Nole podría haberse saltado su confinamiento en Serbia en más de una ocasión si se confirma que el 16 de diciembre fue informado de su positivo, ya que el día 17 acudió a un acto con niños sin mascarilla. Antes de la confesión del tenista, la primera ministra serbia Ana Brnabic ya avisó que se trataría de una "clara violación" de las leyes de ser así. La pena iría desde una multa hasta una condena de tres años de cárcel por vulnerar el artículo 248 del código penal serbio al no haberse aislado tras dar positivo en Covid.
Su viaje a España
Ante estas irregularidades, las alarmas saltan en el tercer país por el que ha pasado durante las últimas semana: España. El pasado mes de septiembre, Sanidad estableció las restricciones para todo residente serbio y estas dejan abierta la posibilidad de que Djokovic entrara de forma ilegal en el país para asentarse durante unos días en su residencia de Marbella para entrenar antes de ir a Australia. La nota dice así:
A partir de las 00.00h del 20 de septiembre, sólo se permitirá entrar en España a aquéllos residentes en Serbia que cumplan con alguno de los dos requisitos siguientes:
- Disponer de un certificado de vacunación completa (última dosis puesta 14 días antes del viaje como mínimo). Las vacunas admitidas son las autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento y la OMS; o
- Estar incluido en alguna de las excepciones contenidas en la Orden INT/657/2020 de 17 de julio.
En caso de cumplir alguna de las excepciones, enumeradas a continuación, Djokovic debería haber presentado una PCR negativa realizada en un plazo de 72 horas antes, o presentar un antígenos negativos con un máximo de 48 horas de plazo desde su realización, o presentar un certificado de haber superado la enfermedad. Las excepciones son:
a) Residentes habituales en la Unión Europea, Estados asociados Schengen, Andorra, Mónaco, El Vaticano (Santa Sede) o San Marino que se dirijan a ese país, acreditándolo documentalmente.
b) Titulares de un visado de larga duración expedido por un Estado miembro o Estado asociado Schengen que se dirijan a ese país.
c) Profesionales de la salud, incluidos investigadores sanitarios, y profesionales del cuidado de mayores que se dirijan o regresen de ejercer su actividad laboral.
d) Personal de transporte, marinos y el personal aeronáutico necesario para llevar a cabo las actividades de transporte aéreo.
e) Personal diplomático, consular, de organizaciones internacionales, militares, de protección civil y miembros de organizaciones humanitarias, en el ejercicio de sus funciones.
f) Estudiantes que realicen sus estudios en los Estados miembros o Estados asociados Schengen y que dispongan del correspondiente permiso o visado y seguro médico, siempre que se dirijan al país donde cursan sus estudios, y que la entrada se produzca durante el curso académico o los 15 días previos.
g) Trabajadores altamente cualificados cuya labor sea necesaria y no pueda ser pospuesta o realizada a distancia, incluyendo los participantes en pruebas deportivas de alto nivel que tengan lugar en España. Estas circunstancias se deberán justificar documentalmente.
h) Personas que viajen por motivos familiares imperativos debidamente acreditados.
i) Personas que acrediten documentalmente motivos de fuerza mayor o situación de necesidad, o cuya entrada se permita por motivos humanitarios.
Esto quiere decir que Djokovic, a priori, no encajaría en ninguno de estos casos ni siquiera en el que hace referencia los deportistas (g)) al no haber disputado ninguna competición en España durante los días que permaneció en el país. El tema cobra relevancia por las irregularidades cometidas en Serbia y Australia.
[Más información: Los otros casos Djokovic en Australia que acabaron mal: vacunas sin aceptar y exenciones negadas]