Es posible que, verano obliga, pasasen por alto la noticia. O que, con la vorágine del Eurobasket, la hayan olvidado. Quizá ni siquiera les interese si el baloncesto no les apasiona. Pero es una realidad que Francisco Roca (Barcelona, 1958) dejará de presidir la ACB el próximo 22 de noviembre. Entonces habrán pasado tres años y medio desde su llegada al cargo en mayo de 2014 y quedarán seis meses para la finalización original de su mandato (mayo de 2018).
Roca se marcha antes de lo previsto -lo anunció en agosto- para que la principal liga de baloncesto europea empiece a trabajar desde ya en su futuro. Los problemas de los últimos meses, con las guerras externas entre la Euroliga y la FIBA y las internas en la competición española, han precipitado su decisión. Sin mirar el reloj y tras el Circuito Movistar de pretemporada en Logroño, EL ESPAÑOL realiza una extensa entrevista exclusiva al presidente saliente. Antes de ceder el testigo, y apartándose poco a poco del primer plano, quiere aclararlo todo. Si lo consigue o no, júzguenlo ustedes mismos.
¿Cuándo tuvo claro que había llegado el momento de dejar la presidencia de la ACB?
Cuando me di cuenta de que era lo mejor para la ACB y para mí mismo. Recientemente, con pocos meses de antelación para el final de mi mandato, para que los clubes pudieran intentar solucionar esas disensiones internas que se gastan desde hace algún tiempo. No ha sido posible solucionarlas con las propuestas que yo puse encima de la mesa.
En esas circunstancias, era mejor que las discusiones que pudieran seguir teniendo los clubes se llevasen a cabo con un presidente o presidenta que sea el que vaya a estar los próximos años en la ACB. No con un presidente que está en la parte final de su mandato. Esa es la razón principal de mi marcha, que los clubes tengan la oportunidad de recuperar el diálogo y la confianza mutua a través de una nueva presidencia, negociar y encontrar una solución a sus problemas.
Hábleme un poco de esas disensiones internas, de esos problemas.
Hay un grupo de clubes, específicamente los que participan en la Euroliga, que, dado el crecimiento del número de partidos de esta en la última temporada (que probablemente se seguirá teniendo en temporadas futuras), necesitan y reivindican jugar menos partidos en la liga doméstica. Esa es la cuestión fundamental del problema. Ha habido muchas reuniones internas para intentar solucionarlo. Ya sea desde el punto de vista de una modificación del formato de la competición, ya sea desde el punto de vista de una reducción de clubes…
Esta discusión ha sido profunda y continua durante muchos meses y, en el medio de todo esto, nos hemos encontrado con cuestiones que no han ayudado, sino que lo han complicado todo un poco más. Como fue en su momento la resolución de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) con respecto a la cuestión de ascensos y descensos desde la LEB Oro. Y más recientemente la resolución de una jueza de Barcelona otorgando la medida cautelar solicitada por el Betis. Ese ha sido el proceso de disensiones por un lado y de un esfuerzo permanente en busca de una solución por el otro.
Se ha dicho que las presiones de los grandes clubes de la ACB han tenido mucho que ver en su marcha. ¿Es verdad?
No, yo decido marcharme porque hay unas disensiones importantes en el seno de la Asociación. En las cuales yo he tenido un protagonismo importante a la hora de intentar dirigir las discusiones, la toma de decisiones y las soluciones que yo creo que encaraban el problema. Yo no quiero centrar esto en un grupo de clubes o en otro. Al final, la ACB se trata de una asociación que tiene que coordinar sus decisiones en el seno de una Asamblea General compleja, con unas fórmulas internas de toma de decisiones que tampoco facilitan las cosas (unas mayorías reforzadas que precisan del 75% de los clubes en muchas decisiones). Se complica que todo esto sea más o menos fácil de silenciar.
Las fórmulas internas de toma de decisiones de la Asamblea General de la ACB no facilitan las cosas
Ahí está la amenaza de Barça, Madrid, Baskonia y Unicaja de crear una competición paralela. ¿Qué tiene que decir la ACB al respecto?
Es una cuestión que preocupa al resto de los clubes, a la organización y a todo el mundo relacionado con el baloncesto. Lo único que tengo que decir es que confío en el diálogo que ya está en marcha. Hoy (por este lunes) ha habido una reunión adicional de los 13 clubes restantes, los que no participan en Euroliga esta temporada, tanto entre ellos como otra en el CSD con el presidente del Consejo Superior de Deportes.
Creo, por las noticias que tengo, que las sensaciones son positivas y, de hecho, lo importante es que continúa habiendo diálogo. Pronto pueden sentarse los 18 asociados de la ACB para seguir discutiendo esta cuestión e ir encontrando vías de solución concreta. Lo veo con la satisfacción de que esto se vaya produciendo de esta manera y con confianza de que se va a llegar a un consenso en muy poco espacio de tiempo.
Si la amenaza de los grandes tomase forma realmente, ¿esa liga privada española sería posible?
Desde un punto de vista estrictamente jurídico, yo no tengo dudas de que sería posible. No veo ninguna razón por la cual un grupo de personas y entidades que decidan conformarse a sí mismos en una liga de cualquier deporte no pudieran hacerlo. Otra cosa es una liga de la modalidad deportiva que sea y privada que no esté conectada con la federación respectiva. Tendría unos retos concretos en cuanto a licencias, tránsfers… Ahora mismo, tampoco conozco las fórmulas para solucionar todo esto de una manera eficiente. Si la pregunta es si estrictamente se puede constituir una liga privada en cuanto al ordenamiento jurídico español, por supuesto que sí.
Hablaba de que ya se está trabajando para lograr un acuerdo con los grandes y que las aguas vuelvan a su cauce. Aun así, la postura de estos parece muy clara y de difícil cambio de parecer. Hace poco, por ejemplo, Florentino Pérez dijo que es imposible jugar 90 partidos al año.
La postura de los clubes de la Euroliga no es nueva, se sabe desde hace mucho tiempo. Pasar de 24 clubes, en un sistema típico de liga supranacional, a un modelo de 16, con formato de competición de liga doméstica (todos contra todos ida y vuelta más playoffs y demás), ha llevado a un incremento del número de partidos. Es cuando se inició de manera más clara la reivindicación de los equipos de Euroliga de buscar fórmulas de reducción del número de partidos que a ellos les toca jugar.
Cualquier punto de vista que se exprese sobre este tema redunda en esta cuestión, que es el origen de la problemática que ha provocado las negociaciones de los últimos meses e incluso del último año y pico. Sí es verdad que ambas partes van a ver que hay que buscarle una solución a esta cuestión. Una reducción de clubes parece que está encima de la mesa de manera más clara. Tendrán que negociar en qué condiciones y plazos se llega a este acuerdo. Que esto ya esté en marcha y se esté hablando de ello me parece muy positivo.
Se va a llegar a un consenso en muy poco espacio de tiempo con los equipos de Euroliga
Si los equipos de Euroliga tuviesen muy claro que se quieren marchar, ¿la ACB se lo permitiría o podría haber veto?
La ACB no puede vetar a ningún asociado si desea marcharse. Es una asociación obligatoria únicamente para aquellos clubes que quieran participar en la competición profesional de baloncesto a nivel estatal. Si hay un club o varios que desean abandonar la competición, no podría evitarse que la abandonen. Otra cosa es que convenga, que sirva para algo o que tenga ventajas para nadie. Esto cada uno lo puede ver más conveniente en función de los objetivos que persigue. Evidentemente, si hay clubes que desean marcharse se marchan. El año pasado, un club con el derecho a permanecer en la competición, el Gipuzkoa Basket, decidió de motu proprio jugar en la LEB Oro. Es una decisión que los clubes, por supuesto, pueden tomar.
El secretario de Estado para el Deporte comentó que se refundará la liga si hace falta. ¿Se consideraría una buena medida dentro de la ACB para tener más unidad?
Sinceramente, lo que yo haría es referirme a las clarificaciones que él quiera dar sobre qué significa refundar la ACB. Creo que él estaba haciendo un comentario alrededor de que había dos soluciones a la problemática actual planteada por los clubes de la Euroliga. Una sería que no tuvieran ningún tipo de posibilidad de acuerdo con el resto de clubes y que, de alguna manera y entre comillas, rompieran la baraja: abandonar la ACB y formar una competición alternativa de carácter privado.
Otra sería que entre todos, de alguna manera, se llegara a un acuerdo para refundar la ACB. No sé exactamente cuáles son los términos concretos de la cuestión. No sé de qué se está hablando cuando se habla de refundar la ACB: cambiar los estatutos, modificar otras cosas y el actual número de clubes… No puedo contestar por qué no sé exactamente qué significa y qué alcance tiene ese concepto de refundación de la ACB.
Si hay un club o varios que desean abandonar la ACB, no podría evitarse que la abandonen. Otra cosa es que convenga, que sirva para algo o que tenga ventajas para nadie
¿Cómo se podría alcanzar esa unidad que se está buscando dentro de la liga?
Creo que está en marcha. Los clubes de Euroliga han pedido diálogo, el secretario de Estado lo está facilitando con las reuniones con ellos y los 13 restantes… Ahora lo que falta es que esas reuniones se sigan produciendo, que incluyan a todos los clubes al mismo tiempo, que haya una discusión ordenada sobre las reivindicaciones de unos y otros con respecto a cómo tiene que conformarse la competición en todos los sentidos… Y que, al final de todo este proceso y con bastante rapidez, lleguen a un compromiso y las aguas vuelvan a su cauce.
Hablaba también del número de equipos de la ACB. Se quería dejar en 16 de cara a los próximos años, pero ahora vuelve a haber una liga de 18, ha habido años de 17... ¿Cuándo se va a estabilizar esta situación?
En mi opinión, en cuanto los clubes lleguen a un acuerdo en los próximos días o semanas. Uno que establezca una hoja de ruta para las próximas temporadas y en el que se decida cuánto tiempo más va a haber liga de 18, a partir de qué momento y de qué manera se produce una reducción a 16… El ser 17 fue una circunstancia que no buscaba la ACB y que se produjo por la decisión del Gipuzkoa Basket de abandonar la competición para jugar en la LEB Oro la pasada temporada. Ya no había tiempo material para cubrir esa plaza. Este año, en condiciones normales y si no hubiéramos tenido el problema de no convalidar el acuerdo al que se llegó con la FEB, habríamos sido 17. El siguiente también, y luego ya habríamos bajado a 16. Eso es lo que había antes y lo que va a haber ahora será el producto de lo que acuerden los clubes en la negociación que van a mantener.
¿Cuál es el número óptimo de equipos según la visión de la ACB?
Lo hay en función de lo que los asociados decidan. Eso tiene que ver con muchos factores. No sólo con los deseos de que los clubes de Euroliga tengan que jugar menos partidos (cosa comprensible en función de que juegan muchos más partidos en Europa). También hay que ver cómo se comercializa y activa televisivamente la competición para que tenga el máximo éxito posible desde el punto de vista del seguimiento de los aficionados y la generación de recursos económicos para la competición. Es una cuestión compleja y que tienen que decidir los asociados. Me da la sensación de que ahora mismo el número de 16 solucionaría una parte de las reivindicaciones de los clubes de Euroliga y desde muchos puntos de vista (técnicos, comerciales, televisivos) podría ser perfectamente aceptable.
16 equipos solucionarían una parte de las reivindicaciones de los clubes de Euroliga y desde muchos puntos de vista podrían ser perfectamente aceptables
¿Readmitir al Betis fue una derrota para la competición cuando los ascensos y descensos parecían por fin normalizados?
Ha habido una resolución de un juzgado de Barcelona por el cual se aceptaba una petición por parte del CB Sevilla de medida cautelar. Lo único que tengo que decir al respecto es que mi posición era que esa medida cautelar, dictada sin preguntar a la ACB y sin que esta tuviese la oportunidad de dar sus argumentos con respecto a lo que se planteaba en esa solicitud de medidas cautelares…
Teníamos que presentar un recurso de oposición a esa medida, explicando todos nuestros argumentos. Los clubes, en la Asamblea General, decidieron otra cosa, y yo no tengo nada más que decir. La Asamblea General es soberana para decidir cómo quiere solucionar estas cuestiones. A través de no presentar un escrito de oposición, inmediatamente y siempre y cuando el club cumpliera los requisitos (que los cumple), se tenía que aceptar lo que la juez mandaba en ese auto. Los clubes habían decidido no oponerse y, por lo tanto, admitir al Sevilla.
¿Ese fue uno de los puntos que hizo que usted tuviese claro que se iría de la ACB antes de lo previsto?
Tomé la decisión de que era mejor que la situación actual se solucione con un diálogo que pueda conducir o acabar de rematar el próximo presidente o presidenta de la ACB por razones que son obvias. Si como presidente tengo una visión de cuál tiene que ser el formato de la competición, el número de clubes, trabajo intensamente para conseguir acuerdos con terceros (en este caso, la FEB, con la aprobación también del CSD)… y, al final, los clubes lo ven de otra manera, lógicamente creo que es normal que ceda el paso a alguien que pueda organizar esto de una manera más eficiente desde el punto de vista de las discusiones internas de los clubes. Es lo razonable teniendo en cuenta que a mí me quedaban muy pocos meses de mandato.
Teníamos que presentar un recurso de oposición a la medida cautelar del Betis. Los clubes decidieron otra cosa, y yo no tengo nada más que decir
Ascensos y descensos
Quizá el tema de los ascensos y descensos sea uno de los puntos más oscuros de su mandato. ¿Por qué al baloncesto español le cuesta tanto poner orden en este asunto?
Yo no lo considero tan bajo, porque de hecho lo he solucionado (risas). Se ha conseguido acabar con un tema que llevaba muchísimos años pendiente de solución a través de una negociación con la FEB y el apoyo e impulso del CSD. Ha sido una negociación productiva porque se llegó a buen término, se aprobó y ratificó por la Asamblea General de la ACB. No lo puedo tomar como un déficit en mi gestión, sino todo lo contrario: lo hemos solucionado.
¿Por qué ha costado tanto acabar con el canon o encontrar una solución para hacerlo asequible?
No son problemas que sean fáciles de solucionar. Tienen un impacto económico importante y afectaban muy directamente a la filosofía de la ACB desde hace muchos años. Se primaba que hubiera una solidez económica muy importante por parte de los clubes que llegaran desde la LEB Oro, y esto venía existiendo desde hace prácticamente 30 años. Eran unas cuestiones que llevaban en funcionamiento con total normalidad, recogidas de manera formal en los propios convenios de coordinación con la FEB. Que no se pueden solucionar de la noche a la mañana.
He estado tres años en la ACB y dediqué no poco tiempo a ir buscando fórmulas para solucionar esto. Al final, con la resolución de la CNMC, fue todavía más perentorio lograr una solución razonable y que fuera asumible y aprobable por los clubes. Lo hemos conseguido. Hombre, si se me dice 'Pues lo podía haber hecho un poco antes'… Pues ojalá, pero al final hemos conseguido que en esta temporada hayan subido los dos clubes con derecho deportivo al ascenso. Estoy muy satisfecho con el hecho de que esta cuestión ya quede en el pasado y de que, de ahora en adelante, todos los clubes con derecho deportivo al ascenso tienen la posibilidad de subir a la ACB.
No puedo tomar como un déficit en mi gestión los ascensos y descensos: lo hemos solucionado
Precisamente queda un poco en el aire qué va a pasar con varios equipos que se ganaron ese derecho deportivo a estar en ACB: Palencia, Melilla, Ourense, el anterior Burgos…
Yo no comparto la opinión de que tengan derecho ninguno. Lo tuvieron en su momento, pero no cumplían las condiciones que estaban en vigor en aquel momento. En el futuro, algunos de esos clubes pueden perfectamente, si tienen un buen proyecto deportivo, ganar de nuevo el derecho al ascenso y ascender. Los clubes no subieron en su día porque no cumplían las condiciones en vigor en ese momento.
¿En algún momento se llegó a plantear eliminar del todo el canon o tener una liga cerrada?
Nunca se ha planteado cerrar la liga. No sé de dónde sale y por qué se repite. Es algo radicalmente falso, no ha habido ningún planteamiento así. Se ha discutido muchas veces sobre el futuro del canon. Se discutió desde su reducción hasta su transformación en otro tipo de requisitos. Ha habido multitud de discusiones con respecto a cómo podíamos evolucionar tanto el canon como el fondo de ascensos y descensos (FRAD). Finalmente, lo que se ha adoptado es eliminar el canon y el FRAD tal y como estaban configurados anteriormente.
Se han sustituido por una configuración nueva: el valor de la participación, muy inferior a la suma de requisitos anteriores desde el punto de vista económico. Los clubes de LEB Oro ya reconocen que esto ya no representa una barrera de entrada. Creo que esa es la lectura positiva que hay que hacer de esto: con un problema que llevaba muchos años en la palestra sin poderse encauzar correctamente, hemos tenido la fortuna y el acierto de lograr una negociación que hiciera posible dejarlo en el pasado y en la historia de la ACB.
No comparto la opinión de que Palencia, Melilla, Ourense o el anterior Burgos tengan derecho ninguno a estar en ACB
¿Esto significa que volveremos a tener ascensos y descensos todos los veranos?
Insisto, no es que signifique, es que ya los hemos tenido. Este verano bajaron dos clubes, Manresa y Betis, con independencia de que a uno le haya repescado ahora la justicia. Y subieron otros dos, Gipuzkoa Basket y San Pablo Burgos, con derecho deportivo. Ya están en la ACB y la temporada que viene los clubes que tengan derecho deportivo ascenderán y los que estén en posiciones de descenso descenderán. Eso ya es una realidad en marcha.
Ojalá hubiésemos solucionado un poco antes lo del canon
Las guerras del baloncesto
¿Cómo ven la ACB y el resto de ligas domésticas el cada vez mayor crecimiento de la Euroliga? ¿Hay miedo al peligro de extinción?
Hay preocupación por el impacto que tienen en el calendario de las ligas domésticas el crecimiento en número de partidos a través del cambio de formato de competición de la Euroliga y también las ventanas de la FIBA. La conjunción de ambos factores hace que los calendarios de las ligas domésticas, sobre todo de 16 o 18 clubes, se compliquen muchísimo. El profesional acaba con una carga importante de partidos y viajes que hace que esto pueda redundar en una bajada de su capacidad competitiva. Eso es lo que nos preocupa. Ojalá pueda haber también un diálogo más extenso entre la Euroliga, la FIBA y las ligas domésticas para ir encauzando esta problemática. Con soluciones que nos den a todos la posibilidad de poder tener nuestras competiciones con la máxima normalidad desde el punto de vista del calendario.
Nos preocupa que el problema de los calendarios pueda redundar en una bajada de la capacidad competitiva del profesional por tener una carga importante de partidos y viajes
¿Cuáles serían esas soluciones para potenciar las competiciones domésticas con esta mayor incidencia de Euroliga y FIBA en el calendario?
Pasarían por asignar y coordinar los calendarios de manera que las ligas, la Euroliga y las competiciones internacionales tengan su espacio. También por limitar los crecimientos y, si tenemos que crecer, hacerlo de una manera pactada para prever de manera ordenada cuáles pueden ser los impactos del crecimiento de las competiciones. Que, a través de los pactos, todo sea previsible y podamos anticipar cualquier factor que pueda llegar a ser negativo.
De esta manera, funcionaremos mejor. Lo peor que nos puede pasar es ir descoordinados, encontrarnos las cosas ya resueltas y sin capacidad de reacción. Así los problemas se hacen todavía más acuciantes y complicados de solucionar. Espero que este tipo de diálogo, una vez que se normalicen las relaciones entre FIBA, Euroliga y ligas domésticas, haga que vayamos por este camino, que me parece que es el único razonable.
Al final, debería hablarse más de baloncesto que de las guerras internas de este deporte.
El desiderátum sería que no hubiera guerras, ni internas ni externas. Que sólo se hablara del deporte. Ese sería el desiderátum de todos. El mío desde luego. Hay múltiples razones para que esto sea así. Parece ser que el nuevo formato de competición de la Euroliga ha sido espectacular desde el punto de vista del interés mediático y del público esta temporada anterior. Pero resulta que nuestra liga también es espectacular. Nuestras tres competiciones han tenido un campeón distinto: Valencia (Liga), Real Madrid (Copa del Rey) y Gran Canaria (Supercopa). Y, además, dos campeones internacionales: Unicaja (Eurocup) y Tenerife (Champions).
Más no se puede pedir. Hemos puesto el listón altísimo en cuanto a la igualdad de la competición, la sorpresa en los campeones de las diferentes competiciones… Todos estamos demostrando, cada uno en nuestro ámbito y nivel, que nuestras competiciones funcionan, y muy bien. Por lo tanto, nos convendría a todos que ese fuera el foco del que hablar en clave de baloncesto, y no de las guerras, los problemas de los calendarios, los desencuentros entre los asociados… Creo que hay motivos deportivos más que suficientes para sostener una información sobre baloncesto interesante y de calidad.
Balance en la ACB
Ahora que en la liga va a haber un presupuesto mínimo, ¿se plantea instaurar un tope salarial en algún momento?
No, no hemos hablado de topes salariales. Eso corresponde, en todo caso, a una negociación con la Asociación de los Jugadores (ABP). No ha habido un planteamiento por parte de la liga de topes salariales. Dudo incluso que esto pudiese ser factible. Otra cosa son sistemas de supervisión económica y financiera como los que tiene, por ejemplo, el fútbol. Sin tener topes salariales, sí controlan, para cada club, la inversión máxima que pueden tener en plantilla. Eso cumple una función que se acerca un poco al concepto, pero no es un tope salarial. No hay una discusión sobre topes salariales, pero esta temporada, desde luego, toca negociar con la ABP el convenio colectivo de los jugadores de baloncesto profesionales. Todas estas cuestiones hay que revisarlas, negociarlas y acordar un nuevo convenio.
Dudo que el tope salarial pudiese ser factible en la ACB
Algo que sí se ha discutido desde que llegó al cargo son los posibles cambios en el sistema de competición. ¿Por qué no se ha aprobado ninguna fórmula alternativa?
Sí es verdad que se ha discutido mucho y ha habido muchas reuniones. Se han repasado casi todas las fórmulas razonables de modificación del sistema de competición. La razón por la que no se ha aprobado es porque es realmente complicado aprobar un cambio así. Los estatuvos prevén que para hacerlo se precisa un 80% de los votos de los asociados, una mayoría súper reforzada que no ha existido para ninguna de las diferentes fórmulas que se pusieron encima de la mesa. No ha habido la posibilidad real de que una propuesta concreta de modificación (ya fuera de los playoffs, la liga regular, ambas cosas al mismo tiempo o sustitución de los playoffs por una Final Four… se ha puesto prácticamente de todo encima de la mesa) tuviera los apoyos suficientes para igualar o superar ese 80%.
Quizá se planteó con más fuerza que sólo hubiera liga regular, sin playoffs.
No, esto se publicó y tuvo mucho eco mediático durante unos días, pero yo creo que más bien por la espectacularidad con la que se trató el tema que por la importancia interna que tenía. Esta fue una opción más de las muchísimas que se contemplaban en las discusiones internas. Se habló de ella al mismo nivel que de cualquier otra.
No ha habido una mayoría súper reforzada para ninguna de las diferentes fórmulas de modificación del sistema de competición que se pusieron encima de la mesa
¿Y no falta un poco más de identificación con los equipos, de valor para el jugador español?
La identificación con los equipos no tiene nada que ver con la nacionalidad de los jugadores, en mi opinión. Creo que tiene más que ver con la permanencia razonable de los jugadores en las plantillas, sean de la nacionalidad que sean. Con esto no quiero decir que no queramos tener cuantos más jugadores españoles mejor, pero las plantillas son más conocidas en tanto en cuanto los jugadores permanezcan. Sí que es verdad que en esta cuestión hay mucho que mejorar todavía. Sería bueno que los equipos fueran capaces de mantener buena parte de las plantillas unidas más tiempo y que estas se cambiaran menos. Creo que esto sería positivo para ser más familiares de cara al aficionado.
Está claro que las retransmisiones televisivas de la liga han mejorado, pero, teniendo en cuenta que se han perdido muchos espectadores, ¿no se debería buscar alguna fórmula para emitir ciertos partidos en abierto, Copa del Rey y Supercopa?
Tengo una opinión muy personal al respecto. Las mediciones de audiencia oficiales sí que reflejan una pérdida de espectadores, pero tenemos serias dudas de que esas mediciones respondan a la realidad. La televisión de pago no está bien medida. Falta muchísima audiencia no medida en ella. Hay, desafortunadamente, muchísimas personas que están viendo la televisión de pago de una manera ilegal y pirateando la señal.
Tanto en el fútbol como en el baloncesto y otros deportes que se están dando única o mayoritariamente por televisión de pago, las audiencias oficiales no reflejan en absoluto la realidad de sus ratings. Además, es evidente que si de golpe y porrazo la ACB la estuviesen viendo sólo 100, 200 o 300 mil y pico personas que podrían derivarse de las audiencias oficiales, esto lo veríamos reflejado en las redes sociales. Y no hay nada de esto.
Estoy radicalmente convencido de que no ha habido ninguna pérdida real de audiencia. Otra cosa es que no sea fácil todavía probarlo de una manera definitiva. Lo que hemos ganado es una calidad de la emisión enorme. Creo que estamos en el mejor momento televisivo que ha tenido la ACB en toda su historia. Todos los partidos están producidos a un altísimo nivel, todos se dan por televisión, en HD, estamos en cerca de 150 países fuera de nuestras fronteras…
O sea que, de momento, el baloncesto va a seguir siendo de pago en España.
[Risas] Bueno, esto se lo dejo ya a las personas a las que les toque regir la ACB en un futuro. Si dependiera de mí, desde luego. No tengo la más mínima duda de que ese es el modelo acertado para el producto premium deportivo. No sólo para el baloncesto, sino para otros deportes. La única cabida que tienen desde la presencia en televisión cualitativamente importante, en HD y con unas inversiones a la altura en producción televisiva, sólo se puede tener en televisión de pago. Salvo el deporte mayoritario: el fútbol ya es otro mundo.
Estoy radicalmente convencido de que no ha habido ninguna pérdida real de audiencia de la ACB
Estos últimos años también ha habido otros asuntos que han generado un poco de controversia alrededor de la liga: los pasaportes, el derecho de tanteo este verano…
En el derecho de tanteo ha habido algunas discrepancias sobre la interpretación de lo que dice el convenio colectivo con la ABP. Cuando las cláusulas no están escritas con suma perfección o hay algunos aspectos que pueden ser interpretables de alguna manera, nos puede ocurrir que tengamos que revisitar estas cuestiones y ver cómo solucionamos las discrepancias que puedan surgir. Tampoco considero que sea un gran problema, son temas muy puntuales.
Con respecto a los pasaportes, es un tema que hace dos años ya que quedó muy bien establecido. Hubo una resolución del presidente del Consejo Superior de Deportes en la que se fijaron unas condiciones muy claras para que los jugadores con doble pasaporte tengan que demostrar, o bien deportiva o bien familiarmente, que tienen un enraizamiento con el país del cual tienen el segundo pasaporte. Cuando son, lógicamente, personas que de otra manera jugarían como extranjeros en nuestra competición. Desde entonces, esto ha funcionado como un reloj. Todos los jugadores que han venido a nuestra liga han cumplido esas condiciones.
Bueno, el caso Slaughter, por ejemplo, fue un poco…
Pero ese no es un caso reciente. Pasó con anterioridad a las modificaciones de las que yo estoy hablando. Desde que se dio la resolución del CSD, en la que se establecían las condiciones que tenía que cumplir un jugador para competir con un pasaporte cotonou, esto se solucionó. Desde entonces, no ha habido ningún problema. El tema de Slaughter es una problemática previa, pero las cuestiones judiciales son lentas y estos procesos se alargan. Pero las noticias que puedan salir no tienen que ver con elementos nuevos del problema, que se remonta a hace ya un tiempo. Desde que se detectaron estas cuestiones y se les puso una solución a través de incrementar los requisitos de acceso a la competición de los jugadores con segundo pasaporte, no ha habido problemas. En absoluto.
También generó cierta polémica la renovación del patrocinio de Endesa. No sé cuál será su versión.
Una muy simple: Endesa siempre tuvo la posibilidad de renovar su patrocinio, finalmente lo hizo y ha renovado por cuatro años más (silencio).
¿Y ahí se queda todo?
[Risas] La cuestión es que a Endesa le vencía su contrato. La temporada 16-17 era la última. Las discusiones de contratos de esta naturaleza, que son muy importantes (lógicamente, estamos hablando del patrocinador que le da nombre a una competición), son complejas. Son contratos que, desde el punto de vista económico, tienen mucha importancia tanto para el patrocinador como para la ACB.
Todo este proceso se vio envuelto en algo que en mi vida profesional, y llevo muchos años en esto tanto en la NBA como en la Liga de fútbol y el baloncesto, no había visto jamás: que una negociación de un contrato de patrocinio se viera volcada en los medios de esta manera. Me sorprendió tremendamente. Finalmente, a través de una negociación, se acordó la continuidad del patrocinio cuatro años más. Por lo tanto, final feliz.
Desde 2014, los ingresos de la liga han ido mejorando año a año. ¿Quizá ese es su mayor legado a la ACB?
Me siento orgulloso de haber triplicado los repartos a los clubes, faltaría más. También del contrato de televisión que tenemos, haber renovado el patrocinio con Endesa, tener otro con Telefónica muy importante, haber sumado a El Corte Inglés y a CaixaBank, haber creado muchas avenidas nuevas en el marketing, muchos eventos nuevos (el Circuito Movistar, que antes no existía)… Creo que la presencia de la ACB en el mercado nunca había tenido el prestigio y el marketing que tiene en estos momentos.
También hemos conseguido, a pesar de que ha sido complicado, que nunca se nos escapara el número de equipos de la competición. Y que nunca, en ninguna circunstancia, fuéramos más de 18. Ha habido, en general, una visión de que la ACB iba bien. Eso es lo que yo me llevo de los tres años que he estado aquí: una sensación de haber hecho la mayoría de las cosas bien, haber tenido éxito en la mayoría de proyectos que hemos puesto en marcha.
Me hubiera gustado haber hecho aprobar un sistema de control económico-financiero a los clubes, que queda para que lo haga el próximo equipo de mando. También no acabar mi mandato con los clubes todavía discutiendo la cuestión de futuro sobre su número. Pero estoy muy satisfecho. Me voy con un enorme sabor de boca y muy agradecido a los clubes y a los empleados de la ACB, que han trabajado como jabatos para que todo esto pueda ser una realidad.
El futuro
Cuando llegó al cargo, dijo que quería recuperar la estima de los aficionados. ¿Cree que lo ha conseguido?
Creo que sí. Estamos en momentos de récord absoluto de asistencia a los pabellones. Nunca había habido tanta gente en los pabellones de la ACB, con medias superiores a los 6.300 espectadores por partido. Estamos por encima de cualquier otra liga con muchísima diferencia. Nos ven más personas que nunca fuera de España. Hay indicativos, directos e indirectos, de que tenemos muy alto seguimiento por parte de nuestros fans. Casi todos los objetivos principales que nos marcamos se han ido cumpliendo y dejo esta responsabilidad con la sensación de un éxito más que razonable y del deber cumplido.
¿Qué mensaje lanza a aquellos que puedan pensar que la ACB está en horas bajas o pasando por un mal momento?
Los problemas de la ACB son de discusión interna, que desafortunadamente están demasiado en los medios. Con esto no estoy apuntándoles a ustedes, hacen su trabajo. Quizá internamente deberíamos ser un poco más cuidadosos con todos estos planteamientos. Son discusiones internas que creo que están en camino de solución. Salvo eso, todo lo demás es positivo. Creo que la ACB está en el mejor momento de su historia si vemos cuáles han sido los resultados de la temporada 2016-2017. Estamos en un momento muy dulce en lo ecónomico, lo deportivo y el prestigio de la competición, sus jugadores, entrenadores y árbitros. Es de lo mejor que hay en el deporte en este continente. Mi visión sobre el futuro de la ACB es muy positiva a corto y medio plazo.
Queda en el aire quién va a ser el nuevo presidente de la ACB. Se habla mucho de Jordi Villacampa.
No sé quién va a ser el próximo presidente, o presidenta. Si fuera Jordi Villacampa, estoy convencido de que sería un magnífico presidente. Pero no sé si va a ser él u otra persona.
¿Qué objetivos quedan antes de que se marche y cuáles va a tener que afrontar la nueva directiva?
Mi objetivo, ahora mismo, es ayudar a la Asociación a la transición a una nueva presidencia. Que el nuevo presidente, o presidenta, se encuentre con una situación estable, lo tenga todo por la mano y le sea muy fácil coger las riendas. A partir de aquí, el nuevo equipo directivo tendrá que seguir creciendo económicamente, desde el punto de vista del interés de la competición (que cada vez sea mejor en lo deportivo y que tenga cuantos más seguidores mejor), etc. Lo mismo que mis predecesores y yo hemos intentado. Que les acompañe la suerte para que sus resultados puedan ser mejores que los míos.
¿Y qué hará Francisco Roca al terminar su etapa en la ACB?
No lo sé, todavía no tengo nada decidido. Quiero dedicar algún tiempo a ponerme al día en algunos temas que me interesan en relación al deporte. Por ejemplo, esta nueva faceta de los E-games, algo que me interesa conocer mucho más de lo que lo estoy haciendo ahora. Y otras cuestiones. A partir de ahí, entre lo que yo vea que puedo aportar y hacer, y lo que me ofrezcan, espero que alguna oportunidad me vaya saliendo.
¿El baloncesto seguirá estando presente o no?
Voy a ser siempre un fan del baloncesto. Voy a seguir la ACB, la NBA y la Euroliga con atención porque soy un enamorado de este deporte. Pero desde el punto de vista de una labor profesional, esto ya... Para mí ha sido un enorme honor y una experiencia intensa, bonita pero al mismo tiempo complicada, en estos años que voy a recordar siempre con muchísimo cariño y orgullo.