La Policía, sobre el Barça y Negreira: "No tiene sentido que paguen. El CTA ha de ser neutral por sí mismo"
Los agentes no creen la versión blaugrana: "Es una incongruencia que un club tenga que pagar para garantizar que las decisiones sean neutrales".
22 marzo, 2023 14:46La Policía Nacional no se cree la versión del Fútbol Club Barcelona y pone en duda que los pagos a José María Enríquez Negreira se debiesen a que la entidad blaugrana "quería asegurarse que no se tomaban decisiones en contra del club y que todo fuera neutral". Los investigadores sentencian en uno de sus informes que las facturas cobradas por el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) podrían tener otro objetivo diferente, presuntamente delictivo.
Así lo explican en uno de los informes incorporados al sumario, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, los agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Unidad Adscrita a la Fiscalía Anticorrupción de Barcelona. En él informan al Ministerio Público de que, a su juicio, existen "indicios racionales y relevantes de criminalidad", en concreto delitos de "corrupción entre particulares, administración desleal, falsedad documental".
Los policías, tras realizar las averiguaciones pertinentes, son extremadamente claros en sus conclusiones: "No tiene sentido alguno y es una incongruencia que un club de fútbol tenga que pagar al vicepresidente del CTA para garantizar que las decisiones tomadas por dicho órgano sean neutrales, cuando dicho ente ha de ser neutral por sí mismo".
Los agentes señalan en ese mismo documento que del estudio de las cuentas bancarias de Negreira lograron constatar que los importes que el Barça le ingresó eran retirados en forma de cheques al portador. El encargado de retirarlos era José Martínez Alfonso, amigo personal de Negreira y, durante 40 años, compañero de oficio como juez de línea en Primera División.
Era él quien, una vez los cobraba en una oficina a 300 metros del despacho del exvicepresidente del CTA, se encargaba de entregárselo a Negreira en efectivo sin dejarlo en la oficina. La secretaria del número dos de los árbitros anotaba, a su vez, los importes en su cuenta de beneficios.
"Asunto personal con el presidente"
Esta mujer declaró también a la Policía que Negreira siempre decía que los trabajos para el Barça eran "un asunto personal suyo con el presidente que estuviera en cada momento, sin que interviniera nadie más". La empleada también sostuvo que nunca le vio redactar ningún informe ni grabar ningún disco.
A pesar de localizar estos pagos, la Agencia Tributaria no apreció un incremento del patrimonio de Negreira. Este hecho se une a las constantes retiradas de efectivo que efectuaba.
Ambas circunstancias hacen sospechar a Hacienda "que podrían ir destinados a pagar en efectivo a terceras personas para evitar que se pueda conocer la identidad de los mismos, así como el concepto de los pagos".
Para los investigadores, "lo que sí está suficientemente claro es que el Fútbol Club Barcelona ha pagado una importante cantidad de dinero a quien en aquel momento era el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, no habiéndose podido conocer el motivo, pero sí que estos pagos cesaron al mismo tiempo que dicha persona cesó" en su cargo.
Está también muy claro para la Policía Nacional que no constan "informes ni soportes informáticos sobre los servicios prestados, pretendiéndole dar una apariencia de normalidad mediante la emisión de facturas por parte de las sociedades de Negreira por unos conceptos que no se ajustan a la realidad, por lo que podrían considerarse facturas falsas".
No creen a Bartomeu
Los policías de la unidad adscrita a la Fiscalía Anticorrupción también sospechan de la declaración que realizó Josep Maria Bartomeu, expresidente de la entidad blaugrana.
Éste aseguró que siempre estuvo convencido de que los importes abonados eran por los servicios prestados por Javier Enríquez, el hijo del ex número dos de los árbitros. Dijo también que a su padre, Enríquez Negreira, lo conocía "someramente".
Para los investigadores, ninguno de estos dos extremos se sostiene. En primer lugar, porque Negreira afirmó ante Hacienda que la relación que tenía con Rosell y Bartomeu era de carácter "personal", y que se reunía con ellos "unas seis veces al año". Este hecho fue corroborado por la declaración de la secretaria del colegiado, quien aseguró que Bartomeu llegó a visitar personalmente a Negreira en la oficina de su empresa.
El hijo de Negreira aclaró, tanto a Hacienda como a la Policía Nacional, que su interés era trabajar "directamente para el Barça y que tuvo que hacerlo a través de una empresa intermediaria por indicación de su administrador, para no relacionar su apellido con el club".
Los investigadores creen que "es obvio" que si Javier Enríquez hubiera sabido "que las empresas de su padre llevaban facturándole al Barça desde el año 2001, no hubiera aceptado facturar al club a través de una intermediaria, ya que el apellido y el FCB ya estaban relacionados".
Por tanto, los agentes a cargo de las pesquisas lo tienen bien claro: "No es creíble que el presidente del Fútbol Club Barcelona creyera, pensara o estuviera convencido que los pagos eran por los trabajos realizados por Javier Enríquez, cuando los pagos a su padre, José María Enríquez (Negreira) comenzaron con mucha antelación".