En España hay unas 13 millones de mascotas registradas, según datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), y para cada familia su mascota es única. Y de esta cifra, el 89% lo representan los perros, seguidos de los gatos. Además, el gasto medio por cada animal de compañía supera los 1.200 euros al año. Sobre todo, el mayor gasto recae en una alimentación de calidad para que el peludo tenga una calidad de vida óptima, y por ello, es importante conocer qué puede y qué no puede comer un perro. Entre algunas de las dudas sobre la dieta de los perros en tanto que tendemos erróneamente a alimentarles con la misma comida que a nosotros mismos. Por eso, hoy despejamos una de las muchas dudas: la de los frutos secos.
¿Puede comer un perro frutos secos?
Muchas veces cometemos el error de pensar que nuestro perro no se puede alimentar únicamente de un pienso, y por eso, le damos de nuestra propia comida. Esto puede convertirse en rutina, tanto que el peludo puede llegar a rechazar la comida que realmente le corresponde. Sin embargo, tenemos que pensar que darles determinados alimentos puede tener graves consecuencias. Sus necesidades no son las mismas que las nuestras y tenemos que tener mucho cuidado.
Con respecto a los frutos secos, en un primer momento diríamos que un perro no debe comerlos. Esto tiene que ver con que son granos muy pequeños y nuestro perro puede tener problemas al tragarlos sin masticar. Y además que, porque su alto contenido graso puede causar vómito, diarrea y incluso, enfermedades derivadas como pancreatitis.
Sin embargo, esto tampoco debemos tomarlo como una regla sin excepciones. Como cualquier sabía diría: en la virtud está en el término medio. De tal forma que podemos decir que el perro puede consumir determinados frutos secos, no obstante, no sería su alimento principal. Es decir, podemos darles frutos secos en alguna ocasión y ello supondrá que los ácidos grasos, al no ser consumidos en grandes cantidades, les aportarán beneficios muy importantes para el pelaje y para controlar los procesos inflamatorios, además de vitaminas liposolubles A, D, E y K. Como ocurre con muchos alimentos, tiene sus beneficios y sus perjuicios.
¿Qué frutos secos puede comer un perro?
De entre todos los frutos secos, hay algunos que son más recomendados que otros. Estos son: las nueces, las almendras, las avellanas y los cacachuetes. Muy importante saber cuáles son los que no pueden tomar en ningún caso: las uvas pasas y las nueces de macadamia. Estos dos últimos pueden causar desde diarrea hasta fallos sistémicos.
¿Cómo darle frutos secos a un perro?
Muy importante tener en cuenta también que los perros no pueden comer los frutos secos de cualquier forma. La mejor opción es triturarlos para evitar que se atraganten en un momento de ansia por comer.
En cualquier caso debemos utilizar los frutos secos como algo que debe complementar esporádicamente la dieta del perro, es decir, lo podemos utilizar como chuchería a modo de refuerzo positivo.
También lo podemos utilizar el polvo obtenido de la trituración. Eso sí, no resulta para nada conveniente mezclarlos con pienso. Lo mejor sería mezclarlo con otros alimentos formando una receta casera y siempre ofreciéndoselo de forma ocasional.