En el año 1956, Elvis Presley cumplió 21 años, una edad a la que todos los jóvenes estadounidenses debían presentarse al servicio militar. El cantante había revolucionado a los jóvenes y padres de su país con Hound dog o Blue suede shoes, dando a los primeros una nueva forma de expresión que a golpe de cadera escandalizó a los segundos. Sin embargo, lo que ocurrió 4 de enero de 1957, sería considerado por sus fans como el 'lunes negro'. Una fecha que marcaría un cambio vital en su carrera

El mánager de Presley, el Coronel Parker, escribió una carta al Pentágono semanas antes del cumpleaños del cantante, debía buscar una solución para él, había demasiado en juego. Alistarse en el ejército significaría posponer los contratos de películas y álbumes que estaban por llegar, una pérdida demasiado grande para todas las partes involucradas, productoras y discográficas por igual. Sin embargo, Parker consiguió convencer al músico de que alistándose conseguiría acercarse aún más al público más mayor, lavando su imagen frente a una generación de veteranos de la Segunda Guerra Mundial. 

El gobierno ofreció al mánager la posibilidad de que Presley se uniese a los 'Servicios Especiales', un grupo creado en lo años 40 por el Departamento de Guerra estadounidense, encargado de emplear a artistas y organizar actuaciones dentro del cuerpo. Parker sabía que la imagen del cantante de provocador y problemático, solo se vería agravada por un trato prioritario por parte del gobierno. De esta forma, decidió que el músico serviría como soldado raso, sin trato de preferencia alguno. 

De rey a recluta

El 24 de marzo de 1958, Elvis Presley entró en Fort Chaffee, en Arkansas. El joven acababa de terminar la grabación de su película King Creole. Ante las cámaras posaba confiado, con aquella sonrisa que le había catapultado desde Chess Records a prácticamente todo el globo. Pero en las cartas personales a amigos y familiares se mostraba muy preocupado. Le agobiaba el estricto entrenamiento militar, la posibilidad de perder la fama y todo lo que había logrado construir hasta entonces. Uno de sus superiores le dejaba utilizar su teléfono personal para que pudiese comunicarse con su familia, en estas ocasiones el joven lloraba desconsoladamente

GI Blues de Elvis Presley Wikimedia Commons

Cuando llegó el verano, a Presley se le permitió mudarse a una casa con el resto de su familia, algo que mejoró con creces su estado de ánimo. Sin embargo, el 14 de agosto de 1958, su madre falleció a causa del agotamiento y el mal estado de sus riñones y su hígado. El joven quedó destrozado. 

Anfetaminas alemanas

En septiembre el rey, junto con el resto de su familia, fue trasladado a Alemania Occidental, a la ciudad de Friedberg. Allí convivió con su séquito de hotel en hotel, acosados constantemente por los fans que se agolpaban a las puertas. Un cartel en la verja anunciaba que solo se repartirían autógrafos entre las 19:30 y las 20:00. 

En este tiempo de servicio en Alemania, Parker trabajaba a destajo para generar merchandising y cerrar adelantos editoriales para cuando Presley terminase el servicio. Las interminables conversaciones entre ambos, daban buena muestra de la preocupación del músico por el olvido, algo que le aterraba. Sin embargo, Parker no estaba dispuesto a permitir que su representado actuase gratis para las tropas. Un trato así le habría dado al ejército norteamericano todos los derechos de explotación de esas actuaciones, y el coronel no estaba dispuesto a pasar por ahí.

Presley en Alemania Wikimedia Commons

 

Durante unas maniobras, el agotamiento y la mala forma física, unidos a los problemas genéticos que la familia Presley arrastraba, le empezaron a hacer mella. Fue un sargento el primero que le ofreció anfetaminas. Este quedó fascinado por su efecto, la energía y la fuerza que le dieron durante los años de servicio se quedarían marcados a fuego en su mente. Elvis dependería el resto de su vida de este tipo de medicaciones para poder mantener el ritmo de su intensa actividad artística. 

Durante este tiempo también conoció a la que se acabaría convirtiendo en su mujer, Priscilla Ann Wagner, hija de uno de sus compañeros, Currie Grant. Él tenía 24 y ella 14, una diferencia de edad que no pareció importarle al joven Presley. El resto del tiempo en Alemania lo pasaron juntos, aunque tendrían que pasar dos años hasta que, bajo normas muy estrictas de sus padres, Priscilla pudiese viajar a los Estados Unidos para reunirse con el rey. 

Elvis en Europa

Joquín Luque es el presidente del mayor club de fans de Elvis Presley en España. Cuando se creó el Club Elvis, en Badalona en 1991, la figura del de Tupelo era "prácticamente inexistente" en nuestro país, y el acceso a material de archivo y discos, muy limitado. Treinta años y mil socios después, el club está reconocido oficialmente por Graceland, la última morada del cantante y una 'meca' para sus incondicionales. 

Luque opina que la poca influencia del rey en Europa se debió en parte a la situación irregular de su mánager en los Estados Unidos. El Coronel Parker escondió durante años su verdadera nacionalidad, había nacido en Breda, Países Bajos y entrado al país de forma ilegal. Por poner un dato, la única vez que Elvis pisó Reino Unido fue a su vuelta de Alemania. El pequeño aeroplano en el que viajaba debía repostar y aterrizó en Escocia con este propósito. 

Cuesta creer que alguien como Elvis no aprovechase su influencia para girar por Europa, sin embargo, hay más. Joaquín señala las dos grandes desilusiones en la vida del cantante: su fracaso como actor y nunca haber podido realizar esa gira

La influencia que la música americana tuvo en la década siguiente durante la 'Invasión británica', podría haber sido completamente distinta si Presley hubiese girado por como si lo hicieron Chuck Berry o Muddy Waters, entre otros, por el Viejo Continente. Quién sabe cómo recordaríamos hoy al rey en su 44 aniversario si hubiese llegado a pisar España. 

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