Un equipo de arqueólogos del Museo Nacional de Dinamarca acaba de redescrubrir los restos de un vikingo desaparecido hace más de un siglo. Lo ha hecho tras los muros de su área de estudio, ya que se encontraban perfectamente protegidos en el museo pero habían sido etiquetados erróneamente.
La equivocación sumió en el olvido el hallazgo cosechado en 1868. Cerca de Mammen, una pequeña localidad ubicada al norte de Dinamarca, emergió una cámara funeraria vikinga de madera, a la que denominaron Bjerringhøj y que pudo pertenecer a la realeza. Había sido encontrada por agricultores que trabajaban para un terrateniente local. Estos, desconocedores de la dimensión del descubrimiento, decidieron repartírselo entre ellos. Cuando los expertos llegaron al terreno primero tuvieron que contactar con los campesinos.
Aquella zona resultó albergar numerosos tesoros del pasado, por lo que los investigadores procedieron a excavar el terreno en busca de elementos arqueológicos. En 1986 se determinó que la muerte del cuerpo encontrado tuvo lugar entre el 970 y 971 d.C. No obstante, ya entrados en nuestro siglo, los investigadores fueron incapaces de localizar los huesos de Bjerringhøj. Ni en el Museo Nacional de Dinamarca ni en los archivos de la Universidad de Copenhague había rastro alguno.
Ha sido ahora cuando el redescubrimiento ha florecido para beneficio de los arqueólogos. Un equipo liderado por Ulla Mannering llevaba desde 2018 estudiando textiles de la era vikinga. Como parte de su trabajo rutinario, examinaron los restos de otro entierro llamado Slotsbjergby. Sin embargo, una de las cajas con restos textiles había una serie de huesos que no venían reflejados en la descripción del enterramiento.
Tras un breve episodio de desconcierto, el equipo llegó a la conclusión de que los huesos podrían ser los que faltaban en Bjerringhøj. "Todos quedamos asombrados con esta idea", ha afirmado Mannering según NewScientist. Para confirmar la hipótesis, hubo que realizar el análisis pertinente que eliminara cualquier atisbo de duda.
Enterramiento
Tal y como habían deducido, el número y los tipos de hueso coincidían exactamente con el conjunto de Bjerringhøj, al igual que los textiles. Gracias a este redescubrimiento pueden asegurar que el vikingo cuyos primeros restos fueron catalogados a finales del siglo XIX era un hombre que fue enterrado con unos pantalones largos que no han llegado hasta nuestra época.
Sí que han perdurado ciertos objetos textiles que ofrecen datos sobre los hábitos de los vikingos en el siglo X. El varón fue inhumado con varios textiles, incluidas muñequeras, un fragmento de lana bordada y varias piezas tejidas que aparentemente se usaban en los tobillos.