Egipto va a asombrar al mundo este sábado con un evento inigualable, único, histórico, con un viaje legendario. Esos son los calificativos empleados por las autoridades locales para anunciar el traslado de 22 momias de reyes y reinas de las dinastías XVII, XVIII, XIX y XX desde el Museo Egipcio de El Cairo, en la plaza de Tahrir, hasta el monumental Museo Nacional de la Civilización Egipcia, en la zona de Fustat, donde se expone una colección de más de 50.000 objetos. El acontecimiento ha sido bautizado con pomposidad como "el desfile dorado de los faraones".
Los antiguos gobernantes, entre los que se encuentran destacados nombres de la historia del Antiguo Egipto como Ramsés II o Hatshepsut, van a ser transportados en sarcófagos de vidrio rellenos de nitrógeno, con adornos de palmeras y papiros, que serán colocados sobre carros de imitación faraónica. El recorrido transcurrirá en paralelo al curso del Nilo e irá acompañado de procesiones militares de la Guardia Republicana y cañonazos. 400 televisiones de multitud de países tienen previsto retransmitir este evento en directo.
Es la última genialidad —sin tener en cuenta el riesgo de exponer así a las momias de hace 4.000 años— del Gobierno egipcio para promocionar el turismo a través de su infinito patrimonio histórico y arqueológico, que se suma a los mediáticos descubrimientos de los últimos años. En 2021 también está prevista la inauguración, retrasada por la pandemia, del Gran Museo Egipcio, un ambicioso proyecto cultural que se publicita como el lugar de encuentro de la colección más importante de antigüedades egipcias.
El renombrado y polémico egiptólogo Zahi Hawass, exministro de Turismo y Antigüedades, ha confirmado que este desfile es el mejor reclamo para renovar la imagen del país: "Aunque hubiéramos pagado billones de dólares, no habríamos sido capaces de promocionar Egipto de esta manera. Todo el mundo estará mirándonos con gran respeto durante el proceso de transportar las momias, que durará unos 40 minutos". Además, ha asegurado que los faraones estarían "orgullosos" de esta puesta en escena.
En total, van a desfilar dieciocho reyes y cuatro reinas, cuyos cuerpos fueron descubiertos en dos necrópolis: en la montaña de Deir el-Bahari, en Luxor, en 1881; y en 1898 dentro de la tumba de Amenhotep II, en el Valle de los Reyes, también en Luxor, la antigua Tebas. Una vez lleguen al Museo Nacional de la Civilización Egipcia, los restos van a ser preparados durante 15 días y después se expondrán —en mejores condiciones de temperatura y humedad— en el Salón de las momias reales.
La lista
La momia del faraón Seqenenra Taa, rey que inició la "guerra de liberación" contra los hicsos y fue brutalmente asesinado tras su captura en una batalla, es la más antigua que tomará parte en el desfile. Su hijo, Ahmose I, culminó la expulsión de estas poblaciones del norte de Egipto y se convirtió en el fundador de la Dinastía XVIII. Ambos fueron enterrados originalmente en la necrópolis de Dra Abu el-Naga y reubicados durante época ramésida en el "cachette" de Deir el-Bahari para salvarse del pillaje.
La otra veintena de personajes reales que van a ser transportados por las calles de El Cairo pertenecen todos al Imperio Nuevo. La reina Ahmose-Nefertari fue la primera Gran Esposa Real en ser investida con el título y función de "Esposa del dios". Desempeñó un papel político de primer orden y asumió la regencia del país durante la minoría de edad de su hijo Amenhotep I. Este faraón, recordado como un gran gobernante, lideró numerosas campañas militares y fue objeto de un culto muy popular tras su muerte —sin legar descendencia—, igual que su madre. Su esposa fue Ahmose-Meritamón.
El belicoso Tutmosis I recogió el trono del Antiguo Egipto y expandió sus fronteras hasta límites nunca vistos. Se dice que allí donde alcanzaban sus dominios ordenó colocar unas telas gigantescas para materializar el resultado de sus conquistas. Aunque su momia apareció en Deir el-Bahari, se trata del primer faraón sepultado en el Valle de los Reyes, en Luxor. Su vástago Tutmosis II heredaría el Imperio, aunque su prematura muerte en torno a la treintena entregó las labores de gobierno a una mujer, su esposa y hermanastra Hatshepsut (1490-1468 a.C.).
Fue esta una de las pocas mujeres que alcanzaron el poder en el Antiguo Egipto. No lo tuvo fácil: hubo de enfrentarse a las ambiciones del clero del templo de Amón en Karnak y a los partidarios de Tutmosis III, hijo bastardo de Tutmosis II con una concubina y que tras la regencia de su madrastra se convertiría en uno de los faraones más importantes de la historia egipcia, saliendo airoso de 17 campañas militares. Hatshepsut, que se hizo representar en forma de hombre, con cuerpo de varón y barba postiza, organizó una célebre expedición al Cuerno de África para conseguir especias y productos y construyó un magnífico templo funerario en Deir el-Bahari, conocido como Djeser-Djeseru, "el sublime de los sublimes". Su momia se halló en el Valle de los Reyes en 1903.
La tumba de Amenhotep II, la KV 35, un rey que se jactaba de su destreza atlética, representándose como un hábil auriga y un diestro arquero, fue un hito de la egiptología. Descubierta en 1898 por arqueólogo francés Victor Loret, contenía las momias de una decena de personalidades reales que se habían escondido de los ladrones: Tutmosis IV, artífice de la Estela del Sueño de la Gran Esfinge de Guiza; Amenhotep III, representado en los famosos colosos de Memnón, y su esposa, la reina Tiye; o ya de la Dinastía XIX Seti I, conocido por su espectacular y colorido enterramiento, uno de los más espectaculares del Valle de los Reyes.
Su hijo Ramsés II es sin duda uno de los faraones más populares y encabezará la marcha real. Gobernó 67 años, erigió templos por todo Egipto, entre los que destaca el de Abu Simbel con sus escenas bélicas, firmó el primer tratado de paz de la historia e inventó las fake news en la batalla de Qadesh. Su momia se encontró en 1881 en Deir el-Bahari. El cuerpo de su heredero, Merenptah, que ascendió al trono de Horus a una edad muy avanzada, fue hallado en la KV 35, como el de Seti II. Todos ellos serán transportados este sábado al Museo Nacional de la Civilización Egipcia.
También Ramsés III, el segundo faraón de la Dinastía XX y vencedor de una de las primeras batallas navales de la historia contra los Pueblos del Mar en el primer cuarto del siglo XII a.C. La lista la completan los reyes Siptah, Ramsés IV, Ramsés V y Ramsés VI.