Este domingo arranca la 73ª edición de los Globos de Oro, una de las citas más candentes de la denominada prestige season y la ceremonia presidida por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood cada año en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles. Será allí donde la élite del estrellato cinematográfico vuelva a desplegar ese circo de deslumbrantes atuendos en la alfombra roja y momentos para el histerismo internauta que cada año nutren de material a los medios de entretenimiento.
También se repartirá, no lo olvidemos, algún que otro galardón con el que los inversores podrán rentabilizar su esfuerzo en las campañas de promoción de las películas de la temporada. Aunque el premio gordo, los Oscar, no se conocerán hasta el próximo 28 de febrero, los Globos de Oro sirven como aperitivo hasta entonces, uno mucho más desenfadado y divertido.
Vuelve Ricky Gervais, el chico malo de las galas de premios que lo mismo acusa de racista a Colin Firth que llama alcohólico a Charlie Sheen
El primer gran cambio que plantea la nueva entrega de los Globos de Oro en 2016 es el de sus presentadores: vuelve Ricky Gervais, el chico malo de las galas de premios que lo mismo acusa de racista a Colin Firth que llama alcohólico a Charlie Sheen. Para este su cuarto año no consecutivo como maestro de ceremonias todo apunta a que el humorista británico llevará algo preparado sobre onald Trump, el candidato republicano de los próximos comicios y centro de todas las mofas en los grandes medios estadounidenses.
En la pasada rueda de prensa que desvelaba los nominados intervinieron Angela Bassett, Chloë Grace Moretz y Gina Rodríguez. Corrección, America Ferrera. La confusión no es sólo nuestra, sino también de los propios responsables de comunicación de la gala, que en su cuenta de Twitter se equivocaron en más de una ocasión al identificar a la actriz latina que asistiría a su evento. Pero en la noche del próximo domingo a Gervais le acompañará Mel Gibson, que sale de su ostracismo mediático despertando el temor ante lo que este paria del estrellato pueda hacer o decir durante su intervención.
Las películas
Si nos adentramos en el apartado de premios, nos encontramos con que la 73ª edición está especialmente abierta a las sorpresas. Como recordó la periodista Lynn Hirschberg, directora de W y reportera especializada en los Oscar, no hay ninguna clara favorita como sí pudieron serlo en años anteriores películas como Gravity, Forrest Gump o Titanic.
Sí se apunta desde varias cabeceras a que Marte (The Martian) tiene muchas posibilidades para llevarse la estatuilla, ya que en vez de estar nominada por la categoría de drama, la asociación ha optado por circunscribir la última propuesta de Ridley Scott a la categoría de Mejor Película de género Musical o Comedia (¿Matt Damon: el musical?). En esa misma sección también lucharán por el premio varias películas protagonizadas por mujeres, como Y de repente tú, Espías o Joy, en un año marcado por la conquista del registro humorístico por parte de las protagonistas femeninas.
La categoría de drama sí está más reñida. Las nominadas son Carol, El Renacido, Spotlight, Room y Mad Max: Furia en la carretera. Aunque los Globos de Oro nunca han sido una vara de medir 100% fidedigna por la que tantear qué película triunfará en los Oscar (tienen un porcentaje de coincidencia en la categoría de Mejor Película de en torno al 66%), sí sirven para tantear la atención que cada largometraje ha suscitado, y por eso lo que ocurra este domingo en el Beverly Hilton servirá para comprobar el éxito que puede cosechar Carol, el drama autoral de Todd Haynes que conquistó a los críticos en la pasada edición de Cannes, o Spotlight, la historia basada en hechos reales sobre el escándalo de los abusos sexuales de la Iglesia Católica de Massachussets que ha dirigido Thomas McCarthy. Eso, si alguna de las dos competidoras más destacadas se lleva el gran premio, ya que siendo una edición con una competición tan ajustada, cualquier candidata podría llevárselo y dar la campanada.
Los actores
En la vertiente interpretativa la cosa también está reñida, aunque todos los focos mediáticos se han centrado en la lucha de Leonardo DiCaprio por ganarse su tercer Globo de Oro, un paso más en su carrera hacia los Oscar. El actor de 40 años, tras pasar por un hiato laboral lejos de los escenarios, se ha rendido al proyecto de Alejandro Iñárritu, El Renegado, en el que su tour de force interpretativo (con pelea contra un oso grizzly incluida) le confirman como claro favorito de la prensa, que no de los responsables en adjudicar el premio. Aun así tanto Michael Fassbender por Steve Jobs como Eddie Redmayne por La chica danesa podrían salir triunfantes. No tanto, se espera, Bryan Cranston o Will Smith, resto de candidatos que conforman la lista final. No se sabe si Sylvester Stallone ganará la candidatura a Mejor Actor de Reparto por su papel en Creed, película dirigida por él mismo, que recupera la saga Rocky y que ha conquistado el corazón de las audiencias estadounidenses.
El drama lésbico Carol reparte nominaciones a la categoría de Mejor Actriz de Drama por partida doble, optando por el mismo premio y película Cate Blanchett y Rooney Mara. Otra fuerte contendiente es también la joven Brie Larson, que en Room ofrece el clásico trabajo de entregada interpretación que tanto conquista entre los jurados de premios. Se prevé que Alicia Vikander, que compite por su papel en La chica danesa, se vaya de vacío, pero no está tan claro que la irlandesa Saoirse Ronan, protagonista de Brooklyn, no tenga opciones.
Más interesante sin embargo será el duelo entre amigas en la categoría de Mejor Actriz de Comedia o Musical, donde Jennifer Lawrence (Joy) y Amy Schumer (Y de repente tú) se llevan la mayoría de menciones. Aunque a los californianos les encanta complacer a Lawrence, auténtica bomba mediática cuya presencia es un imán de atenciones por parte de la prensa, el talante ante las cámaras de la cómica Amy Schumer también podría anticipar unas escandalosas declaraciones, compitiendo en bestialidad a las que pueda hacer durante la gala el presentador Ricky Gervais.
¿Y las series?
Si algo destaca sobre las candidaturas a series de televisión, es el peso cada vez mayor de las plataformas de streaming. Las producciones de Hulu, Amazon o Netflix aglutinan 13 series seleccionadas, llegando al punto de superar las 11 nominaciones de las televisiones en abierto y también amenazan la hegemonía de las cadenas de cable, que siguen dominando, esta vez con 25 nominaciones. En recuento por cadenas queda así: Netflix es la productora de televisión con más posibilidades (tiene ocho nominaciones), y le siguen HBO (7), ABC (4), Fox (4) y AMC (2).
Todo apunta a que los responsables del listado de candidatas han querido provocar una regeneración en la parrilla, repartiendo más candidaturas a los recién llegados y menos a clásicos de ya reconocido prestigio. No se ha nominado a Mejor Serie Dramática a House of Cards, The Americans, Downtown Abbey o Mad Men, propuestas muy queridas por la crítica, y sí se han incorporado Narcos y Mr Robot, novedades del año seriéfilo.
Menos sorpresas hay en la categoría de Mejor Serie de Comedia, en la que Transparent podría hacer doblete o Veep triunfar como lo hizo en los últimos Emmys. A las dos series mencionadas le deja el camino libre Orange is the new black, en horas bajas, o una Sillicon Valley, que se presenta con pocas opciones, pero está por ver qué ocurrirá con la novedosa Mozart in the Jungle de Amazon. Lo más relevante del apartado catódico es, sin embargo, la nominación a mejor actriz de Lady Gaga, que permitirá que la cantante luzca alguno de sus excéntricos modelitos en una gala tan interesada por la cultura como por el espectáculo.