El confinamiento al que nos hemos visto abocados por el decreto del estado de alarma está suponiendo una dura prueba para toda la población. Desde el punto de vista físico, desgraciadamente algunos están teniendo que luchar contra el famoso coronavirus, aunque si hay algo común a todos es el desgaste psicológico, bien por tener que seguir desde la distancia cómo algún familiar está atravesando ese duro trance o bien por las consecuencias que genera el hecho de llevar tantos días encerrado entre cuatro paredes.
En este sentido, el caso de Tamara Gorro (33 años) es bastante paradigmático. La tertuliana ha visto de cerca los efectos del COVID-19, ya que su marido, el futbolista argentino Ezequiel Garay (33) dio positivo en un test, tras la eliminatoria que su equipo, el Valencia, disputó en los octavos de final de la Liga de Campeones con el Atalanta italiano. Ese compromiso obligó a la plantilla 'ché' a viajar a Milán, una de las zonas de Italia donde el virus está azotando con más fuerza. El resultado: varios jugadores infectados, entre ellos el propio Garay.
Curiosamente, el marido de Tamara Gorro no pudo disputar dicha eliminatoria, ya que a comienzos de febrero sufrió una grave lesión en los ligamentos de su rodilla derecha que le obligó a pasar por el quirófano. Esa intervención, el periodo de convalecencia y el posterior contratiempo del coronavirus han sido, como era de esperar, un cóctel difícil de sobrellevar para la pareja.
Quizás el cúmulo de todas esas circunstancias llevó a Gorro a publicar un post en Instagram el pasado martes 31 de marzo con el que dejó muy preocupados a sus seguidores. En la foto, la modelo aparecía con un rostro que denotaba un claro cansancio, y lo acompañó del siguiente texto: "Familia virtual. Perdonad que hoy no esté por aquí tampoco. La noche del domingo comencé a encontrarme mal, ayer no podía tenerme en pie y hoy tampoco. Muy cansada y la sensación de falta de aire, como si tuviera ansiedad", reza el mensaje.
"Quizá el encierro de todos estos días y toda la situación provocó esa angustia. Ni idea, pero lo que voy a hacer es lo siguiente: tranquilizarme, dar descanso que el cuerpo me pide e ir viendo evolución. Estoy segura de que en unas horas estoy como nueva dando guerra. ¡OS AMO!", concluye la influencer.
Intervención
Desconocemos si asesorada por algún especialista o motu proprio, el caso es que Tamara Gorro parece haber realizado un diagnóstico muy adecuado de su situación y, sobre todo, que se ha 'autorecetado' un tratamiento que podría paliar todos esos síntomas a los que hacía referencia en el post.
Desgraciadamente, muchas personas podrían ver en el caso de Tamara Gorro un espejo de la situación que están atravesando. Así, tres profesores de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (Alfredo Rodríguez, Mirko Antino y Paula Ruíz-Zorrilla), junto a otra de la inglesa Universidad East Anglia (Ana Sanz-Vergel) han llevado a cabo una investigación para detectar los efectos psicológicos del confinamiento. Insomnio, estrés, depresión y, cómo no, ansiedad, han sido los problemas más recurrentes con los que se han encontrado.
En este sentido, los profesionales de la salud recomiendan no pasar por alto cualquier síntoma y dar la voz de alarma a las primeras de cambio, ya que una intervención temprana facilita que se palien los efectos y, por supuesto, que todo ello derive en enfermedades psicológicas mucho más graves.
Por si alguna persona se ve en la misma situación que Tamara Gorro, los expertos recomiendan las siguientes pautas para hacer frente a la ansiedad: usar técnicas de relajación, hablar con los seres queridos como amigos y/o familiares, llevar a cabo actividades físicas que resulten placenteras y además tengan un efecto relajante, y cuidar otros aspectos como la calidad del sueño o llevar una dieta saludable.
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