El pasado sábado, 28 de septiembre, Enrique Ponce (52 años) vivía uno de los días más emotivos de su carrera al despedirse a hombros y por la puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas ante su inminente retirada de los ruedos tras más de 30 años de alternativa.
Aprovechando su paso por Madrid el torero disfrutaba de un plan muy especial antes de regresar a Almería, donde vive con Ana Soria (26) desde 2020; y presumiendo de la maravillosa relación que mantienen a pesar de no verse tan a menudo como les gustaría, se reencontraba con su hija mayor, Paloma (16), para comer en un conocido restaurante de la capital.
Tras el almuerzo, Ponce llevaba a la joven a la casa de Paloma Cuevas (52), y dejando entrever que tienen un trato más que cordial a pesar de lo polémica que fue su separación en plena pandemia del COVID -después de 25 años juntos- tras salir a la luz que la joven almeriense podría haber tenido algo que ver en su ruptura, el diestro subía a la residencia de su exmujer para cambiarse de ropa y ponerse cómodo para el viaje de vuelta a Almería.
Mientras que al entrar en el domicilio de la diseñadora llevaba pantalón claro, camisa azul cielo, americana y zapatos de piel en marrón, minutos después abandonaba el lugar luciendo un estilismo mucho más relajado con pantalón cargo en gris y mocasines en beige, guardando cuidadosamente sus pertenencias en el maletero de su coche.
Relajado y sonriente tras disfrutar de parte de la jornada con su hija, Enrique se ha limitado a responder ante los micrófonos de Europa Press que "todo está muy bien, gracias", dejando en el aire si tras su retirada planea casarse con Ana Soria como se ha rumoreado en los últimos tiempos.
Tampoco ha querido aclarar si se mudarán pronto al impresionante chalet que se han construido en Almería, ni si le gustaría ampliar la familia junto a la joven abogada con la que lleva 4 años de feliz y discreta relación.
En lo personal, Enrique Ponce es feliz junto a su razón de amor. Fue el pasado 3 de septiembre cuando la andaluza Ana Soria cumplió 26 espléndidos años y, tal y como pudo conocer EL ESPAÑOL, lo celebró en su Almería natal con una pequeña fiesta junto a Enrique, sus padres, Federico y Rosa, y unos íntimos amigos. El nuevo curso ha empezado para la aspirante a abogada en plena forma.
Paloma Cuevas, por su parte, cumplió 52 años en el mejor momento de su vida. El amor le sonríe a mandíbula batiente y su trabajo junto a Rosa Clará es un éxito. Tan sólo la delicada salud de sus padres emborrona, un poco, este dulcísimo momento. Sin embargo, la empresaria, al igual que su exmarido, ha rehecho su vida con el cantante Luis Miguel (54) y parece que el amor es una razón para sonreír en ambos casos.