Buenas noticias para Rafael Amargo (49 años). Este jueves, 3 de octubre, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la absolución del bailaor por un delito de tráfico de drogas por el que la Fiscalía pedía nueve años de cárcel para él, al confirmar la nulidad de las intervenciones telefónicas.
La sentencia del TSJM, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, desestima el recurso de la Fiscalía, que solicitó revocar la absolución dictada por la Audiencia de Madrid y celebrar un nuevo juicio ante otro tribunal.
El Tribunal Superior de Justicia madrileño lo rechaza y confirma la tesis de los magistrados que juzgaron al artista: la resolución que autorizó las escuchas debe ser anulada debido a su insuficiente motivación y, en consecuencia, esta anulación "contamina otras pruebas" derivadas de las intervenciones.
La absolución se produjo al considerar que no se cumplieron las exigencias mínimas que pide la ley para acordar la intromisión al secreto de las comunicaciones, por lo que declaraba nula la intervención de los teléfonos de los investigados solicitada por la Policía. Estas eran las principales pruebas de cargo que la fiscalía tenía para sustentar su acusación.
Los investigadores y la Fiscalía de Madrid sostenían que Rafael Amargo y su productor, Eduardo de Santos, realizaban "compras conjuntas" destinadas a financiar la obra de Yerma, algo que ambos acusados han negado en reiteradas ocasiones.
El informe publicado por la fiscal especificaba el trasiego de personas en el piso que el bailaor tiene en el céntrico barrio madrileño de Malasaña en la época en el que estos hechos fueron investigados. Según el bailaor, "el trasiego" de personas del que habló la Policía se debía a que ensayaba en su casa.
La representante del Ministerio Fiscal mencionaba, al mismo tiempo, las escuchas intervenidas entre agosto y noviembre de 2020 en las que se hablaba de cantidades de droga que excedían el límite del autoconsumo. De hecho, se especifica que uno de los implicados llegó a solicitar unas 500 pastillas y que Rafael le pedía a otra persona un kilo de metanfetamina.
Cabe recordar que el artista permaneció en prisión desde noviembre hasta abril de este año, cuando la Sala de la Audiencia Provincial de Madrid confirmó su puesta en libertad sin medidas cautelares hasta que se conociese la sentencia. En el juicio, Rafael aseguró que no vendía droga en su casa, aunque sí que la consumía. "Han intentado matarme con este juicio", aseguró durante su declaración para probar su inocencia.