A veces la vida no te permite girar y en otras ocasiones, te pasas de rosca. De esto sabe bastante Rafael Amargo a sus 49 años. Él, en los momentos de muchas hieles y pocas mieles, ha sabido enfrentarse por bulerías a ese destino caprichoso al que nos somete esa misma vida. El bailaor granadino ha gestado su propio relato cosmogónico en el que el caos ha danzado en libre albedrío con los ritmos de esperanza y regeneración. Viene de su peor momento, de enfretarse a nueve años de pena y pasar cinco meses en la cárcel por presuntamente vender droga en su casa. Pero, ahora, puede redimirse y volver a volar tras ser absuelto.
Con 17 años tuvo el infortunio de llegar tarde a las audiciones del espectáculo Azabache de la Expo'92 de Sevilla protagonizado por Nati Mistral, Imperio Argentina, Juanita Reina, Rocío Jurado y María Vidal. Lejos de autoflagelarse, su dinamismo y desenvoltura le guiaron hasta Madrid. "Mamá, me han cogido en el show y tengo que ensayar", le contestó con una mentira piadosa a su progenitora para que no se preocupara por esos arranques con los que de tanto en tanto hace temblar el suelo.
En el fondo, Rafael tiene algo de baraka. Quién le iba a decir que aquel retraso le cambiaría el sino. Con ese hambre que da la necesidad por triunfar hizo un casting para el programa Sabor a Lolas (1992-1993) de Antena 3 sin ser consciente de que las presentadoras serían Lola Flores y su hija Lolita. De repente captó la atención de Javier Arco Castillo 'Poty' (64), uno de los mejores coreógrafos de nuestro país que había sido seleccionado por bailar durante ocho años en la Compañía Nacional de Danza bajo la estricta mirada de Maya Plisetskaya y Nacho Duato. Le hicieron el contrato. "Ya ves, no me escogieron las cinco en Sevilla y me eligió la más grande en Madrid", recuerda con nostalgia.
Todos formaron una gran familia porque el carácter de Lola invitaba a ello. Como era el más virginal, La Faraona desplegó sus alas para protegerle. "Hijo mío, lo que tú vas a sufrir", le comentó en cierta ocasión. "Lo vio, lo vio -sonríe Rafa- y quien también me lo dijo fue Chabela Vargas, que también era un poco pitonisa, chamana, veía cosas… Me comentó que era carne de cañón, que iba a sufrir mucho. Pues míralo, no se han equivocado". Y añade: "También me dijeron que yo acababa como los grandes, genio y figura hasta la sepultura".
Entre Lola y Rafa se gestó un código que solo entendían ellos: "Me decía: '¡Ay, hijo mío, lo que me ahorras. ¡Me ahorras mucho!' porque no necesitaba darme demasiadas explicaciones". Una vez terminado el programa de televisión consiguió entrar en la ópera Carmina Burana del teatro Calderón donde nuevamente por designio divino le tocó el mismo camerino usado por Concha Velasco en la comedia musical La truhana. Ella fue quien le dio su primer Max de las Artes Escénicas. Y hasta la fecha tiene cuatro: dos por el espectáculo Amargo, otro por Poeta en Nueva Y0rk y otro por Amor Brujo.
Como la memoria de nuestro país es selectiva conviene recordar que en 2009 Rafael Amargo fue el primer español en estar nominado a los premios Laurence Olivier, los Oscar del teatro que se otorgan anualmente en Londres. Fue por coreografiar el musical El Zorro en el prestigioso West End, basada en la novela homónima de Isabel Allende (81). "Esa es la historia de mi vida, hay cosas que no se dicen", sentencia. También puso los pies en Hollywood con Gladiator, hizo una coreografía para el Circo del Sol para su 'hermano' Jacobo Espina Conde, hijo de Rosa Conde (76), exministra portavoz del gobierno de Felipe González, y uno de los pocos artistas que baila la belly dance (danza del vientre), y a punto ha estado de interpretar a Dalí tras superar en un casting al mismísimo Johnny Depp (61). No se pudo realizar porque no se obtuvieron los derechos para cine.
Parece que todo se ha diluido en el olvido. Solo interesa el morbo. A mediados del pasado mes de mayo, la Audiencia Provincial de Madrid absolvió al bailarín y coreógrafo de vender droga en su casa por la que se enfrentaba a nueve años de prisión. Hasta ese momento había pasado cinco meses en prisión.
Cuando a raíz de unas escuchas fechadas entre agosto y noviembre de 2020 se hizo público que supuestamente el artista granadino manejaba ciertas cantidades de droga que sobrepasaban el autoconsumo, por tanto, estaba poniendo en peligro la salud pública. Algunos testigos aseguraban que había un trasiego continuo de gente entrando y saliendo de su casa, pero Amargo puntualizó en su momento que en su domicilio se ensayaban diversas obras. Y con respecto a la balanza incautada sentenció que "lo único que se pesaba eran drogas para mí".
Que no hubiera unas pruebas contundentes le han destrozado la carrera. Junto con la pandemia han sido cuatro años en los que le han mermado la libertad, no solo creativa, si no también la personal. Sus hijos, León (19) y Dante (17) han sufrido en sus carnes todo lo ocurrido. Afortunadamente, la prensa les ha dejado en paz. Por primera vez, Rafael Amargo habla en exclusiva para un medio digital y ha elegido a EL ESPAÑOL | PORFOLIO para hacerlo y, para ello, nos ha recibido en su espacio taller de creación y encuentro de Madrid. Hasta ahora solo había contado sus vivencias en un programa de televisión.
Quien no quiera perderse el talento de Amargo tiene una cita entre el 11 y el 14 de julio para ver Electra Complejo Destino en La Encina Teatro de Madrid. Una obra que tiene el morbo porque ha revistado el mito de Electra ambientado en el mundo de las drogas de un capo de Medellín. Le ha venido al pelo porque como el bailarín es muy largo ha podido desquitarse, aunque sea un poquito.
P.– ¿Le está costando remontar tras su salida de prisión?
R.–Digamos que no tengo un trauma, estoy ubicado y contento. En estos momentos me veo en una sala alternativa pequeña porque puedes permitirte ciertos lujos como ser más canalla que no te permiten en otros sitios grandes.
P.– ¿Cómo afronta esta segunda parte del partido como dijo Antonio Banderas?
R.–Con mucha tranquilidad y paciencia. Trabajito que venga, trabajito que haré con mucho cariño para no resbalar. Esa ambición de querer triunfar ya se me pasó. Gracias a Dios lo que pude triunfar ya lo triunfé. No puedo ser más egoísta ni pedirle más a Dios.
P.– ¿Realiza algún tipo de ejercicio físico o mental para volver a la realidad?
R.–Estoy preparándome mentalmente. Voy a terapia porque ha habido mucho para ser aceptado y entendido, aunque a veces no comprendo todo lo pasado ni por qué. Tengo que cerrar ese capítulo de mi vida y no dedicarle más tiempo. Al menos, con Electra, la obra que he estrenado recientemente, me ha servido para salir de casa porque lo hago muy poco. Me ha hecho tener ilusión por las cosas.
P.– ¿Qué se anda cociendo entre manos?
R.–Estoy preparando un proyecto con una gran directora teatral, Triana Lorite, y también estoy centrado en el audiovisual. Estamos haciendo mi biopic que afortunadamente me mantiene vivo y con ganas. Serán como ocho capítulos, pero luego todo dependerá de la plataforma que se lo quede. Mira lo de Nacho Vidal que iba a ser un documental y al final se hicieron ocho episodios. Ya me han hecho la cronografía y está todo muy avanzado.
P.– ¿Durante el tiempo que estuvo entre rejas sintió que le dejaban de lado?
R.–Tras la absolución me he quedado impresionado por toda la gente que me ha llamado y que antes estaba como cauta. Ahora quiero contar mi verdad porque se ha hecho un juicio mediático donde se me ha castrado, no han respetado la presunción de inocencia y ha habido muchas habladurías.
P.– Todo ha sido incontrolable.
R.–Ha habido una Fiscalía con mucho dinero para pagar un gabinete de prensa comprando a los medios y diciendo a la gente lo que tiene que poner. He sufrido mucho, pero ya está. No me puedo regodear porque no me saca de pobre ni de rico. Igual que no me han tenido en cuenta o les ha costado más que ahora me quieran y me apoyen como esta entrevista que estoy haciendo contigo.
P.– ¿Qué responsabilidad va a pedir por los daños causados?
R.–Como la Fiscalía recurrió vamos a ver qué contesta la Sala y después ya con todo en mi mano podré decidir si quiero denunciar. Evidentemente, algo se hará porque la cosa se hizo mal desde el juzgado de instrucción, fueron dos años y medio que me podía haber ahorrado de penal. Confío muchísimo en mi abogado Marcos García Montes que lo ha hecho muy bien, ha ido con todas las de la ley.
P.– ¿Cómo se quedó cuando su letrado leyó todo el proceso?
R.–Dijo: "¿Qué habéis hecho con este hombre? ¿Matarlo?". Flipó. Es que a ver, todo es muy simple. ¿Cuánta gente salió de mi casa comprando droga? ¿Cuántos testigos lo afirman? Ya sabían que el daño lo estaban haciendo con detenerme la carrera cuatro años. Así está hecha la ley, la injusticia más grande que hay es la justicia lenta. Pero para otros no lo es tanto ya que en 10 días les resuelven los casos, como le ha ocurrido a mi exabogado, Cándido Conde-Pumpido (investigado por blanqueo de capitales y presunto delito de violencia de género), a quien en 10 días le sacaron su juicio. Unos perdemos cuatro años y otros diez días.
P.– La justicia no es igual para todos.
R.–Pues no, porque si tu padre es el presidente del Tribunal Constitucional como va a ser igual que para mí, que mi padre es un señor normal y corriente. Ya me entiendes.
P.– ¿Ha pensado que igual ha sido el chivo expiatorio de la trama?
R.–No lo he podido serlo porque no he expiado nada ni tampoco tenía ganas. Yo estaba en mi casa tan tranquilo y me comí el marrón. El chivo expiatorio es cuando detrás hay alguna trama en la que uno está envuelto y quiere participar en algo. Pero como en mi caso no había una trama ni nada… ¿Que conozco a muchas personas? Sí. ¿Que tengo muchos amigos? Sí. ¿Que más vale que me calle porque si hablo doy un golpe de estado? También. Así que chivo expiatorio de nada. Han dicho este que es muy listillo y parece que sabe mucho, pues venga. Soy una tumba y seguiré siéndolo. Tampoco voy a pedir nada, si creen que tienen que darme algo que se acuerden de mí como artista y me ofrezcan algo, pero no voy a ir por los Ministerios pidiendo nada. Para qué me voy a rebajar y mendigar. Hay dos cosas que no se mendigan, ni el amor ni el trabajo. Si uno no es bueno no tienen porqué darte nada y en el amor para que te quieran mendigando, tampoco.
P.– ¿Por qué dijo en un momento determinado que la cárcel le había venido bien?
R.–(Pensativo) Cuando ya estás metido en un tema tan profundo como el que me estaba pasando, para que te escriban una serie tienes que haber tocado fondo y para que te quieran perdonar por algo tienen que ver que has llegado hasta el fondo, porque si no la gente no te acaba de perdonarte. A la gente le gusta ver que te caes, lloras y te levantas. Si no hubiera ido a la cárcel a la gente le hubiera faltado que me hubiera pasado algo.
P.– ¿Por qué cree que en nuestro país existe la obsesión por desear que al prójimo no le vaya bien cuando, por ejemplo, en Estados Unidos, si un artista se cae, le aplauden cuando se levanta?
R.–Sí, bueno, no sé… Es que al final esto es como una obra de teatro en la vida. Ahora todo está muy reciente, algunas veces flipo, me quedo pensando y hay cosas no me llegan al entendimiento, otras tampoco lo tienen y hay otras cosas que han pasado y solo queda resignarse. Hay muchas preguntas que me hacen a las que todavía no sé qué contestar porque me hacen flipar, hoy digo una cosa y mañana puedo pensar otra porque todavía estoy muy convaleciente.
P.– Su salida de la cárcel es muy reciente.
R.–Hace como tres meses. Eso es prácticamente nada. Me he tenido que aclimatar a muchas situaciones. He estado medio año privado de libertad para que luego sea nada. Me podían haber puesto una pulsera telemática (enfatiza la última sílaba) o en arresto domiciliario. Pero no, por ser Rafa Amargo me metieron en prisión y, encima, en una de módulo duro donde me han tratado como a un delincuente, como debe ser, igual que todo el mundo. Pero, ¿y ahora nada? ¿Por qué?
P.– Quizás le han dado alegremente un escarmiento para ejemplificar no sé qué.
R.–¡Pero escarmiento de qué si luego han visto que no ha habido delito!
P.– Se habrá planteado infinidad de preguntas de las que muchas no tendrán una respuesta.
R.–¿Te digo la verdad? Es todo muy raro. Por mucho que quiera venir… es que ya está, ya ha pasado y me lo comí. Ya que me lo he comido ni te puedes resistir ni te puedes quejar, simplemente decir que por qué habrá pasado.
P.– ¿Cuál es su relación con las drogas en estos momentos?
R.–Cuanto más lejos mejor. ¿Para qué las quiero cerca? Además, ya no tengo edad ni para divertirme con ellas. No me hacen ninguna falta y las personas que se relacionan con ellas aún menos porque mira lo que traen, ruina. Yo que no tengo prejuicios por nadie y me junto con todo el mundo pues ahora mejor cada uno en su casa y Dios en la de todos.
P.– Ha habido muchas personas que le han apoyado pero, sin duda alguna, Luciana, su mujer, ha sido un pilar fundamental, ¿no?
R.–Pues sí, porque se ha quitado cosas de ella para estar pendiente de mí, para estar conmigo y para ayudarme. Pero mira, cuando uno está en la cárcel, está más en la cárcel todavía el que está afuera porque tiene que estar veinticuatro horas pendiente del que está dentro para ver qué le falta, que no tiene, tengo que ir, tengo que venir, entonces no tienes vida. Luciana ha estado ahí cinco meses y medio pendiente de mí. Por eso con la obra de Electra sentía que debía regalarle algo para que ella volviera a sentirse otra vez como actriz y como persona porque también ha sido para ella muy duro, le han dejado sin vida, ¿me entiendes?
P.– Poca gente repara en los que están fuera.
R.–El que lo está sufriendo lo flipa y es el protagonista, pero la gente que está alrededor, que no se encuentra dentro de tu cabeza no sabe cómo puede ayudar, qué puede hacer, se tiene que quitar de cosas, ¿sabes? Ahora menos mal que ella ha empezado a trabajar y está muy contenta.
P.– ¿Dónde?
R.–Está de presentadora en Casinos on line, lo hace en inglés, se graba en España y se emite en todo el mundo. Está feliz porque es un trabajo muy parecido al de actriz. Además protagoniza Electra. Le he buscado estos dos regalillos para que se sienta persona.
P.– Y encima acompañada en el escenario por una de las mejores actrices cómicas de la época del destape, Josele Román.
R.–Es tremenda. Única. El otro día formó una en el estreno que vamos…¡qué gracia tiene! Empezó a decir el texto por el final y yo ahí soplándole "que no, por el principio cariño". Tiene ya una edad, pero demasiado bien está.
P.– ¿Cómo se ha sentido dirigiendo a su esposa y a Josele?
R.–Las dos son muy particulares, pero son muy dóciles a la hora de trabajar. Se nota que son profesionales, tienen su manera de ver las cosas y acatan lo que dice un director. A mí lo que me ha gustado es que solamente han sido dos porque como siempre estoy acostumbrado a tener veinte pues era como, venga Josele, no vengas en el metro, te pago un Uber. Y así todos los días. No me extraña que la producción se me haya ido en ella (risas). Josele se lo ha pasado pipa porque me decía: "¡Ay qué bien me cuidas Rafa! Ni tan siquiera lo han hecho así cuando estaba en el Centro Dramático Nacional". Al menos a la otra la tenía en mi casa (risas). Así que de tener a cuarenta en nómina a tener una he estado en la gloria. Ha sido una bendición. Vamos, que hasta la habría traído en dron para ensayar.
P.– Lo importante es rodearse de gente que sume. O aportas o apartas.
R.–De eso se trata. Hay que rodearse siempre de gente positiva.
P.– Una de esas personas es Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia, a quien dirigió el año pasado en Yerma. ¿Cómo es en las distancias cortas?
R.–Hay que ayudarla y tenerla cariño, es una chica con sus cosas, tiene sus más y sus menos y es muy sensible. Es muy linda, tiene su corazoncito, hay cosas que le duelen… Pero vamos, como a todos los seres humanos. Me encantaría que aparte del arte tuviera otro tipo de trabajo donde ella pudiera sentirse realizada.
P.– ¿Cómo la ve como actriz?
R.–Cuando hizo el papel de María, la amiga de Yerma, estuvo muy bien. Era su primer trabajo como actriz de texto en teatro, lo que no es fácil. No estrenamos hasta que no estuvo perfecta. En todo momento estuvo concentrada y lo hizo con rigor y profesionalidad, como es mi compañía de teatro. Es una pena que no pudiéramos estrenar en Madrid, así que ojalá la podamos traer para que la gente la disfrute.
P.– Tengo entendido que está rodando bajo las órdenes de Josele, ¿no es cierto?
R.–Sí, es una comedia muy simpática titulada Estrellas en la red. He visto el tráiler y me encanta. A ver si sale bien la jugada y la pueden vender en alguna televisión. También tienen una obra, La vidente, escrita por Josele.
P.– ¿Volverá a trabajar con ella?
R.–Siempre repito con mis actores. Por ejemplo, con Pablo Durán, exmarido de Lolita, a quien tengo el deber de darle algo porque es el que más quiero y es de mis preferidos. También está Alejandro Reyes, el hijo de Ivonne, al que también adoro, es un artista. Si en lo próximo que haga me sale un personaje Carla y lo sabe defender, lo hará. Así es el arte.
P.– Bueno, con la de enchufes que hay en esta profesión…
R.–Si uno confía en alguien que sea porque lo puede defender, no por un compromiso. En el arte uno no se puede casar, el triunfo ha de ser porque uno valga, no porque sea primo, abuelo, nieto o primo hermano de nadie. Si lo van a hacer mal ni me interesa ni me compensa por mucho que esa persona sea alguien. Me quedaría insatisfecho de ver que no he defendido mi obra. Para eso me voy contigo a tomar dos copas.
Amargo está feliz. Cada vez más navega entre ondas positivas. Las piezas del puzzle empiezan a encajar. De hecho, dos días después de la absolución le notificaron que sería el primer artista flamenco en recibir una estrella en el Paseo de la Fama de Las Vegas, un honor que en nuestro país solo ostentan Julio Iglesias (80), Camilo Sesto y Mocedades. "Del 15 de septiembre al 15 de octubre se celebra el mes de la comunidad latina en Estados Unidos y una de las actividades es la estrella en Las Vegas. Ante semejante honor pensé que era una broma porque en cuatro años no ha sonado el teléfono para algo en condiciones. Me enteré de que me lo querían haber dado antes, pero estaban esperando a ver qué sucedía con la justicia", nos confiesa Rafa.
Antes de despedirse adelanta una exclusiva: "En cuanto me den el pasaporte me voy a vivir entre Ciudad de México y Miami porque quiero seguir creando y creciendo. Aún me queda el último pistoletazo que dar, ¿no?". Tiene claro que nadie es profeta en su tierra porque aunque parezca mentira ha participado en Bailando con las estrellas en México, Francia e Italia, pero jamás le han contactado en nuestro país. "Aquí prefieren poner a Antonia dell'Atte y Boris Izaguirre que parece que saben más de danza que yo", alega con ironía.
Antes de cruzar el charco, Amargo presentará un programa de flamenco en Es tu tele, de ámbito autonómico para toda la Comunidad de Madrid, ya que la ciudad ha sido elegida capital mundial del flamenco. Es uno de los platos fuertes de la temporada donde habrá debates entre los críticos, fiestas privadas donde pasa lo mejor, actuaciones en directo, festivales, caras nuevas…
Y para cerrar, por ahora, esta retahíla de cosas bonitas que le están pasando EL ESPAÑOL | PORFOLIO se ha enterado que el próximo 15 de noviembre le otorgarán el premio honorífico en Festival de Cine de los premios Lorca de Granada donde los miembros del jurado son, entre otros, Cayetana Guillén Cuervo (55), Carlos Fuentes (47) o Jorge Onieva, director del certamen.