Daniel Sancho (29 años) está contando las horas para el inicio del juicio por el presunto asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta el 3 de agosto de 2023 en la isla tailandesa de Koh Phangan. Acusado de los delitos de asesinato premeditado, ocultación del cadáver y sustracción de documentación del fallecido -ya que el pasaporte del cirujano colombiano no ha aparecido-.
Será este martes 9 de abril, en menos de 24 horas, cuando el hijo de Rodolfo Sancho (48) se siente ante el juez de la Corte de Koh Samui, y previsiblemente el juicio se alargará hasta el próximo 3 de mayo, ya que incluye la declaración de medio centenar de testigos.
Tanto el actor como la madre de Daniel, Silvia Bronchalo (48), se encuentran ya en Tailandia para arropar a su hijo en este complicado trance en el que se enfrenta a la pena de muerte. En las únicas declaraciones del chef español de 29 años desde que entró en prisión hace 8 meses, ha asegurado que está "convencido" de que le van a absolver porque va a "demostrar que fue en defensa propia".
Y como ha revelado el programa Vamos a ver, afronta el juicio con tranquilidad y con ganas: "Continúa en el módulo de enfermería junto a otros 50 presos y está relajado. Se dedica a leer y a hacer deporte y practicar Muay Thai".
Su equipo legal en España, liderado por García Montes y los prestigiosos penalistas Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás ya ha confirmado que intentarán impugnar gran parte de la investigación de la Policía tailandesa: "Hemos preparado un informe de 60 páginas examinando las pruebas. En la reconstrucción no había fiscal, no había juez, no había abogado y además hubo filtraciones de la policía... Es surrealista".
"Se le detiene diciendo que le van a deportar a España, que firme una declaración sin abogado. Solo la última declaración de Daniel puede ser medianamente válida porque la hace con un abogado y es en la que dice que se trata de una pelea", apuntaba hace unos días su abogado.
Este fin de semana García Montes ha concedido nuevas declaraciones al diario 20 minutos, y ha revelado que tan sólo contemplan dos opciones de cara al juicio: absolución u homicidio imprudente. Daniel "tiene la conciencia muy tranquila", declarará ante el juez que la muerte de Edwin Arrieta fue "accidental".
El hijo de Rodolfo Sancho tiene claro cuál será su testimonio ante el juez; que el colombiano con el que mantenía una relación desde hace varios meses intentó, presuntamente, violarlo tras su llegada a Tailandia y, al resistirse, comenzó un forcejeo fruto del cual el médico se golpeó la cabeza con el lavabo al caer, falleciendo en el acto.
Por tanto, y como apunta su abogado, "nos encontraríamos ante un homicidio imprudente que en el Código Penal tailandés son de 8 a 10 años si se considera grave, y de 6 si se considera leve".
Sobre el descuartizamiento del cadáver de Arrieta, García Montes explica que se trataría de una "profanación de cadáver" que tendría solo una pena de un año de cárcel que en ocasiones ni se cumple. De ahí que sus presagios sean buenos y confíen en que en un plazo de dos años -si el cocinero es condenado a un máximo de 8 años de prisión- pueda ser trasladado a algún centro penitenciario español.
La acusación intentará probar, por su parte, que el asesinato fue premeditado, algo que quedaría demostrado con los cuchillos, la sierra y las bolsas de basura que Daniel compró justo antes de la llegada de Edwin a la isla de Koh Phangan. Una extraña compra que sus abogados sostienen que fue para realizar su trabajo como chef y cocinar diferentes platos tailandeses para su canal de YouTube especializado en cocina.