El escritor y empresario Máximo Huerta en una fotografía publicada en sus redes el pasado 12 de febrero, a las puertas de su tienda en Buñol.

El escritor y empresario Máximo Huerta en una fotografía publicada en sus redes el pasado 12 de febrero, a las puertas de su tienda en Buñol.

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El mes imparable de Máximo Huerta: hablamos con él del éxito de su novela y confiesa estar abierto a enamorarse

"Y si es en París, mejor", responde el escritor cuando EL ESPAÑOL le pregunta por su búsqueda del amor, el protagonista de su último libro. 

26 febrero, 2024 01:17

"La novela está enamorando a todo el mundo. La acogida que recibo es maravillosa. Está en el top 5 y es una historia de amor que dan ganas de imitar, me dicen", comparte Máximo Huerta (53 años), ilusionado y pletórico, con EL ESPAÑOL acerca del éxito incontestable que está teniendo su última aventura literaria, París despertaba tarde.

Nada nuevo, en realidad, para el también empresario, pues su vasta carrera como literato habla por sí sola. Máximo está feliz, imparable, exultante, transitando por un dulcísimo momento profesional que quiere -y debe- vivir y disfrutar. El pasado sábado, 24 de febrero, se cumplió un mes desde que su novela, editada por Planeta, salió al mercado y la recepción sólo invita a la celebración

Están siendo semanas muy intensas de promoción, de entrevistas, de visitas a los platós de televisión y a las radios. Días en que el valenciano no para de desgranar el alma desgarrada de la protagonista de su novela, Alice Humbert, quien en la plenitud de su historia de amor con el hombre de su vida es abandonada y se queda rota. El desamor. Máximo habla de él con maestría, pero, ¿cómo está su corazón? EL ESPAÑOL lo sabe. 

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La portada de la novela de Máximo junto a dos fotografías facilitadas a EL ESPAÑOL por el propio escritor, donde se aprecia la gran acogida de sus promociones.

La portada de la novela de Máximo junto a dos fotografías facilitadas a EL ESPAÑOL por el propio escritor, donde se aprecia la gran acogida de sus promociones.

Huerta no está enamorado, no hay nadie ocupando su corazón a ese nivel. Ningún hombre -en concreto- que lo ilusiona y arrebata el sentido, pero eso no quiere decir que se haya negado a probar nuevas experiencias. Conoce muy bien la vida en ese aspecto. "Lo veo más ilusionado, con otra aura, tiene una mirada especial", cuenta alguien que lo quiere bien. 

"Creo en el amorMe he enamorado mucho en París, es una ciudad que me ha dado muchas alegrías. Pero ahora mismo no estoy enamorado", aclara él mismo a este medio. No deja de sorprenderse, con un punto de rubor, cuando alguien se interesa por su estado sentimental: como si entendiera que esa parcela de su vida no interesase a nadie.

El escritor Máximo Huerta en una imagen publicada durante su intensa promoción en París.

El escritor Máximo Huerta en una imagen publicada durante su intensa promoción en París.

Y es que Máximo es una persona que siempre ha sabido mantener a raya sus avatares privados y sentimentales. Fue el 28 de octubre de 2023 cuando EL ESPAÑOL se hizo eco de la ruptura de Máximo con su última pareja, Juan Castillo

Tras cinco años de discretísimo amor -y un proyecto en común con La librería de Doña Leo, en Buñol, donde Castillo también se desplazó a vivir-, la dupla decidía tomar caminos separados. Este pasado mes de enero, en el programa Gente Maravillosa, presentado por su amiga Toñi Moreno (50), Máximo deslizó que seguía de duelo por su último desamor. 

", porque no me lo he quitado de la cabeza. Sigue estando ahí el nombre. Lo que significa que late algo. No sé analizarme", manifestó. Eso sí, EL ESPAÑOL pudo conocer, a este respecto, que ese programa de Canal Sur, pese a que se emitió en enero del presente año, llevaba tiempo grabado y los sentimientos de Máximo Huerta habían cambiado para cuando se decidió emitir.

Ese duelo, que existió, forma parte del pasadoAl igual que su historia de amor con Juan. Hoy, Máximo mira al presente con optimismo y con ganas de vivir. Y dentro de esa vida, está el amor -cómo no- y el volver a sentirse querido y deseado y admirado.

La relación actual de Máximo y Juan, conoce este medio, es de cordialidad, extremo que explicaría el hecho de que el valenciano haya nombrado a Castillo en los agradecimientos de su libro. 

"A Juan, por el amor", escribe Máximo casi al final de la página de dedicatorias, tal y como pudo comprobar este periódico horas antes de que la novela comenzara a venderse en las principales librerías del país. Según informaron a este medio, el comunicador quiso darle un espacio a su expereja por haber sido un capítulo importante en su vida. 

La preocupación de Máximo

Máximo Huerta besando a su madre en una imagen de sus redes sociales.

Máximo Huerta besando a su madre en una imagen de sus redes sociales.

El excelso período que atraviesa Máximo Huerta con el éxito de París despertaba tarde contrasta con su parcela más familiar: la salud de su madre, Clara Hernández, sigue siendo su gran preocupación. Es su único desasosiegoClara fue diagnosticada de un tumor y, posteriormente, sufrió una dura caída por las escaleras que se complicó con el tiempo. A su lado, incondicionalmente, su hijo.

"Está muy malPor las mañanas soy su hermano, por las tardes soy su hijo", confesó Huerta. "Mi madre enfermó y después sufrió una caída. Ella me contaba momentos vividos. Y yo sentí la necesidad de parar con la novela, y empezar a escribir sobre cosas mías mientras cuidaba de mi madre junto a su cama. No pensando en publicarlas, pero al final lo hice y gané el premio Fernando Lara 2022 con Adiós, pequeño", ha manifestado recientemente Máximo en EL ESPAÑOL. 

Clara Hernández, leyendo una entrevista de su hijo, Máximo.

Clara Hernández, leyendo una entrevista de su hijo, Máximo.

Huerta es hijo único y se ha volcado en su madre para darle mayor alegría el tiempo que el destino lo permita. "Me fui a vivir a Buñol para cuidarla y sobre todo para no tener una pena de futuro. Quiero morirme tranquilo y que ella haga el viaje feliz", comentó Máximo, que ahora, como cuidador, también sufre las consecuencias de las enfermedades de su madre.

"Envejecer es una auténtica putada para el que envejece y para el que lo ve alrededor", reflexionó. "Envejecer es acostumbrarse a perder. Pierdes amigos, pierdes vista, pierdes la talla... Perder es sólo para valientes. Yo no sé si soy tan valiente como me creo. No por mí, por los demás. Me cuesta ser lo suficientemente fuerte para cuidar", añadió en El Hormiguero.

Fue en la Navidad de 2020 cuando Máximo Huerta habló por primera vez de la salud de su madre. "Ha estado en una burbuja en la que he estado cuidándola", explicó entonces al hacer balance sobre su último año. En ese momento también aprovechó para pedir un deseo para el pasado 2021: "Que el tumor vaya bien, que no sea nada malo... No le pido nada más, me da igual todo".