Miguel Ángel Arenas (66 años), conocido como El Capi, se define como una persona "singular". Filosófico, ecléctico, culto, monárquico, muy flamenco, amante de las variedades, disléxico, clarividente. Pero, sobre todo, productor y cazatalentos. Una figura mítica dentro de la industria musical. Algunos lo han llegado a catalogar de ser un dios, él asegura a EL ESPAÑOL que, simplemente, "he tenido mucha suerte y he sabido elegir bien a los cantantes".

El madrileño carga a sus espaldas con un imponente currículum que le ha llevado a la cima de su sector. Descubridor de Alejandro Sanz (55), productor de Los Pecos, Los Quillos, Mecano, Alaska (60) y Paco de Lucía, entre muchos otros. Fue alumno de los padres de Pablo Iglesias (45), una etapa que recuerda con cariño pese a que considere que el expolítico es una "basura". Convivió con Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, más conocida como duquesa roja, y él la define como un "bicho".

Ahora, se dedica en cuerpo y alma a empujar y llevar al estrellato al artista gallego-brasileño, Daniel da Silva, mientras prepara un libro y una serie sobre la Movida. Este medio se ha puesto en contacto con El Capi para hacer un repaso de su trayectoria profesional, conocer sus facetas más privadas, la homosexualidad que nunca ha ocultado y su opinión sobre algunos artistas emergentes.

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El Capi, en octubre de 2020. Gtres

Menuda carrera profesional tiene usted. Pero, antes de nada, ¿cómo era Miguel Ángel de niño y su familia?

En mi familia ha habido músicos variopintos, sobre todo flamenco. Entonces siempre estuve rodeado de la música, cerca de los escenarios y los focos. Siempre viendo artistas. Y yo lo tenía muy claro siendo todavía muy pequeño: quería ser árbitro de tenis o productor, elecciones pensadas por lo vago que soy. 

Durante aquella etapa, la madre de Pablo Iglesias fue su profesora.

La familia Iglesias y Turrión tenía grandes tierras, y abrió un colegio experimental durante la época de Franco en Canillejas, un barrio de Madrid. Cuando llegó el Bachillerato, escogieron entre 12 y 13 alumnos para dicho colegio. Yo fui uno de ellos, y lo pasé fantásticamente, tanto con la madre como con el padre y sus tíos. Ellos estaban protegidos por el Ministerio de Cultura porque eran empresarios socialistas. Era una familia pija, esa es la verdad. Nos dieron un tipo de educación basada en las condiciones de sus alumnos, es decir, las que poníamos nosotros. Nunca se nos habló de política, pero sí llegó alguna vez la Policía ya que, al tener una impresora en el colegio, se comentaba que hacían los panfletos y se tiraban por la calle en las manifestaciones. Y yo sí que recuerdo haber visto algún que otro panfleto del Partido Comunista. Sin embargo, tuve la suerte de no estar en un colegio rígido, poder haber tocado mucho la parte audiovisual y estudiar el concepto de lo que es un artista.

¿Ha hablado con el expolítico sobre ello?

No, ni quiero. Para mí, Pablo Iglesias es basura. Ha destrozado España. No tengo ninguna relación con él ni querría tenerla. Y si le veo le vuelvo la cara, porque han sido muchas las mentiras que ha dicho. Que a lo mejor en su casa es una buenísima persona, pero ha representado algo horrible en España.

¿Y cómo le fue en los estudios?

Pues yo soy disléxico, pero he tenido suerte, porque siempre he sido muy clarividente. Me han quitado una cosa y me han dado otra. Tengo la habilidad de con sólo ver a alguien poder construir su historia y saber si tiene talento. Y entonces empujo, empujo y empujo, busco y filosofeo mucho. 

A los 17 años, ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid para cursar Artes Publicitarias. A partir de ahí comenzó su carrera de la mano del locutor Vicente Mariscal Romero (76).

Han sido muchísimos los artistas que han pasado por sus manos.

A mí me han llegado a decir que soy un Dios o el rey Midas, pero no, lo que pasa es que he tenido mucha suerte y he encontrado a gente muy buena. Soy un hacedor de estrellas. Yo trabajé con muchos artistas que eran amigos y estaba metido en ese ambiente, como con Alaska, Nacha Pop, los Pecos... Pasamos de ser señores con traje y corbata a poder cantar canciones de la vida cotidiana de unos jóvenes de un barrio de Madrid, de un barrio pobre, que se convirtió y transmitieron unas canciones que les dieron el fenómeno más grande que ha habido y que todavía continúa. Los Pecos cambiaron la historia y con ellos hemos ayudado a cambiar una legislación, a los artistas y su forma de trabajar. Aunque ahora nos están comiendo los cantantes de Hispanoamérica porque nos traen calorcito con su ritmo hipnótico y letras sexuales. Creo que hemos perdido un poco el norte y que ha bajado muchísimo la calidad de composición. Pero eso también cansa y evoluciona, como lo ha hecho el rock and roll. 

El Capi y Alejandro Sanz, en una imagen de sus redes sociales. Redes sociales

¿Y usted qué quería conseguir?

Que mis artistas fueran historia. Y lo son. Yo no quería, ni quiero, crear artistas que tengan sus cinco minutos de gloria y ya no te acuerdes de ellos, como ha pasado con Operación Triunfo. De cientos y cientos de artistas que han pasado por el programa de la televisión, cuatro contados siguen triunfando, y dos son David Bisbal y Manuel Carrasco. Es muy difícil hacer que millones de personas te escuchen, y yo lo que siempre he buscado es preparar a personas para que puedan estar dentro de su vocación durante mucho tiempo. Me pagaron muy bien cuando a Carrasco le hice un álbum que vendió 400.000 unidades y luego se tiró diez años trabajando para poder llegar a ser quien es. Lo que intento siempre es educar y transmitir a alguien que tiene talento los valores de un artista. Y hay muchos artistas que no saben cantar ni bailar, pero sí transmitir, como Madonna. Ella utilizó la inteligencia para salvar esas dificultades.

Durante un tiempo, Miguel Ángel tuvo que paralizar su carrera y cumplir con el servicio militar obligatorio. También vivió durante una temporada en el Palacio de Sanlúcar de Barrameda, propiedad de la duquesa roja.

¿Cómo fue aquella convivencia?

Al primero que conocí fue a su marido, Leoncio González de Gregorio. Sus tres hijos, Pilar, Gabriel y Leoncio, son buenas personas y tuvieron una infancia complicada. A mí me encanta la aristocracia, y esos títulos de duquesa y conde me parecían sacados de un cuento de hadas que no sirven en el fondo nada más que para mantener en una familia una historia. Luisa Isabel sabía quién era yo, me conocía, yo entonces era como un niño prodigio y ganaba dinero. En su casa no había nada, y entonces me dijo que hiciera las maletas y me fuera a vivir con ella al palacio. Pude descubrir a aquella persona y me lo pasé muy bien. 

¿Qué destacaría de la duquesa?

Que era un bicho. Ella siempre escondió su homosexualidad, porque antes estaba peor visto que dos mujeres estuvieran juntas a que lo estuvieran dos hombres. Nunca entendí cómo se casó in articulo mortis con Liliane Dahlmann. Ella fue siempre muy malcriada, y en aquella época o eras comunista o franquista, no había otra cosa, y ella incluso fue a la cárcel por oponerse al dictador, también para ocultar su identidad sexual. Y a mí todo eso me parecía un cuento de hadas. Un día llegó una chica catalana de orígenes alemanes, vamos a dejarlo ahí, y eliminó aquella bohemia que había en el palacio. Isabel era una contradicción con piernas, pero nunca dejó de ser señora duquesa.

El Capi, con 35 años. Redes sociales

¿Cómo cree que ha avanzado con el paso del tiempo la lucha contra la homofobia y la lucha por romper los géneros?

Mira, yo nunca he tenido ningún problema con mi homosexualidad, ni con Franco ni ahora. Me acuerdo que la primera vez que vi a un travesti, un hombre vestido de mujer, tenía 17 o 18 años, y me dijo: "En España, ser maricón es un título nobiliario", y ahí entendí que a mí no me importa ni me interesa como tú quieras vivir, a quien ames y con quien quieras tener placer. Ahora, en el momento que ya llega la etiqueta, que si el colectivo LGTBI, que no binario y no sé que... Mira, si como hombre te sientes mujer, fenomenal, pero nunca vas a ser una mujer, no puedes cambiar lo que eres por naturaleza. Esa es mi opinión y estamos en un país libre, así que estoy en mi derecho de darla. 

Su vida profesional es un libro abierto, pero de la personal hay muchos aspectos que son un verdadero misterio. Hace unos años desveló que su pareja era Antonio López Herreros. ¿Cómo sigue la relación?

Me escondo porque entiendo que el protagonismo lo tengan los artistas, no yo, pero si hoy tengo un poco de protagonismo, pues bienvenido sea. Y bueno, él fue mi novio durante 24 años, pero llegó un momento en el que no podíamos seguir viviendo juntos. Eso no quiere decir que no sea la persona más importante de mi vida. Pero ahora mismo estoy soltero y no quiero tener pareja, la verdad. Ahora mismo mi ilusión es luchar por da Silva.

El Capi y Alaska. Redes sociales

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Cuando Miguel Ángel se convirtió en el rostro que se escondía tras el éxito de varios afamados cantantes como Alejandro Sanz, su nombre dio la vuelta al mundo. En la actualidad sigue compartiendo una gran relación con el intérprete de Corazón partío.

¿Qué opina de algunos cantantes de ahora, como Rosalía?

Si me preguntas por una opinión profesional, es una mujer que ha revolucionado muchísimas cosas dentro de la música. Una mujer preparada que venía de la danza con canto, que conocía el flamenco, que tiene una voz corta pero muy bella, y que ha juntado nuevas tendencias. Hoy es día es una estrella que canta con todo el mundo y que representa la evolución de nuestra cultura. Si me preguntas si me gusta más o menos, pues mira, yo soy más de Las Grecas, porque soy un poco más folk. Eso no quita que Rosalía sea admirable. Es un portento de sabiduría y de inteligencia.