Ya nada escapa al negocio de los influencers. Hasta hace relativamente poco estos creadores de contenido tenían un nicho definido: las redes sociales. Sin embargo, en este último año se ha producido una revolución en la que han traspasado la barrera de Instagram para ocupar otros espacios hasta el momento desconocidos para ellos.
Hay quienes llevan años apostando por crear negocios paralelos a las redes sociales, pero que promocionan por estas mismas vías: desde marcas de ropa hasta peluquerías pasando por festivales. Ahora todas ellas se atreven con un formato diferente y con el que pretenden mostrar la parte más desconocida de sus vidas: las docuseries.
La última en sumarse a esta ola de contenido a través de plataformas de pago ha sido María Pombo (29) junto a sus dos hermanas, Marta Pombo (31) y Lucía Pombo (33). Esta docuserie que se estrenará en Prime Video promete ofrecer "a la audiencia un lado nunca antes visto de las Pombo". Son las últimas, pero no las únicas. Antes de ellas llegaron otras propuestas como las de Marta Díaz (23), Dulceida (34), Tamara Falcó (41) y Georgina Rodríguez (29).
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Aún así, hay otras influencers que todavía escapan de las cámaras de televisión y que prefieren otro tipo de formato: el pódcast. Violeta Mangriñán (29) acaba de estrenar su programa de conversaciones propio, Lo tienes crudo, en el que su pareja, Fabio (33) ha sido el primer invitado. Otra de las que se sumó a esta tendencia a finales de 2022 fue Laura Escanes (27) con Entre el cielo y las nubes, que ya va por su segunda temporada.
Es por esta razón que el mundo de las influencers se ha dividido en dos: aquellas que tienen su docuserie y las que prueban suerte con el pódcast. EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con varios expertos para conocer más detalles sobre esta nueva moda.
Arantxa Pérez, directora de PR&MANAG, subraya el motivo por el que tienen tanto éxito: "Ya no queremos ver pequeños fragmentos de la vida de alguien que nos interesa, queremos profundizar en sus valores, pensamientos y saber de dónde vienen, cómo han llegado hasta aquí, quiénes son sus seres queridos". Y añade: "Estás dentro de su vida casi al completo y eso es lo que al final más quieren los fans, sentir que los conocen al 100 por 100".
Por su parte, el periodista Adolfo Rodríguez sostiene que el término originario influencer está viviendo un decaimiento: "Es el enésimo ejemplo de que las influencers cada vez influencian menos y son más homogéneas. No se diferencian entre sí y tampoco son creativas".
Según explica, lo que buscan las creadoras de contenido no es tener más visibilidad, sino más "notoriedad": "Tienen a todas las marcas ofreciendo cantidades ingentes de dinero y ya tienen un gran número de seguidores en su haber. Solo quieren presumir de estar en todos los lados, independientemente de si el resultado es bueno o malo". Y lanza un contundente mensaje: "Habrá que ver cuántas influencers consiguen tener segunda temporada de todos estos productos que se están estrenando".
Juan Rodríguez, Social Media Manager, sigue en la misma línea: "Ha habido un aumento de la competencia y una proliferación de creadores de contenido y celebridades digitales. La diferenciación es vital de cara a atraer colaboraciones, anunciantes y nuevas oportunidades de negocio".
Con este nuevo tipo de productos, que ellas mismas controlan, pueden decidir qué tipo de contenido mostrar y evitar sufrir crisis de reputación por comentarios o polémicas que se generan a su alrededor: "Les permite emitir mensajes beneficiosos para su imagen, mostrar una faceta diferente que puede atraer a nuevos seguidores y aumentar el engagement de los que ya tienen", puntualiza el experto.
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Estas nuevas formas de negocio consiguen captar a otro tipo de público que no está tan pendiente de las redes sociales. Jordi San Ildefonso, Social Media Manager de Metricool, defiende los peligros de estos proyectos: "Deben cuidar el discurso y la imagen que proyectan, ya que con solo una opinión, pueden cancelarte y destrozar todo el trabajo conseguido en redes sociales. Es un formato más íntimo donde expresar mejor las opiniones y sentimientos".
Una de las grandes incógnitas es cuánto pueden llegar a facturar creadoras de contenido como María Pombo gracias a estos nuevos proyectos: "Depende de varios factores como la popularidad, número de seguidores, la productora, la duración...", defiende el experto en marketing digital. Aún así, lo fundamental de la docuserie es saber hasta dónde quiera llegar cada influencer: "No es lo mismo pasar por encima de tu vida y solo ver lo bonito, que meterte al barro y exponer tu vida". Según subraya, una influencer con más de un millón de seguidores puede facturar "entre 10.000 y 50.000 euros".
Una de las últimas docuseries estrenadas que ha generado muchísima expectación y comentarios en redes sociales ha sido la de David Beckham (48). Un proyecto en el que ha hecho un repaso por toda su vida y dónde se ha abierto a contar cosas que muy pocas personas conocían de él. Cada vez resultará más habitual ver los estrenos de este tipo de formatos, porque hay público suficiente para ello.