Judit Mascó: "Mis hijas tienen que luchar ellas solas para llegar a ser autónomas. Yo me busqué la vida sin ayuda"
EL ESPAÑOL charla con la supermodelo, quien hace balance de su vida tanto profesional como familiar. Habla, en especial, del futuro de sus cuatro hijas.
23 octubre, 2023 17:41Mientras hacía cola en el telesquí de La Molina, Judit Mascó (54 años) conoció a quien hoy es su marido, Eduardo Vicente. Tenía 16 años. No hubo amor a primera vista, pero sí surgió una bonita amistad, ya que él formaba parte del grupo de amigos de su hermano. Parece que fue ayer, pero acaban de celebrar 30 años de casados.
"Es mi alma gemela", asegura, pletórica, Judit en su reciente conversación con EL ESPAÑOL. Juntos han formado una familia de ensueño formada por cuatro hijas, María (25), Paula (23), Romita (22) y Clara (17). Cada una ha elegido caminos diferentes a los de sus padres. La modelo sigue en activo, elige escrupulosamente sus trabajos y saborea cada minuto de la vida como si fuera el último.
Tras más de tres décadas ejerciendo su profesión, ha llegado a la conclusión de que "una se va haciendo mayor, te podrían salir las inseguridades y veo que no ha sido así. Sigo conectando con todas las parcelas de mi vida, me siento bien y cuando estás así se refleja en todo lo que haces. También es cierto que no soy nostálgica".
[Despixelamos a Romitha, la hija de Judit Mascó que cumple 18 años]
Durante la inauguración de la nueva tienda de electrodomésticos Miele Experience Center, en Barcelona, Judit coincidió con varias amigas, entre ellas, Gemma Mengual (46) y Alejandra Prat (46). Esta última vive a escasas manzanas en un palaciego piso en el Turó Park, donde antaño vivía Juan Antonio Samaranch y hoy Tita Cervera (80) aún conserva un piso de 500 metros cuadrados.
Tener ya unas mujercitas en casa debe imponer bastante, ¿no?
El tiempo ha pasado muy deprisa. La mayor ya es independiente y ejerce como artista plástica. La segunda es actriz, pero como es un trabajo tan complicado para ganarse la vida está a punto de acabar Humanidades. La tercera no quiso estudiar en su momento, pero después acabó haciendo carpintería y ahora se ha reenganchado en un grado superior de interiorismo y mobiliario. Y la pequeña está acabando Bachillerato ¡Qué cantidad de especialidades ahí! En nuestra época no había tantas (sonríe).
¿Lleva bien que ya se empiecen a independizar?
De momento tengo a las otras tres en casa, así que el síndrome no lo he pasado. Pero vamos, que ya empiezo a ver el futuro y… Es ley de vida. Es normal que quieran emanciparse y sentirse libres. Así las hemos educado Eduardo y yo.
Desde el principio las han protegido de la prensa y se conoce muy poco de ellas, ¿cómo las describiría?
Como todos los jóvenes, están disfrutando, intentan buscarse la vida, van teniendo sus trabajitos y avanzando para llegar a ser algún día autónomas. Yo estoy ahí, pero son ellas las que tienen que luchar. Ellas mismas se han de sentir satisfechas, han de continuar con el aprendizaje y así se sentirán a gusto consigo mismas. Yo lo hice así. Cuando empecé como modelo no tenía a nadie en el entorno de la moda y me tuve que buscar la vida. Me alegro de que tengan profesiones diferentes a mía.
De puertas para afuera parece que todo le ha ido perfecto.
Estoy agradecida por cómo me siento a nivel personal y profesional. Todo está estable, tengo más libertad porque mis hijas han crecido y, por tanto, tengo más tiempo para mí. Además, tengo más trabajo que nunca, sigo con mis secciones en medios radios y televisiones, y en breve sale la campana a nivel mundial que he protagonizado con los tratamientos ISDIN.
¿Ha llegado a necesitar ayuda para lograr una vida tan estable?
La toxicidad no forma parte de mi día a día. No he necesitado ayuda externa o profesional, pero sí que me he ido cultivando. Leo mucho, asisto a conferencias y cursos y procuro rodearme de gente interesante de la que puedo aprender. Obviamente, durante toda esta evolución he tenido altos y bajos, más o menos estrés, pero de todo se sale. Lo he compaginado y ahora vivo un momento dorado. Si piensas en positivo todo te sale bien.
Está claro que si sabes valorar y eres agradecido todo va sobre ruedas.
Si generas buen rollo, lo desprendes y eso lo palpa la gente que tienes a tu alrededor.
Se vive en un mundo muy acelerado donde impera lo digital y a veces los padres piensan en el mundo que les van a dejar a sus hijos y nietos, ¿es éste su caso?
Qué duda cabe que no es muy halagüeño el futuro, pero afortunadamente hay una corriente protagonizada por jóvenes que nos echa en cara a los adultos la mierda de mundo que les estamos dejando. No se ponen cualquier pieza de ropa si no saben de dónde viene, son más conscientes de comer sano con productos de proximidad, valoran lo verde, respetan al campesino. Al fin y al cabo éste es nuestro patrimonio. Hay jóvenes muy pendientes e incentivos.
Y su esposo, Eduardo, ¿cómo ve que sus mujeres vayan creciendo tan rápido?
Muy bien. Está feliz. Como te digo, les hemos inculcando unos buenos valores para que sean independientes y luchen por lo que creen.
¿Él sigue en su despacho de abogado?
(Sonríe) A ver, la prensa os habéis pasado casi toda la vida diciendo eso. Es cierto que es abogado de carrera y que ejerció un tiempo, pero luego estuvo 15 o 16 años en el Ayuntamiento de Barcelona, y actualmente es el gerente del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). En definitiva, vinculado a la administración.