Augusto Algueró (58 años), el único hijo y heredero universal de Carmen Sevilla, está dolido y, sobre todo, saturado y al límite. La última polémica que ha girado en torno a la recogida o no de las cenizas de su madre en el Tanatorio de Pozuelo de Alarcón ha colocado su nombre en un lugar desde el que nunca se ha sentido cómodo: en primera línea mediática.
Hubo quien creyó -y juzgó- la información sin ni siquiera descolgar un teléfono, contrastar y conocer las posibles razones del hecho. Augusto, informa a EL ESPAÑOL una persona de sobrada credibilidad, tiene la conciencia muy tranquila y nunca daría el paso de salir públicamente y hablar de esta cuestión. Nunca lo ha hecho y no lo va a hacer ahora. Él sabe cuál es su realidad.
Explica la fuente consultada que cierto es que Algueró tardó "algunos meses" en recoger las cenizas de su madre, pero que en la actualidad las tiene él en su posesión. En estos días, Augusto hará realidad el sueño que su madre le dejó dictado en vida: repartir sus restos mortales en tres lugares clave de la ciudad de Sevilla.
Y se añade: "A veces el dolor te impide tomar decisiones. No sabemos cómo está llevando Augusto su duelo y su tristeza. Cada uno lo gestiona como buenamente puede. ¿Alguien se ha parado a pensar que no recogió antes las cenizas porque no podía?". A Augusto hay un dato que le ha molestado y enfadado sobremanera: que, tal y como avanzó un medio de comunicación, la información de las cenizas haya salido del propio tanatorio.
"Le ha dolido mucho porque se supone que hay una ley de protección de datos que hay que respetar. ¿Tú cómo te sentirías si desvelaran algo así de tu madre?", apunta la persona cercana al entorno de Algueró. Augusto ha tomado, en los últimos días, la determinación de proteger, por encima de todo, el honor no sólo de su madre, sino el suyo propio, y se reserva el derecho a tomar cuantas acciones legales sean necesarias, tal y como cuentan a EL ESPAÑOL.
Por otro lado, el entorno del vástago de Carmen Sevilla sostiene que, aunque él no lo hable o verbalice -apenas si se desahoga con contadas personas-, existe gran dolor al ver cómo sus primas, Elena y Carmen, han hablado en los medios de comunicación, desvelando intimidades que no dejarían a Augusto en buen lugar.
La relación de Carmen Sevilla con sus sobrinas no fue todo lo fluida que les hubiera gustado en los últimos años -la artista estuvo ingresada en una residencia-, pero aún así Augusto aceptó que se llevaran parte de las cenizas para hacer un relicario.
Un gesto que Algueró hijo hizo de buena gana y de forma generosa. Por ello, no entendería según qué manifestaciones en prensa. Termina la conversación la persona con la que se contacta subrayando que el hijo de Carmen Sevilla tiene grandes apoyos en estos momentos, y personas en quien consolarse en medio del duelo por la pérdida de su madre, que sigue estando muy presente.
En los últimos días, también se ha debatido en diferentes medios de comunicación acerca de las joyas que cosechó en vida Carmen Sevilla y cuál fue su paradero tras su fallecimiento. De acuerdo a la información que se deslizó en el espacio Y ahora Sonsoles, de Antena 3, Sevilla se habría deshecho de gran parte de sus alhajas en vida. Gran parte de ellas las donó a la Virgen del Pilar, de la que era muy devota.
Eso sí, se matizó, y ha podido contrastar EL ESPAÑOL, que Augusto tiene en su haber algunas de esas piezas, de gran valor, sobre todo, sentimental. "Las tiene en su casa y no piensa venderlas. Es una forma de tener a su madre cerca", se apunta.
Augusto, soltero
En la actualidad, según los datos que maneja este periódico, Augusto está soltero y no ha rehecho su vida desde su divorcio con Marta Díaz, la madre de sus dos hijos. No sólo el exmatrimonio ha protagonizado una década de incesantes pleitos en relación a la custodia de sus vástagos, sino que Carmen Sevilla y la que fue su nuera vivieron una relación marcada por las tensiones y tiranteces.
"No fue una relación fácil desde el principio. Ten en cuenta que Carmen siempre ha sobreprotegido a ese hijo y una madre siempre quiere lo mejor, la perfección, y ésta no existe. Hubo momentos complicados entre ellas. Carmen evitaba hablar de la nuera cuando se le preguntaba. Siempre desviaba el tema hacia sus nietos, por los que sentía devoción", explicaron a EL ESPAÑOL hace unos días.
La relación empezó mal y terminó en el mismo término y punto, con un divorcio que se tramitó en el año 2013. Hoy, la vida de Marta Díaz es otra completamente diferente. Nada quiere saber de aquella etapa. Ni quisiera desea entrar a valorar la temática de las cenizas de Carmen Sevilla.
"Desde que murió Carmen han sido varios compañeros los que la han llamado para conocer su versión de aquellos años, pero Marta nunca quiso y menos ahora. Hoy está feliz y no mira para atrás en ningún momento", sostiene quien bien lo sabe.
Cabe puntualizar que el matrimonio que formaron Augusto Algueró y Marta Díaz comenzó en 2001. Fue a raíz de ese, a priori, emocionante momento, y clave en la vida de toda persona, cuando comenzaron las divergencias entre Carmen y su hijo, una relación que, si bien siempre fue cercana y cómplice, protagonizó algún que otro vaivén.
De hecho, madre e hijo dejaron de hablarse durante un tiempo. El amor que sentía el uno por el otro ganó a toda desavenencia.