A punto de cumplirse un mes de la muerte de María Teresa Campos, el que fuera su última pareja, Edmundo Arrocet (73 años), ha concedido una entrevista en la que habla sin tapujos sobre su relación con la comunicadora y se defiende de las acusaciones que se han hecho en su contra desde que pusieron fin a su romance.
En su vuelta a España, el humorista chileno asegura que la muerte de Teresita -como la llamaba cariñosamente- le tomó por sorpresa. Aunque su relación llegó a su fin hace cuatro años, Edmundo confiesa en Diez Minutos que todavía quiere y respeta a Campos, a quien recuerda como una persona "abierta, afable, simpática y muy alegre". Precisamente fue esa personalidad divertida la que lo enamoró.
Tras varios encuentros, dentro y fuera de Madrid, Edmundo y María Teresa acabaron viviendo juntos en la casa de la comunicadora. Fueron seis años en los que el cómico, según desvela, no hizo más que proteger a la periodista. "No solo fui cuidador nocturno, me ocupé de arreglar y solucionar los múltiples problemas que surgían", dice en la entrevista que ha salido a la luz este miércoles, 4 de octubre, un día antes de que se cumpla un mes del fallecimiento de la presentadora.
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Aquella etapa la recuerda de forma muy especial e incluso se emociona al revivirla. "Era todo muy bonito, no tengo nada que reprochar", asegura Edmundo cuando le preguntan por sus convivencia con María Teresa a quien amó "mucho, mucho, mucho". Sin embargo, pese a ese gran amor, nunca quiso contraer matrimonio con ella. A María Teresa, en cambio, sí le hubiese gustado dar el gran paso. "Estaba pensando, somos mayores y si yo me muero, se pierde la pensión. Si nos casamos, la pensión se queda para ti", dice el chileno citando una conversación que mantuvo con la presentadora.
Finalmente, María Teresa no pudo cumplir su deseo. Edmundo se opuso al matrimonio y la relación terminó por romperse. El motivo, asegura el chileno, fueron los celos de ella. "La iban intoxicando con falacias y desarrolló una desconfianza que no se correspondía con la realidad", dice Edmundo antes de asegurar que "jamás" fue desleal. "Eran temas de celos. La desconfianza fue ajando la relación", insiste. Sobre la separación, aclara que no fue por WhatsApp, tal y como se comentó en su momento. El cómico confirma que habló personalmente con la que fuera su pareja.
A lo largo de la conversación, Edmundo también intenta defenderse de las críticas que se han hecho en su contra. Una de ellas, que se aprovechaba de María Teresa Campos económicamente. "Dicen que yo era un chulo. No tengo la necesidad de chulear a nadie. Siempre que íbamos de viaje lo pagaba todo yo", comenta.
Edmundo, por otro lado, critica duramente a las hijas de la presentadora, con quien no tiene ninguna relación. De hecho, aunque ahora esté en Madrid, no tiene ganas de verlas para darle el pésame. Sí le gustaría, en cambio, reencontrarse con dos de los nietos de María Teresa, Alejandra Rubio (23) y José María Almoguera.
Sobre los nietos de la periodista, Edmundo Arrocet guarda buenos recuerdos. No así de sus hijas, para quienes solo tiene reproches: "En los seis años que estuve en casa de Teresa, Terelu solo fue 10 u 11 veces y Carmen ni eso... Los únicos que iban mucho y les tengo un inmenso cariño es Alejandrita, que pasaba horas con la abuela. Y José María, que vivió un tiempo en casa".
De María Teresa Campos no puede decir nada negativo. Edmundo Arrocet concluye que la malagueña es "inolvidable".