Adiós para siempre a María Teresa Campos. La maestra de la comunicación, pionera en programas de televisión con tertulias políticas y reina de las mañanas falleció en la madrugada de este martes, 5 de septiembre, dejando rotos de dolor y sin consuelo a sus dos hijas, sus tres nietos, sus dos hermanos y a un sinfín de amigos que la querían y admiraban sobremanera.
Al otro lado del charco, a casi 11.000 kilómetros de distancia, el último hombre que la amó, Edmundo Arrocet (73 años), también llora la muerte de Teresa -Teresita, como la llamaba él de manera cariñosa-. Casi seis años duró la relación entre el chileno que triunfó en España en la década de los 70 y la veterana comunicadora malagueña. Tras el quiebre sentimental entre ellos, Arrocet quedó como el villano por las formas en que acabó todo.
Campos afirmó que él la había dejado por un mensaje de WhatsApp que la enloqueció hasta salir a buscarlo desesperadamente por las calles de Madrid acompañada de su chófer e incansable compañero, Gustavo Guillermo. El comportamiento de Bigote con Teresa provocó que sus dos hijas, Terelu Campos (58) y Carmen Borrego (56) cargasen contra él en público.
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"Estuvo seis años viviendo en una mansión con servicio, con chófer y sin comprar ni un kilo de patatas. ¿Quién se cree que es tu padre? ¿Qué es, un gigoló y yo no lo sabía?", espetó Carmen Borrego (56) a Gabriela Arrocet (50) en un Deluxe. Ahora Edmundo estalla en EL ESPAÑOL.
"Viví seis años muy feliz al lado de Teresita -que es su verdadero nombre, para información de muchos-, de la que no me separé nunca. Sólo cuando tenía que ver mis negocios en América. Ahora resulta que aparecen jueces que hablan como si hubiesen vivido a nuestro lado día a día. Increíble. Por lo visto, seres omniscientes y omnipresentes", declara Arrocet.
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"Son intríngulis muy raros que terminaron con bombardear nuestra relación. Teresita, inteligente, simpática y muy graciosa, revolucionaria a todo nivel, trabajadora incansable, bonita y, repito, muy inteligente. Mis hijos y familia la quieren mucho. Y estará siempre en mí. Y ahora, dejad que los perros ladren", concluye, demoledor, Edmundo a este diario.
Estas declaraciones en exclusiva a EL ESPAÑOL se suman a la breve intervención telefónica que hizo el martes por la mañana en Espejo Público. Con Susanna Griso y sus colaboradores en plató, Bigote Arrocet afirmó que no sentía que tuviera que pedir perdón a María Teresa por nada relativo al fin de su romance. "La que me tenía que haber pedido perdón es ella a mí, no yo a ella, porque nunca fue verdad nada de eso", apuntó el actor, en alusión al famoso mensaje de WhatsApp por el que, presuntamente, finiquitó para siempre la relación.
El fin de Edmundo y Teresa
El 28 de diciembre de 2019, Día de los Santos Inocentes, Terelu Campos y Carmen Borrego, sin poder contener las lágrimas en directo, leían en el programa en el que colaboraban, el extinto Viva la vida, un comunicado firmado por su madre. En él, la presentadora informaba a todos de su separación sentimental de Edmundo Bigote Arrocet.
Semanas más tarde, Teresa Campos rompía su silencio y desvelaba que su expareja, el hombre con el que compartió su vida y su hogar durante seis años, rompió con ella por un mensaje de WhatsApp. "Que se acabe Edmundo no significa que se acabe el mundo", fue uno de los magnos titulares que regaló a la revista ¡HOLA! en esa inolvidable entrevista con posado fotográfico incluido.
Aquel desamor dejó a Teresa Campos en un débil estado anímico. Dos meses después de la ruptura estalló la pandemia de coronavirus y, poco a poco, llegó su enfermedad, una demencia que provocó que sus dos hijas dedicasen el cien por cien de su tiempo personal al cuidado de su madre, su gran orgullo y a quien este martes pasado martes dieron su último adiós.