Massimo Stecchini, pareja de la actriz y cantante malagueña Pepa Flores 'Marisol' (75 años) desde hace 35 años, ha muerto en Málaga este domingo, 3 septiembre, a los 63 años. El empresario era conocido, más allá de su relación con la malagueña, por ser la cara pública de la que fue la primera pizzería de Málaga, Trastevere, en La Malagueta, que fue propiedad de su padre y ahora es de uno de sus hijos.

Marisol y Massimo se conocieron en 1988, precisamente en la pizzería que este regentaba entonces. Su entorno más cercano asegura que Stecchini llegó en un momento primordial para Pepa Flores, que no terminaba de recuperarse de su ruptura con Antonio Gades dos años antes y con quien tuvo tres hijas, la actriz María Esteve; Tamara Esteve, psicóloga y Celia Flores, cantante. 

Stecchini y Marisol mantuvieron una relación de lo más sencilla, lejos de los lujos. Quizá eso fue la clave para que él se convirtiera en la pareja más longeva de Flores después de más de tres décadas juntos, cuando la muerte los ha separado.

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Pocos son los malagueños que a lo largo de estos años de silencio mediático -su retirada pública tuvo lugar en 1985- no se los han encontrado por la zona de La Malagueta o de Muelle 1, dando paseos por la playa o en familia, junto a sus nietos o alguna de las hijas de Pepa, como cualquier otro local.

Massimo siempre estuvo del lado de Pepa respecto a su retirada mediática. De hecho, aunque no en demasiadas ocasiones, fue él quien apareció en algunos actos en su nombre, como en galas de premios. Sin embargo, uno de los galardones más importantes de su vida, el Goya de Honor, lo recogieron en enero de 2020 sus hijas en su querida Málaga, pues aquella edición se celebró en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de la capital costasoleña.

Este domingo, Stecchini será despedido por su círculo más cercano en la sala 21 de Parcemasa, aunque al parecer, según la información que da el cementerio en su web, a posteriori será trasladado a otro sitio para ser enterrado. De momento no ha trascendido dónde tendrá lugar el sepelio.

Con la muerte de Stecchini, el corazón de Pepa Flores se llena de recuerdos imborrables de una pareja a la que poco le importó el qué dirán y priorizó la felicidad de una más que estricta intimidad.