Han pasado cuatro años de aquel fatídico agosto en que murió Blanca Fernández Ochoa en un triste suceso que conmocionó España y dejó desolada a su familia. El trascurrir del tiempo ayuda a cerrar las heridas, aunque el recuerdo de la campeona olímpica de esquí, todo un referente del deporte nacional y también del femenino, permanece inalterable. Sobre todo en el corazón de sus hijos, Olivia (24 años) y David (23), que siempre la tienen muy presente.
"La mejor madre del mundo. Siempre estará en mi corazón. La amaba, la amo y la amaré", así hablaba David de ella en un homenaje que se le rindió en septiembre de 2019. Él ha sido siempre el más mediático, dentro de lo discretos que son ambos, el que ha acompañado a la familia en los actos públicos sobre su madre. Sin embargo, su hermana prefiere mantenerse en un segundo plano, centrada en su vida y su carrera.
En sus redes sociales se pueden ver algunas imágenes del pasado que muestran la especial relación que unía a Olivia y Blanca. Era su mayor apoyo y mantiene como foto de perfil uno de esos momentos de infancia en la nieve. Su muerte fue un duro golpe y estas son las palabras que le dedicó como despedida: "Gracias por todo lo que has hecho por nosotros, nos has dado la vida y ahora nos toca a nosotros vivirla sin ti. Te prometo que vamos a lucharlo todo, absolutamente todo".
Y desde luego si hay algo que define la trayectoria de Olivia es la lucha por seguir adelante y conseguir sus sueños. Estudia Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, donde además de aprender las difíciles asignaturas de la carrera, juega en el equipo de rugby de la facultad, el club Cisneros. También forma parte de la Selección Femenina de este deporte, que se hacen llamar Leonas y que recientemente han quedado subcampeonas de Europa.
Precisamente en este equipo juega también su compañera de vida, la persona que más aparece en su perfil de Instagram, donde Olivia tiene más de 5.500 seguidores. Ella es Beatriz Domínguez Beatriz, la capitana, con la que ha pasado unos días de vacaciones y desconexión en Lanzarote y a la que dedica emotivas palabras en su perfil, que es público. La llama "mi guiri favorita", seguramente por su pelo rubio, sus pecas y sus intensos ojos azules. Juntas recorren el mundo con la Selección y aprovechan para hacer turismo en los países que visitan, de Nueva Zelanda hasta Dubai y Sudáfrica. También comparten citas sólo para dos y eventos junto a sus respectivas familias.
El pasado mes de enero, Triz, como se hace llamar en las redes, felicitaba a Olivia por su cumpleaños con un precioso texto que decía: "Felicidades al ser de luz que un día llego a ponerme la vida patas arriba. Felicidades a mis abrazos favoritos de nutria, rinoceronte o cualquier gilipollez que se me ocurra en ese momento; siempre está dispuesta a dármelos. Felicidades a la risa más contagiosa. Felicidades al peor copiloto del mundo, que tiene la cara de decirte que ella nunca se duerme. Felicidades a la persona más verde que siempre me rescata de los días malos. Por eso y un montón de cosas más te quiero increíble". Ella le respondía: "¡Qué bonita eres joder! Te quiero infinito".
Beatriz ha estudiado Farmacia y en una entrevista con el periódico Marca en julio de 2022 hablaba así del colectivo LGTBI: "Creo que estamos avanzando mucho. Y yo lo vivo porque las niñas que entran ahora, que tienen 19 o 20 años, no se preguntan nada. No vienen con esos prejuicios de me gusta una chica o me gusta un chico. Ellas simplemente sienten, y eso está muy bien. Y creo que eso sí es un salto. Evidentemente, no hay que dejar de hablar de esto porque, al final, se ve que en todas partes hay cosas que te hacen ir para atrás, pero gracias a lo que hacemos día a día me parece que en nuestro entorno más cercano sí que hemos avanzado".
Olivia Fresneda Fernández Ochoa, fruto del matrimonio de Blanca con David Fresneda, triunfa en el mundo del deporte, siempre arropada por su familia y especialmente de su hermano, por quien siente auténtica devoción.
Él es su mayor apoyo, la persona en la que se ha encontrado amor y consuelo indispensable para superar la trágica muerte de su madre. "Sigue haciéndome la vida un poquito más fácil, solo como tú sabes. ¡Eres lo más grande que tengo! Te quiero hasta el infinito", le decía en su perfil de Instagram hace tres años felicitándole por su cumpleaños. Él se dedica al esquí, no en la competición, sino como profesor, además es ingeniero industrial y tiene como lema de vida el siguiente: "Aquel día que no sonríes será un día perdido".